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lunes, 12 de mayo de 2008

El Evangelio de Hoy Lunes 12 de Mayo 2008 - Cortesía de www.evangelizacion.org.mx

Nuevas cada mañana
Lecturas del día:

La Buena Nueva, ahora para llevar.


Primera Lectura (Lectio Divina)
Santiago 1, 1-11
Santiago, siervo de Dios y de Jesucristo, el Señor, saluda a las doce tribus, dispersas por el mundo.

Hermanos míos: Cuando se vean asediados por toda clase de pruebas y tentaciones, ténganse por dichosos, sabiendo que las pruebas a que se ve sometida su fe les dará fortaleza, y esta fortaleza los llevará a la perfección en las buenas obras y a una vida íntegra e irreprochable.

Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios y él se la dará; porque Dios da a todos con generosidad y sin regatear. Pero tiene que pedírsela con fe y sin dudar; pues el que duda se parece a las olas del mar, que van y vienen, agitadas por el viento. Quien es inconstante e indeciso en su vida, no recibirá nada del Señor.

Que el hermano de condición humilde esté orgulloso de su alta dignidad, y el rico, de su humilde condición, pues se acabará como las flores del campo. Porque sale el sol y con su calor quema las hierbas; se caen las flores y se acaba la belleza. Así se marchitará el rico, en medio de todas sus empresas.

+ Meditatio

Uno de los pensamientos comunes entre los hermanos es pensar que las pruebas, el sufrimiento, y en general cualquier clase de inconveniencia en la vida, es un castigo de Dios, o al menos producto de un alejamiento de Dios hacia ellos. Este pasaje del Apóstol Santiago nos aclara que no es así, ya que estas experiencias dolorosas son el elemento por medio del cual Dios "templa" nuestra fe y nuestro carácter. Es precisamente en medio de las pruebas cuando tenemos la oportunidad de probarle verdaderamente a Dios, que nuestra amistad no es una amistad interesada que solamente se mantiene fiel en los momentos buenos y agradables de la vida, sino que precisamente en estos momentos difíciles lo continuamos considerando nuestro amigo y nuestro Señor. Son también estos momentos en los cuales Dios se hace presente con su amor y misericordia, dándonos las gracias necesarias para superarlos. Es por ello, que como resultado de estas dos acciones (la de Dios y la del hombre), el cristiano sale fortalecido en su fe, su esperanza y su caridad. Si vemos de esta manera las pruebas y dificultades de la vida, no cesaremos de darle gracias a Dios por las oportunidades que nos brinda para crecer en su amor y madurar en nuestra fe.

+ Oratio

Señor, gracias por todas las veces que con amor pruebas mi alma y la cincelas con delicadeza cual buen escultor. Sigue dándome forma de tal manera que sea cada vez más precioso a tus ojos y útil para servirte. En verdad me enorgullezco de mi alta dignidad delante tuyo, a pesar de mis pobrezas físicas o de carácter, pues sé muy bien que de esas carencias tú sacarás grandes cosas para mi vida, pues conozco de ti que llamas a lo que era nada para que sea.

+ Operatio

Hoy buscaré en la biblia Sabiduría 9 y la oraré varias veces a lo largo del día para pedirle a Dios la sabidría que viene de Él.



El Evangelio de hoy
Marcos 8, 11-13
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los fariseos y se pusieron a discutir con él, y para ponerlo a prueba, le pedían una señal del cielo. Jesús suspiró profundamente y dijo: "¿Por qué esta gente busca una señal? Les aseguro que a esta gente no se le dará ninguna señal".

Entonces los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.

+ Reflexión

Una de las ideas del fariseismo era el que esperaban un Mesías "triunfalista" en donde los milagros no fueran el signo de la liberación del hombre del pecado, del dolor y de la angustia, sino el signo del poder de Dios sobre sus enemigos. Por ello San Marcos tiene siempre presente en su evangelio presentarnos la correcta imagen de Jesús. Los fariseos quieren una señal prodigiosa. El problema es que ya se les ha dado pero no la han reconocido. Esta actitud se mantiene aún en muchos cristianos, que continúan buscando un "súper Mesías" que sea capaz de cumplir todos sus caprichos. Un Mesías que les resuelva la vida a base de milagros y hechos prodigiosos. Son hermanos que siempre andan a la caza de milagros, de apariciones, de todo lo que suena a "extraordinario".

Debemos recordar que nuestro Mesías, Jesús, el Hijo de Dios, se manifiesta de manera discreta en medio de nuestra vida y que ha escogido precisamente lo débil para confundir a los poderosos. ¿Seremos todavía de los que piden a Jesús una señal para creer o para amarlo?


Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro







Lunes 12 de Mayo del 2008
VI Semana del Tiempo Ordinario
Ciclo "A" Año Par
Feria
Lit. de las Horas: T. III
II Semana del Salterio
Salmo: Salmo 118
Aprende esta semana:
Preguntar para Saber
¿Qué sucede después de la muerte?

Conocer para amar
Tipos de iglesias
Documentos
Las primeras comunidades cristianas
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Producto del mes:

Misterios del Rosario


lunes, 5 de mayo de 2008

Yollitztli - Por una Cultura de Vida

Desde que inicié este humilde espacio para compartir información y aspectos relevantes de la Fe Católica, he tratado de apoyar la Cultura de la Vida, personalmente, mi esposa y yo tenemos más de 6 años de matrimonio y no habíamos podido tener la bendición de un hijo (Hace un par de semanas nos enteramos que estamos esperando nuestro primer hijo¡¡¡), por lo que es particularmente triste saber que hay en este mundo personas que están esperando un bebe y deciden terminar con su vida.
No creo que haya ninguna razón valida para decidir terminar con la vida de un inocente, empezando con que desde el momento de la concepción es una persona totalmente diferente a la mamá y tiene alma, tiene vida y sobre todo, tiene un papel en el plan de Dios.

Viendo información de los sitios en donde mujeres que no quieren tener a sus bebes, los dan en adopción, he notado que hay un número mucho mayor de solicitudes de parejas que desean adoptar un bebe que niños que se ofrecen en adopción, y sin embargo, hay quien se atreve a decir que es mejor abortar que dejar que un niño sufra maltratos o abandono.
Que peor abandono o que peor maltrato que quitarle la vida a un bebe indefenso?

Dentro de los esfuerzos que se hacen por promover esta Cultura de Defensa de la Vida, quiero compartirles el día de hoy un movimiento llamado Yollitzli, que significa vida en Nahuatl.
Este movimiento fue creado por el Padre Ernesto María Caro en la Parroquia de la Santa Cruz, en San Nicolás de los Garza, Nuevo León, México, y tiene como finalidad crear una comunidad en la que cada miembro realice el compromiso de Adoptar Espiritualmente a un niño que está en riesgo de ser abortado.
Este movimiento es coordinado por Elisa y Rubén Alvarez, los puedes contactar en su correo





Este compromiso es algo muy sencillo de realizar, pues lo único que se solicita es hacer una oración diaramente para pedir por este Hijo Espiritual.
Para hacer el compromiso, se llena una tarjeta, de la cual adjunto una imagen, en donde una parte la conserva el movimiento para el registro y la otra la persona que tiene el compromiso, en donde viene el nombre que le damos a este hijo espiritual y la fecha de nacimiento.










Se utiliza también una pulsera, la cual, nos permite recordarnos en nuestra oración diaria pedir por estos niños en riesgo de no nacer, durante los 9 meses que dura la gestación de un niño.


Normalmente iniciamos nuestras oraciones el 25 de marzo, día de la Encarnación de Jesús en la Virgen María, para terminar el 25 de diciembre con el nacimiento del Señor.
Pero cualquier momento es bueno para unirse a esta Causa.
Ojala y donde ustedes se encuentren puedan unir sus oraciones a las nuestras para pedir por esos niños.
Que Dios los bendiga.

martes, 18 de marzo de 2008

La Palabra de hoy Martes 18 de Marzo del 2008


Lectio Divina
Martes 18 de Marzo del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   Martes Santo tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  II Semana del Salterio Lecturas: Juan 13, 21-33. 36-38 ; Salmo 70

Lectio Divina

Isaías 49, 1-6

Escúchenme, islas;
pueblo lejanos, atiéndanme.
El Señor me llamó desde el vientre de mi madre;
cuando aún estaba yo en el seno materno,
él pronunció mi nombre.

Hizo de mi boca una espada filosa,
me escondió en el sombra de su mano,
me hizo flecha puntiaguda,
me guardó en su aljaba y me dijo:
"Tú eres mi siervo, Israel;
en ti manifestaré mi gloria".
Entonces yo pensé: "En vano me he cansado,
inútilmente he gastado mis fuerzas;
en realidad mi causa estaba en manos del Señor,
mi recompensa la tenía mi Dios".

Ahora habla el Señor,
el que me formó desde el seno materno,
para que fuera su servidor,
para hacer que Jacob volviera a él
y congregar a Israel en torno suyo
â€"tanto así me honró el Señor
y mi Dios fue mi fuerzaâ€".
Ahora, pues, dice el Señor:
"Es poco que seas mi siervo
sólo para restablecer a las tribus de Jacob
y reunir a los sobrevivientes de Israel;
te voy a convertir en luz de las naciones,
para que mi salvación llegue
hasta los últimos rincones de la tierra".

 

+ Meditatio

Nuevamente el Señor nos recuerda que es él precisamente quien vence nuestras batallas, que en vano nos esforzamos, cuando su poder es el que nos da la victoria. Y es que Dios nos ha escogido y nos ha llamado a vivir en su plenitud, por ello el gran error del hombre es el querer ser autosuficiente, el buscar la independencia de todo y de todos, incluso del mismo Dios. Precisamente con Dios somos más que vencedores; Jesús para esto murió y resucitó, para que en él tengamos la victoria sobre nuestros pecados y debilidades.

Aprovechemos esta semana para intensificar nuestra relación con Dios. Conozcámoslo más cada día y no solo de "oídas", sino como una experiencia personal. Preparémonos en estos días santos intensificando nuestra oración y buscando que la victoria de Dios se manifieste en nuestra caridad para con los demás.

+ Oratio

Señor, sé muy bien que tú peleas mis batallas, sé también que si tú no eres quien me edifica, en vano me cansaría esforzándome, por eso me abandono a tu victoria admirable, me declaro más que vencedor en ti, me declaro limpio, sano, purificado por tu sangre. Te pido, Señor, que a la hora de la tentación me revistas de tu armadura y pueda resistir firme en la fe.

+ Operatio

Este día, a la hora de cualquier tentación, diré en mi interior: soy más que vencedor en Cristo y resistiré sin caer. Y a cada momento del día tendré presente que soy victorioso por la victoria de Jesús

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 

lunes, 17 de marzo de 2008

La Palabra de hoy Lunes 17 de Marzo del 2008


Lectio Divina
Lunes 17 de Marzo del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   VI Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  II Semana del Salterio Lecturas: Juan 12, 1-11 ; Salmo 26

Lectio Divina

Isaías 42, 1-7

Miren a mi siervo, a quien sostengo;
a mi elegido, en quien tengo mis complacencias.
En él he puesto mi espíritu,
para que haga brillar la justicia sobre las naciones.
No gritará ni clamará,
no hará oír su voz en las plazas,
no romperá la caña resquebrajada,
ni apagará la mecha que aún humea.
Proclamará la justicia con firmeza,
no titubeará ni se doblegará,
hasta haber establecido el derecho sobre la tierra
y hasta que las islas escuchen su enseñanza.

Esto dice el Señor Dios,
el que creó el cielo y lo extendió,
el que dio firmeza a la tierra, con lo que en ella brota;
el que dio el aliento a la gente que habita la tierra
y la respiración a cuanto se mueve en ella:
"Yo, el Señor, fiel a mi designio de salvación,
te llamé, te tomé de la mano;
te he formado y te he constituido alianza de un pueblo,
luz de las naciones,
para que abras los ojos de los ciegos,
saques a los cautivos de la prisión
y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas".

 

+ Meditatio

El profeta Isaías nos invita durante esta semana a voltear nuestros ojos hacia el elegido de Dios, hacia su Mesías y Salvador. A ver en él la imagen de un hombre desecho por el pecado de la humanidad, a un hombre que ofreció su vida por la salvación de todos y cada uno de nosotros.

Para el hombre de hoy, tan acostumbrado a tener su mirada fija en las cosas del mundo, tan preocupado por todos los problemas que lo circundan, esta semana de reposo, puede ser una buena oportunidad para que su mirada se vuelva a fijar en Jesús, en aquél que nos dio la vida muriendo por cada uno de nosotros. Ciertamente las cosas del mundo son importantes, pero es aún más importante que nuestra vida esté centrada en Cristo, ya que esto es lo que hace que todas las demás cosas tomen su justo valor.

No dejes que esta semana sea una semana más, vuelve tu vista a Jesús, ora y lee su Palabra. Ojalá y lo puedas hacer con toda tu familia.

+ Oratio

Hoy alzo la mirada a ti Señor, déjame descubrirte durante todo este día, déjame encontrarte en cada paso que doy, déjame ver como aún caminas entre nosotros, escondiéndote; sin embargo, te pido que me dejes verte, en el atribulado, en el herido, el oprimido, déjame ver al verdadero Jesús; quiero descubrir tu sonrisa, tu caminar, tu mirada y tus palabras resonando en este mundo que parece tan apartado de ti, y a pesar de ello tu siempre estás más cercano.

Abre mis ojos, Señor, que quiero descubrirte, mirarte y amarte.

+ Operatio

Hoy estaré muy atento a descubrir a Jesús en las personas que me rodean, y cada vez que logre descubrirlo le demostraré tácitamente lo mucho que le amo.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 

viernes, 14 de marzo de 2008

La Palabra de hoy Viernes 14 de Marzo del 2008



Lectio Divina
Viernes 14 de Marzo del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   V Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  I Semana del Salterio Lecturas: Juan 10, 31-42 ; Salmo 17

Primera Lectura

Jeremías 20, 10-13

En aquel tiempo, dijo Jeremías:
"Yo oía las calumnias de la gente que decía:
''Denunciemos a Jeremías,
denunciemos al profeta del terror''.
Todos los que eran mis amigos espiaban mis pasos,
esperaban que tropezara y me cayera, diciendo:
''Si se tropieza y se cae, lo venceremos
y podremos vengarnos de él''.

Pero el Señor, guerrero poderoso, está a mi lado;
por eso mis perseguidores
caerán por tierra y no podrán conmigo;
quedarán avergonzados de su fracaso
y su ignominia será eterna e inolvidable.

Señor de los ejércitos, que pones a prueba al justo
y conoces lo más profundo de los corazones,
haz que yo vea tu venganza contra ellos,
porque a ti he encomendado mi causa.

Canten y alaben al Señor,
porque él ha salvado la vida de su pobre
de la mano de los malvados".

 

+ Meditatio

Ciertamente Jeremías tenía muchos enemigos que se oponían a su predicación, y con ello a que se realizara la voluntad de Dios. Hoy nosotros podríamos decir que tenemos un solo enemigo y es nuestro pecado, es todo aquello que, como en tiempos del profeta, se opone a que el Reino de los cielos se establezca, primeramente en nuestro corazón y después en todo nuestro entorno. Es una lucha iniciada en el paraíso y que continúa en nosotros hasta el último de nuestros días. Sin embargo, a diferencia del caso de Jeremías, nuestro enemigo ha sido ya vencido por Cristo. Si todavía tiene poder en nuestra vida y en nuestra sociedad es porque muchas veces nuestra adhesión a Cristo es solo parcial y no total.

Aprópiate de la victoria de Cristo. Esta es la única oportunidad de que, vencido nuestro enemigo, vivamos en la paz y la alegría de Dios.

+ Oratio

Señor, gracias por tu victoria, me apropio de ella, me declaro vencedor de la tentación, vencedor ante el pecado, vencedor en los momentos de crisis, vencedor a la hora de la prueba, vencedor incluso de la muerte, en fin, vencedor en todo por Ti, por tu gracia.

Dios mío, cuando el enemigo se levante contra mí para tentarme, cuando me critiquen por mi modo de vivir, cuando lo más sencillo sea huir o evadir una situación en verdad abrumadora, recuérdame, Señor, que tú salvas mi vida y me libras de la mano del malo, así podré alabarte y cantar de tu amor y tu bondad.

+ Operatio

Este día no bajaré la guardia, en las situaciones que ordinariamente me daría por vencido, desde las más sencillas hasta las más serias, no cederé; en las charlas difíciles, en los que no se dejan amar, en aquello de mi trabajo que en verdad me cuesta, en perdonar aquello que tanto trabajo me cuesta, intentaré y lo volveré a hacer, hasta que en esa situción en concreto experimente la victoria de Jesús.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 



jueves, 13 de marzo de 2008

La Palabra de hoy Jueves 13 de Marzo del 2008



Lectio Divina
Jueves 13 de Marzo del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   V Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  I Semana del Salterio Lecturas: Juan 8, 51-59 ; Salmo 104

Primera Lectura

Génesis 17, 3-9

Cuando Dios se le apareció, Abram se postró con el rostro en el suelo y Dios le dijo:

"Aquí estoy. Este es el pacto que hago contigo: Serás padre de una multitud de pueblos. Ya no te llamarás Abram, sino Abraham, porque te he constituido como padre de muchas naciones.

Te haré fecundo sobremanera; de ti surgirán naciones y de ti nacerán reyes. Contigo y con tus descendientes, de generación en generación, establezco un pacto perpetuo, para ser el Dios tuyo y de tus descendientes. A ti y a tus descendientes les daré en posesión perpetua toda la tierra de Canaán, en la que ahora vives como extranjero; y yo seré el Dios de ustedes".

Después le dijo Dios a Abraham: "Por lo que a ti toca, tú y tus descendientes guardarán mi pacto de generación en generación".

 

+ Meditatio

Ya en la víspera de iniciar la celebración de los misterios que nos dieron vida, la Palabra de Dios nos invita a reflexionar sobre el cumplimiento de las promesas que Dios nos ha hecho. De la misma manera que Dios, ante la fidelidad de Abraham, cumplió la alianza y la promesa que le había hecho; así, Jesús, el Verbo Encarnado, cumple en nosotros todas las promesas que nos ha hecho; especialmente como a Abraham la de la tierra prometida, promesa que en Cristo se refiere al Reino, lugar en el que se desarrolla la felicidad, la alegría y la paz perfecta que Dios nos ofrece. Para ello nos pide que le seamos fieles, que nos avoquemos a cumplir la ley que, a través de Jesús, nos ha hecho conocer, y que es la ley del amor. Es por ello que en la medida en que nos esforzamos en vivir de acuerdo a la caridad, en esa medida nuestra vida va adquiriendo las características del Reino, es decir: justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

Esfuérzate este día en vivir el amor; dale una sonrisa a todo el que te encuentres en el camino, ábrele tu corazón al hermano que te buscará hoy, acepta el reto de servir con ánimo generoso. Te darás cuenta al final de tu día que efectivamente Dios ha cumplido en ti su promesa y te habrá renovado.

+ Oratio

Te estoy profundamente agradecido, Señor, por dejarme experimentar tu amor, por dejarme experimentar el cumplimiento de tus promesas, porque tú no dejas que ninguna palabra tuya caiga, tu cumples, Señor, siempre cumples y yo experimento día a día tu amor y tu bondad para conmigo. Te pido, Dios mío, que cuides que mis pasos siempre estén dirigidos a la tierra prometida, a ese Reino de dicha y felicidad que me está preparado. Gúardame Señor y que toda mi vida y mi entorno estén orientados hacia la bienaventuranza eterna.

+ Operatio

Este día, a todos los que encuentre, les expresaré lo dichoso que soy y la felicidad que hay en mi vida; con un gesto, una sonrisa, un abrazo, un detalle, pero será claro que soy feliz.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 


miércoles, 12 de marzo de 2008

La Palabra de hoy Miércoles 12 de Marzo del 2 008


Lectio Divina
Miércoles 12 de Marzo del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   V Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  I Semana del Salterio Lecturas: Juan 8, 31-42 ; Daniel 3

Primera Lectura

Daniel 3, 14-20. 49-50. 91-92. 95

En aquellos días dijo el rey Nabucodonosor; "¿Es cierto, Sedrak, Mesak y Abednegó, que no quieren servir a mis dioses, ni adorar la estatua de oro que he mandado levantar? Pues bien, si no es cierto, estén dispuestos para que, al oír sonar el cuerno, la flauta, la cítara, el salterio, la chirimía y toda clase de instrumentos, se postren y adoren la estatua que he mandado hacer. Pero si no la adoran, serán arrojados inmediatamente a un honro encendido. ¿Y qué dios podrá librarlos entonces de mis manos?"

Pero Sedrak, Mesak y Abednegó contestaron al rey Nabucodonosor: "No es necesario responder a tu pregunta, pues el Dios a quien servimos puede librarnos del horno encendido y nos librará de tus manos; y aunque no lo hiciera, sábete que de ningún modo serviremos a tus dioses, ni adoraremos la estatua de oro, que has mandado levantar".

Entonces Nabucodonosor se enfureció y la expresión de su rostro cambió para Sedrak, Mesak y Abednegó. Mandó encender el horno y aumentar la fuerza del fuego siete veces más de lo acostumbrado. Después ordenó que alguno de los hombres más fuertes de su ejército ataran a Sedrak, Mesak y Abednegó y los arrojaran al horno encendido.

Pero el ángel del Señor bajó del cielo, se puso junto a ellos, apartó las llamas y produjo en el horno un frescor como de brisa y de rocío, y el fuego no los atormentó, ni los hirió, ni siquiera los tocó. El rey Nabucodonosor, estupefacto, se levantó precipitadamente y dijo a sus consejeros: "¿Acaso no estaban atados los tres hombres que arrojamos al honro?" Ellos contestaron: "Sí, señor". El rey replicó: "¿Por qué, entonces, estoy viendo cuatro hombres sueltos, que se pasean entre las llamas, sin quemarse? Y el cuarto, parece un ángel".

Nabucodonosor los hizo salir del horno y exclamó: "Bendito sea el Dios de Sedrak, Mesak y Abednegó, que ha enviado a su ángel para librar a sus siervos, que confiando en él, desobedecieron la orden del rey y expusieron su vida, antes que servir y adorar a un dios extraño".

 

+ Meditatio

La verdadera fe se expresa en la fidelidad y la fidelidad se expresa en los momentos de crisis, cuando se puede perder todo, cuando todo puede depender de nuestra actitud hacia Dios, cuando preferimos, incluso la misma muerte, que el ofender a Dios con nuestra infidelidad. Si muchas veces notamos en nuestra comunidad cristiana tibieza, la causa es una falta de compromiso y de fidelidad TOTAL a Dios. En este pasaje hemos leído como estos tres hombres fueron capaces de desobedecer al rey, y con ello pusieron en juego su propia vida. Ellos sabían que Dios es poderoso para salvarlos, sin embargo, su fidelidad no estaba basada en la posibilidad de que Dios los salvara, pues a pesar de que ésto no sucediera, ellos jamás le serían infieles.

Pensemos en cuántas veces nosotros le hemos dicho a Dios: "Haré esto o lo otro si tú me das a cambio..." Nuestro Dios no es un Dios de "trueques". Le amamos o no le amamos, le somos o no fieles, sin que ésto dependa de lo que nos pueda o quiera dar. Por ello, la crisis y la tentación son la mejor oportunidad que tenemos para probarle a Dios si verdaderamente le amamos y le somos fieles.

+ Oratio

Bendito seas, Señor Dios, pues eres grande, poderoso, misericordioso y protector. Quiero agradecerte por todas las ocasiones en que me has librado de las llamas del enemigo; todas aquellas ocasiones en que no has permitido que sucumba ente la tentación y me has dado de tu gracia para mantenerme fiel. Quiero decirte, Señor, que es mi deseo permanecer fiel a ti, y que aun cuando mi vida estuviera en riesgo por causa de ello, estoy dispuesto a permanecer firme hasta el final, pues mi anhelo eres tú, Señor, y sé que si soy fiel estaré a tu lado eternamente; dame de tu Espíritu Santo para tener la fuerza necesaria a la hora de la prueba. Amén.

+ Operatio

Hoy, en mi trabajo o con mis conocidos, haré algo que me evidencíe como verdadero cristiano delante de los que están a mi alrededor. A partir de hoy no volveré a ser un cristiano a escondidas, sino que expresaré mi fe libremente sin importar los costos que eso implique.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro


lunes, 10 de marzo de 2008

La Palabra de hoy Lunes 10 de Marzo del 2008




Lectio Divina
Lunes 10 de Marzo del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   V Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  I Semana del Salterio Lecturas: Juan 8, 1-11 ; Salmo 22

Primera Lectura

Daniel 13,1-9. 15-17.19-30.33-62

En aquel tiempo vivía en Babilonia un hombre llamado Joaquín, casado con Susana, hija de Quelcías, mujer muy bella y temerosa de Dios. Sus padres eran virtuosos y habían educado a su hija según la ley de Moisés. Joaquín era muy rico y tenía una huerta contigua a su casa, donde solían reunirse los judíos, porque era estimado por todos. Aquel año habían sido designados jueces dos ancianos del pueblo; eran de aquellos de quienes había dicho el Señor: "En Babilonia, la iniquidad salío de ancianos elegidos como jueces, que pasaban por guías del pueblo". Estos frecuentaban la casa de Joaquín y los que tenían litigios que resolver acudían ahí a ellos. Hacia el mediodía, cuando toda la gente se había retirado ya, Susana entraba a pasear en la huerta de su marido. Los dos viejos la veían entrar y pasearse diariamente, y se encendieron de pasión por ella, pervirtieron su corazón y cerraron sus ojos para no ver al cielo ni acordarse de lo que es justo.

Un día, mientras acechaban el momento oportuno, salió ella, como de ordinario, con dos muchachas de su servicio, y como hacía calor, quiso bañarse en la huerta. No había nadie allí, fuera de los viejos, que la espiaban escondidos. Susana dijo a las doncellas: "Tráiganme jabón y perfumes, y cierren las puertas de la huerta mientras me baño". Apenas salieron las muchachas, se levantaron los dos viejos, corrieron hacia donde estaba Susana y le dijeron: "Mira: las puertas de la huerta están cerradas y nadie nos ve. Nosotros ardemos en deseos de ti. Consiente y entrégate a nosotros. Si no, te vamos a acusar de que un joven estaba contigo y que por eso despachaste a las doncellas". Susana lanzó un gemido y dijo: "No tengo ninguna salida; si me entrego a ustedes, será la muerte para mí; si resisto, no escaparé de sus manos. Pero es mejor para mí ser víctima de sus calumnias, que pecar contra el Señor". Y dicho esto, Susana comenzó a gritar. Los dos viejos se pusieron a gritar también y uno de ellos corrió a abrir la puerta del jardín. Al oír los gritos en el jardín, los criados se precipitaron por la puerta lateral para ver qué sucedía. Cuando oyeron el relato de los viejos, quedaron consternados, porque jamás se había dicho de Susana cosa semejante.

Al día siguiente, todo el pueblo se reunió en la casa de Joaquín, esposo de Susana, y también fueron los dos viejos, llenos de malvadas intenciones contra ella, para hacer que la condenaran a morir. En presencia del pueblo dijeron: "Vayan a buscar a Susana, hija de Quelcías y mujer de Joaquín". Fueron por Susana, quien acudió con sus padres, sus hijos y todos sus parientes. Todos los suyos cuantos la conocían, estaban llorando.

Se levantaron entonces los dos viejos en medio de la asamblea y pusieron sus manos sobre la cabeza de Susana. Ella, llorando, levantó los ojos al cielo, porque su corazón confiaba en el Señor. Los viejos dijeron: "Mientras nosotros nos paseábamos solos por la huerta, entró ésta con dos criadas, luego les dijo que salieran y cerró la puerta. Entonces se acercó un joven que estaba escondido y se acostó con ella. Nosotros estábamos en un extremo de la huerta, y al ver aquella infamia, corrimos hacia ellos y los sorprendimos abrazados. Pero no pudimos sujetar al joven, porque era más fuerte que nosotros; abrió la puerta y se nos escapó. Entonces detuvimos a ésta y le preguntamos quién era el joven, pero se negó a decirlo. Nosotros somos testigos de todo esto". La asamblea creyó a los ancianos, que había calumniado a Susana, y la condenaron a muerte.

Entonces Susana, dando fuertes voces, exclamó: "Dios eterno, que conoces los secretos y lo sabes todo antes de que suceda, tú sabes que éstos me han levantado un falso testimonio. Y voy a morir sin haber hecho nada de lo que su maldad ha tramado contra mí". El Señor escuchó su voz. Cuando llevaban a Susana al sitio de la ejecución, el Señor hizo sentir a un muchacho, llamado Daniel, un santo impulso de ponerse a gritar: "Yo no soy responsable de la sangre de esta mujer".

Todo el pueblo se volvió a mirarlo y le preguntaron: "¿Qué es lo que estás diciendo?" Entonces Daniel, de pie en medio de ellos, les respondió: "Israelitas, ¿cómo pueden ser tan ciegos? Han condenado a muerte a una hija de Israel, sin haber investigado y puesto en claro la verdad. Vuelvan al tribunal, porque ésos le han levantado un falso testimonio. Todo el pueblo regresó de prisa y los ancianos dijeron a Daniel: "Ven a sentarte en medio de nosotros y dinos lo que piensas, puesto que Dios mismo te ha dado la madurez de un anciano". Daniel les dijo entonces: "Separen a los acusados, lejos el uno del otro, y yo los voy a interrogar". Una vez separados, Daniel mandó llamar a uno de ellos y le dijo: "Viejo en años y en crímenes, ahora van a quedar al descubierto tus pecados anteriores, cuando injustamente condenabas a los inocentes y absolvías a los culpables, contra el mandamiento del Señor: No matarás al que es justo e inocente. Ahora bien, si es cierto que los viste, dime debajo de qué árbol estaban juntos". Él respondió: "Debajo de una acacia". Daniel le dijo: "Muy bien. Tu mentira te va a costar la vida, pues ya el ángel ha recibido de Dios tu sentencia y te va a partir por la mitad". Daniel les dijo que se lo llevaran, mandó traer al otro y le dijo: "Raza de Canaán y no de Judá, la belleza te sedujo y la pasión te pervirtió el corazón. Lo mismo hacían ustedes con las mujeres de Israel, y ellas, por miedo, se entregaban a ustedes. Pero una mujer de Judá no ha podido soportar la maldad de ustedes. Ahora dime, ¿bajo que árbol los sorprendiste abrazados?" Él contestó: "Debajo de una encina". Replicó Daniel: "También a ti tu mentira te costará la vida. El ángel del Señor aguarda ya con la espada en la mano, para partirte por la mitad. Así acabará con ustedes".

Entonces toda la asamblea levantó la voz y bendijo a Dios, que salva a los que esperan en él. Se alzaron contra los dos viejos, a quienes, con palabras de ellos mismos, Daniel había convencido de falso testimonio, y les aplicaron la pena que ellos mismos habían maquinado contra su prójimo. Para cumplir con la ley de Moisés, los mataron, y aquel día se salvó una vida inocente.

 

+ Meditatio

Esta historia de Susana, nos deja ver lo que significa el haber tomado la decisión de no pecar llegando, incluso, a preferir la muerte que serle infiel al Señor. Al ir llegando al final de nuestra cuaresma, qué bueno sería que cada uno de nosotros haya progresado lo suficiente en su proceso de conversión que lo lleve a tomar la decisión de no pecar más. Si bien es cierto que esto no depende exclusivamente de nuestras fuerzas, pues siempre el pecado será mas fuerte y astuto que nosotros, pero con la gracia de Dios: sí es posible. Una de las razones por las que no se avanza en el camino de la gracia es el hecho de no haber tomado la resolución concreta y decirle a Dios: "Con tu gracia no volveré a pecar NUNCA MAS". Esta decisión es la más importante de nuestra vida, pues es la que nos separa de la felicidad del Reino. Ciertamente que el decir "no pecaré mas", implica el dejar muchas o algunas cosas que nos atraen e incluso nos fascinan; pero si en verdad queremos ser santos y vivir la plenitud del amor de Dios, no queda otro camino. ¡Decídete!

+ Oratio

Señor, tal vez alguna vez he dicho que renuncio al pecado, tal vez varias veces he recitado oraciones en donde incluye la encomienda de no pecar más y de huir de las ocasiones de pecado; pero hoy, Dios mío, lo hago con total conciencia y de corazón: "Renuncio al pecado en mi vida. Renuncio definitivamente, como Susana, preferiría morir que pecar nuevamente contra ti".

Sostenme con tu gracia y tu misericordia para lograr matener en buen cumplimiento esta decisión que hoy hago; sé muy bien que por mi propia fuerza no podré, así que me confío a la acción de tu Espíritu Santo y a la intercesión de mi madre María. Amén.

+ Operatio

Hoy buscaré las promesas bautismales y las renovaré en lo personal, en oración delante de Dios.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 

viernes, 7 de marzo de 2008

La Palabra de hoy Viernes 7 de Marzo del 2008



Lectio Divina
Viernes 7 de Marzo del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   IV Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  IV Semana del Salterio Lecturas: Juan 7, 1-2. 10. 25-30 ; Salmo 33

Primera Lectura

Sabiduría 2, 1. 12-22

Los malvados dijeron entre sí, discurriendo equivocadamente:
"Tendamos una trampa al justo,
porque nos molesta y se opone a lo que hacemos;
nos echa en cara nuestras violaciones a la ley,
nos reprende las faltas contra los principios en que fuimos educados.
Presume de que conoce a Dios
y se proclama a sí mismo hijo del Señor.

Ha llegado a convertirse en un vivo reproche
de nuestro modo de pensar
y su sola presencia es insufrible,
porque lleva una vida distinta de los demás
y su conducta es extraña.
Nos considera como monedas falsas
y se aparta de nuestro modo de vivir como de las inmundicias.
Tiene por dichosa la suerte final de los justos
y se gloría de tener por padre a Dios.

Veamos si es cierto lo que dice,
vamos a ver qué le pasa en su muerte.
Si el justo es hijo de Dios,
él lo ayudará y lo librará de las manos de sus enemigos.
Sometámoslo a la humillación y a la tortura
para conocer su temple y su valor.
Condenémoslo a muerte ignominiosa,
porque dice que hay quien mire por él".

Así discurren los malvados, pero se engañan;
su malicia los ciega.
No conocen los ocultos designios de Dios,
no esperan el premio de la virtud,
ni creen en la recompensa de una vida intachable.

 

+ Meditatio

Este hermoso pasaje referido sin lugar a dudas a Cristo es perfectamente aplicable a todos los que como Jesús buscan vivir de acuerdo al proyecto de Dios. Y es que un cristiano que vive de acuerdo al Evangelio, será siempre contestado y rechazado por los demás, ya que su manera de vivir los pone en evidencia. La manera en que concibe la justicia, el amor, la verdad hace que los que viven de acuerdo a este mundo se sientan agredidos y, en muchas ocasiones, hasta descubiertos en sus malas acciones. Por ello los rechazan, los segregan de sus grupos sociales y los tienen por menos. Este rechazo del mundo es de alguna manera la prueba sustancial de nuestra pertenencia a Cristo, y esta pertenencia es la que hace que la vida de los discípulos del Señor sea plena, recibiendo de él el amor, la consolación y la paz perdurable.

No te dejes engañar por los criterios de este mundo, que te ofrece felicidad pasajera y placer que sólo corrompe. Sé fiel al Señor y él te mostrará la gloria y producirá en tu corazón el gozo y la paz que no pasan nunca.

+ Oratio

Haz, Señor, que mi vida contraste con la vida de los que no te siguen, que me oponga a las violaciones que hacen a tu Ley Santa; que ellos y todos puedan ver que te conozco, te amo y que soy tu hijo.

Que sea yo un vivo reproche de su modo de pensar y que con solo mi presencia baste para hacerte presente, porque llevo una vida distinta de los demás y mi conducta les parece extraña.

Apárteme de su modo de vivir como de las inmundicias, pues tengo por dichosa la suerte final de los justos y me glorío de tenerte por Padre.

Que lo que digo sea cierto, sé tú quien me ayudes y me libres del mal para que no padezca la aflicción de los que no te aman. Y si he de ser sometido a la humillación, que se dé a conocer por ti mi temple y valor.

+ Operatio

Este día haré una lista de las cosas que en mi vida son distintas de los que no conocen a Dios y agregaré algunos puntos que serán un compromiso para estos días santos.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 


jueves, 6 de marzo de 2008

La Palabra de hoy Jueves 6 de Marzo del 2008


Lectio Divina
Jueves 6 de Marzo del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   IV Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  IV Semana del Salterio Lecturas: Juan 5, 31-47 ; Salmo 105

Lectio Divina

Exodo 32, 7-14

En aquellos días, dijo el Señor a Moisés: "Anda, baja del monte, porque tu pueblo, el que sacaste de Egipto, se ha pervertido. No tardaron en desviarse del camino que yo les había señalado. Se han hecho un becerro de metal, se han postrado ante él y le han ofrecido sacrificios y le han dicho: 'Este es tu Dios, Israel; es el que te sacó de Egipto'".

El Señor le dijo también a Moisés: "Veo que éste es un pueblo de cabeza dura. Deja que mi ira se encienda contra ellos hasta consumirlos. De ti, en cambio, haré un gran pueblo".

Moisés trató de aplacar al Señor, su Dios, diciéndole: "¿Por qué ha de encenderse tu ira, Señor, contra este pueblo que tú sacaste de Egipto con gran poder y vigorosa mano? ¿Vas a dejar que digan los egipcios: ''Los sacó con malas intenciones, para hacerlos morir en las montañas y borrarlos de la superficie de la tierra?'' Apaga el ardor de tu ira, renuncia al mal con que has amenazado a tu pueblo. Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Jacob, siervos tuyos, a quienes juraste por ti mismo, diciendo: 'Multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo y les daré en posesión perpetua toda la tierra que les he prometido''".

Y el Señor renunció al castigo con que había amenazado a su pueblo.

 

+ Meditatio

De nuevo surge el tema y la importancia de la intercesión. ¿Qué habría sido del pueblo de Israel y qué sería de nosotros sin personas como Moisés, que incesantemente oran a Dios para que derrame su amor y su misericordia sobre nosotros, sobre todo cuando nos encontramos lejos de él? Pecar no es algo que sea extraño para ninguno de nosotros, y sabemos bien por experiencia que no siempre es fácil salir del pecado, éste nos paraliza y nos ciega impidiéndonos regresar al amor de Dios. Es precisamente aquí en donde necesitan nuestra oración aquellos que, sea porque no conocen aún a Dios o porque se han alejado de él pensando que lejos de su amor encontrarían felicidad, paz y gozo. Por ello, dentro de tu oración personal acostúmbrate, como nos lo pedía la Santísima Virgen en Fátima, a orar por la conversión de los pecadores. Si todos hacemos esto, dado que todos somos pecadores, estaremos orando unos por otros, sin embargo, no te olvides de decir: Señor, en tu infinito amor, acuérdate sobre todo de los que hoy estarán más necesitados de tu misericordia.

+ Oratio

Señor, te pido por todos aquellos que no te conocen, por los que se están perdiendo entre los distractores del mundo y los apetitos de la carne; por los que tienen los ojos cegados y la cabeza dura a tu verdad; por los que tienen el entendimiento tan entenebrecido que no saben lo que es la fe.

Te pido por todos los que son incrédulos en el mundo, pero especialmente te pido por los incrédulos que están muy cerca de mí, y para ello me ofrezco yo mismo, para que me uses como mejor convenga a tu santa voluntad para que pueda iluminar su corazón y su mente y así te conozcan a Ti que eres bondad infinita.

+ Operatio

Este día haré un oración especial por cinco personas a mi alrededor que necesitan desesperadamente conocer a Dios, y les haré llegar una nota, un mensaje o algo que les hable de Dios.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 

martes, 4 de marzo de 2008

La Palabra de hoy Martes 4 de Marzo del 2008


Lectio Divina
Martes 4 de Marzo del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   IV Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  IV Semana del Salterio Lecturas: Juan 5, 1-16 ; Salmo 45

Lectio Divina

Ezequiel 47, 1-9. 12

En aquellos tiempos, un hombre me llevó a la entrada del templo. Por debajo del umbral manaba agua hacia el oriente, pues el templo miraba hacia el oriente, y el agua bajaba por el lado derecho del templo, al sur del altar.

Luego me hizo salir por el pórtico del norte y dar la vuelta hasta el pórtico que mira hacia el oriente, y el agua corría por el lado derecho. Aquel hombre salió hacia el oriente, y con la cuerda que tenía en la mano, midió quinientos metros y me hizo atravesar por el agua, que me daba a los tobillos. Midió otros quinientos metros y me hizo pasar; el agua me daba a las rodillas. Midió quinientos más y me hizo cruzar; el agua me daba a la cintura. Era ya un torrente que yo no podía vadear, pues habían crecido las aguas y no se tocaba el fondo. Entonces me dijo: "¿Has visto, hijo de hombre?"

Después me hizo volver a la orilla del torrente, y al mirar hacia atrás, vi una gran cantidad de árboles en una y otra orilla. Aquel hombre me dijo: "Estas aguas van hacia la región oriental; bajarán hasta el Arabá, entrarán en el mar de aguas saladas y lo sanearán. Todo ser viviente que se mueva por donde pasa el torrente, vivirá; habrá peces en abundancia, porque los lugares a donde lleguen estas aguas quedarán saneados y por dondequiera que el torrente pase, prosperará la vida. En ambas márgenes del torrente crecerán árboles frutales de toda especie, de follaje perenne e inagotables frutos. Darán frutos nuevos cada mes, porque los riegan las aguas que manan del santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas, de medicina".

 

+ Meditatio

Jesús ha venido para hacerlo todo nuevo, para darnos una vida nueva. De la misma manera como el agua de la profecía de Ezequiel cambiaba el mar en agua dulce, así el amor y la gracia de Dios transforman nuestra amargura, soledad y frustración en paz y gozo. Nos fecunda para que nuestra vida estéril dé fruto y para que este fruto permanezca. Esta pausa que hace la Cuaresma nos recentra en nuestra vida cristiana y nos hace desear con todas nuestras fuerzas que los frutos de la redención se hagan presentes en nosotros, en nuestra vida y en nuestra familia. El Agua pura del Espíritu vivifica, renueva, sana. Si quieres que este efecto vivificador de Dios se vaya realizando en tu vida, incrementa un poco tu oración, verás entonces grandes y profundos cambios en tu vida.

+ Oratio

Señor, condúceme a las aguas profundas de la presencia de tu Santo Espíritu, quiero que ese torrente de tu amor, de tu gracia y de tu poder me sature y me sumerja en una vida plena y llena de ti.

Haz, Señor, que ese torrente de tu Espíritu fluya en todo mi ser; limpia mi amargura y transfórmala en dulzura y alegría; que ese río se acreciente en mi vida, pues sé que todo lugar por donde pasa prospera, y quiero que esto se real en mí, quiero prosperar por tu Espíritu, que pueda dar fruto abundante y que incluso sea yo mismo una bendición, salud y dicha para los que me rodean.

+ Operatio

Hoy buscaré alguna oración al Espíritu Santo para repetirla constantemente en el día. Y además buscaré ser bendición para alguna persona a mi alrededor.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 

lunes, 3 de marzo de 2008

La Palabra de hoy Lunes 3 de Marzo del 2008



Lectio Divina
Lunes 3 de Marzo del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   IV Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  IV Semana del Salterio Lecturas: Juan 4, 43-54 ; Salmo 29

Primera Lectura

Isaías 65, 17-21

Esto dice el Señor:
"Voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva;
ya no recordaré lo pasado,
lo olvidaré de corazón.

Se llenarán ustedes de gozo y de perpetua alegría
por lo que voy a crear:
Convertiré a Jerusalén en júbilo
y a mi pueblo en alegría.
Me alegraré por Jerusalén y me gozaré por mi pueblo.
Ya no se oirán en ella gemidos ni llantos.

Ya no habrá niños que vivan pocos días,
ni viejos que no colmen sus años
y al que no los alcance se le tendrá por maldito.
Construirán casas y vivirán en ellas,
plantarán viñas y comerán sus frutos".

 

+ Meditatio

Esta semana, después de haber ya trabajado en nuestra vida de conversión por espacio de tres semanas, la liturgia nos invita a reflexionar sobre los frutos de esta conversión. Inicia presentándonos este pasaje de Isaías en el cual nos dice que el Señor "no se recordará de nuestra vida pasada", es decir, de nuestras infidelidades, de nuestra falta de amor y compromiso, de haber estado lejos de él. Dios nos ofrece "un cielo nuevo y una tierra nueva", que es decir, una nueva vía vivida en su amor y en su paz. Para ello, es necesario que también nosotros nos perdonemos. Es increíble la cantidad de personas que acuden al sacramento de la reconciliación en donde recibe el perdón de Dios y con ello el olvido de sus faltas, pero que apenas salen de ahí y continúan llenas de remordimientos y sin paz. Esto es porque no se han perdonado a sí mismos, esto es dudar del perdón, del amor y de la misericordia de Dios. Si bien es cierto que el pecado nos lastima y hiere también, lo es que el amor de Dios todo lo sana y todo lo perdona.

Reconoce en ti el amor y el perdón de Dios y disfruta ya en esta tierra de la felicidad de Dios.

+ Oratio

Señor, me entrego a ti, y te pido que bendigas mi vida, que me conduzcas a la vida de abundancia que prometiste; que el contacto constante contigo, me sature de alegría, aleje el dolor y el sufrimiento de mi caminar y que haga que prosperes el trabajo de mis manos y mis obras, que contribuyen para la instauración de tu Reino en estos días.

No solo te pido que me alegres, sino además es mi deseo agradarte con mi vida, dame tu gracia Señor, para que con mis acciones pueda yo llenarte de júbilo y alegría, que puedas decir que te complaces con mi vida.

+ Operatio

Este día haré una acción concreta que agrade a Dios, como ayudar a un desconocido o un necesitado, hablarle de Dios a alguien, ir a misa, confesarme, demostrar claramente el amor a mis semejantes, etc.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 

viernes, 29 de febrero de 2008

La Palabra de hoy Viernes 29 de Febrero del 200 8



Lectio Divina
Viernes 29 de Febrero del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   III Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  III Semana del Salterio Lecturas: Marcos 12, 28-34 ; Salmo 80

Primera Lectura

Oseas 14, 2-10

Esto dice el Señor Dios:
"Israel, conviértete al Señor, Dios tuyo,
pues tu maldad te ha hecho sucumbir.
Arrepiéntanse y acérquense al Señor para decirle:
''Perdona todas nuestras maldades,
acepta nuestro arrepentimiento sincero,
que solemnemente te prometemos.

Ya no nos salvará Asiria,
ya no confiaremos en nuestro ejército,
ni volveremos a llamar "dios nuestro"
a las obras de nuestras manos,
pues sólo en ti encuentra piedad el huérfano''.

Yo curaré sus infidelidades, dice el Señor,
los amaré aunque no lo merezcan,
porque mi cólera se ha apartado de ellos.
Seré para Israel como rocío;
mi pueblo florecerá como el lirio,
hundirá profundamente sus raíces, como el álamo,
y sus renuevos se propagarán;
su esplendor será como el del olivo
y tendrá la fragancia de los cedros del Líbano.

Volverán a vivir bajo mi sombra,
cultivarán los trigales y las viñas,
que serán tan famosas como las del Líbano.
Ya nada tendrá que ver Efraín con los ídolos.

Yo te he castigado, pero yo también te voy a restaurar,
pues soy como un ciprés, siempre verde,
y gracias a mí, tú das frutos.

Quien sea sabio, que comprenda estas cosas
y quien sea prudente, que las conozca.
Los mandamientos del Señor son rectos
y los justos los cumplen;
los pecadores, en cambio, tropiezan en ellos y fracasan".

 

+ Meditatio

Una da las cosas que más impresionan en este pasaje es la ternura de Dios para el pecador. Quizás algo que todavía debamos cambiar en nuestro corazón es nuestro concepto de Dios y de su amor infinito. Muchos de nosotros nos pareceríamos al hijo pródigo de la parábola contada por Jesús, el cual mientras caminaba de regreso al Padre todavía iba preparando su "excusa" o su defensa. El final de la parábola nos muestra que no necesitamos defensa ni excusa con Dios, pues Dios es un Padre tierno y amoroso que nos ama INCONDICIONALMENTE. Nos ama por lo que somos; SUS HIJOS y no por lo que hayamos o no hecho.

Aprovechemos los momentos cuaresmales para recibir el amor y el perdón incondicional de Dios, a través del Sacramento de la Reconciliación y déjate abrazar por él.

+ Oratio

Señor, me asombra tu amor y tu misericordia; gracias por perdonar todas mi maldades, por aceptar mi arrepentimiento sincero y porque cada vez, a pesar de que caigo y no cumplo mi palabra, tú has aceptado nuevamente mi promesa de volverme a ti. Cura, Dios mío, mis infidelidades, gracias por amarme aunque no lo que merezco; sé para mí como el rocío matinal, hazme florecer con la belleza y la dulzura de una nueva vida en Ti, una vida en donde permanezca bajo tu sombra, en donde pueda olvidarme de los ídolos por lo que tantas veces te he abandonado; restáurame, Señor, pues solo es por ti que yo puedo dar frutos. Dame la sabiduría necesaria para entender la justicia de tus mandamientos y la vida que de ellos procede, que no tropiece yo, Señor, y me extravíe de tu mano.

+ Operatio

En este día repasaré los mandamientos del Señor y confrontaré mi vida con ellos. Haré énfasis en los mandamientos que más he incumplido o pasado por alto y me haré consciente de cómo han afectado mi persona y la de los que me rodean.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 



miércoles, 27 de febrero de 2008

La Palabra de hoy Miércoles 27 de Febrero del 2008



Lectio Divina
Miércoles 27 de Febrero del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   III Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  III Semana del Salterio Lecturas: Mateo 5, 17-19 ; Salmo 147

Primera Lectura

Deuteronomio 4, 1. 5-9

En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo: "Ahora, Israel, escucha los mandatos y preceptos que te enseño, para que los pongan en práctica y puedan así vivir y entrar a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de sus padres, les va a dar.

Yo les enseño mandatos y preceptos, como me ordena el Señor, mi Dios, para que se ajusten a ellos en la tierra en que van a entrar y que van a tomar en posesión. Guárdenlos y cúmplanlos, porque ellos son su sabiduría y su prudencia a los ojos de los pueblos. Cuando tengan noticia de todos estos preceptos, se dirán: 'En verdad es pueblo sabio y prudente esta gran nación'. Porque, ¿cuál otra nación hay tan grande que tenga dioses tan cercanos como lo está nuestro Dios, siempre que lo invocamos? ¿Cuál es la gran nación cuyos mandatos y preceptos sean tan justos como toda esta ley que ahora les doy?

Pero ten cuidado y atiende bien: No vayas a olvidarte de estos hechos que tus ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida; al contrario, transmíteselos a tus hijos y a los hijos de tus hijos".

 

+ Meditatio

Si nos preguntásemos por qué vivimos en un mundo tan corrupto, lleno de injusticia, infidelidad, violencia, etc., quizás la respuesta sería: porque nos hemos olvidado de transmitir a nuestros hijos la verdad y la fe. Es triste que muchos de nosotros, la única instrucción que hemos tenido sobre la fe ha sido la catequesis apresurada para hacer la Primera Comunión. En muchas de nuestras casas nunca se habla de Dios, de sus mandamientos, de los valores y fundamentos del Evangelio. El autor del Deuteronomio, ya le advertía al pueblo de Israel: "No olvides ni dejes que se aparten de tu corazón estos mandamientos... sino transmítelos a tus hijos". Cuando el hombre se aleja de Dios y de sus mandamientos, todo se convierte en relativismo.

Démonos tiempo para compartir en nuestra casa la oración y la fe.

+ Oratio

Gracias Señor por tu Palabra, gracias porque tengo la oportunidad de escucharte a través de ella y recibir tu instrucción, mandatos, consejos y conocer tu voz.

Te pido perdón porque no me acerco a ella el tiempo que debería, porque aunque a veces la oigo, muchas veces no la escucho ni pongo en práctica lo que me dices en ella.

Especialmente te pido perdón porque no la transmito adecuadamente a mi familia, porque sea por mis palabras o testimonio no he sido lo suficientemente eficaz para despertar en ellos el interés por buscarte y vivir en ti.

Dame tu gracia, pon tus palabras en mi boca y que la unción de tu Espíritu me acompañe, para que así todos los de mi casa puedan experimentar el maravilloso amor que tienes por nosotros.

+ Operatio

En este día buscaré la oportunidad y compartir´ de una manera agradable algo bueno de lo que la Palabra de Dios me deja día con día.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 

martes, 26 de febrero de 2008

La Palabra de hoy Martes 26 de Febrero del 2008



Lectio Divina
Martes 26 de Febrero del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   III Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  III Semana del Salterio Lecturas: Mateo 18, 21-35 ; Salmo 24

Primera Lectura

Daniel 3, 25. 34-43

En aquel tiempo, Azarías oró al Señor, diciendo:
"Señor, Dios nuestro, no nos abandones nunca;
por el honor de tu nombre no rompas tu alianza;
no apartes de nosotros tu misericordia,
por Abraham, tu amigo,
por Isaac, tu siervo,
por Jacob, tu santo,
a quienes prometiste multiplicar su descendencia,
como las estrellas del cielo y las arenas de la playa.

Pero ahora, Señor, nos vemos empequeñecidos
frente a los demás pueblos
y estamos humillados por toda la tierra,
a causa de nuestros pecados.
Ahora no tenemos príncipe ni jefe ni profeta;
ni holocausto ni sacrificio ni ofrenda ni incienso;
ni lugar donde ofrecerte las primicias y alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón adolorido
y nuestro espíritu humillado,
como un sacrificio de carneros y toros,
como un millar de corderos cebados.
Que ése sea hoy nuestro sacrificio
y que sea perfecto en tu presencia,
porque los que en ti confían no quedan defraudados.

Ahora te seguiremos de todo corazón;
te respetamos y queremos encontrarte;
no nos dejes defraudados.
Trátanos según tu clemencia
y tu abundante misericordia.
Sálvanos con tus prodigios
y da gloria a tu nombre".

 

+ Meditatio

Para que podamos decir que se ha iniciado un proceso serio de conversión, es necesario que además del arrepentimiento, parte fundamental de esta, se pongan las bases para iniciar una nueva vida, una vida vivida en el Espíritu. En este pasaje vemos no sólo el arrepentimiento de Israel, sino el hecho de que ahora quieren "seguir, respetar y encontrar" al Señor. Pensemos en cuántas veces nos hemos confesado, sólo para salir del paso, sólo porque la ley lo manda, sólo para cumplir. En estas ocasiones hemos "expresado" nuestro pecado, pero: ¿Cuántas veces nos hemos arrepentido profundamente de manera que ya al ir ante el sacerdote nos hayamos propuesto cambiar? Y cambiar significa modificar lo que nos lleva al pecado y no sólo propósitos que la mayoría de las veces quedan en eso: "buenos propósitos".

Haz de esta Cuaresma una verdadera experiencia de conversión.

+ Oratio

Señor, me acerco a ti con un corazón abierto, con sencillez y humildad, y con esta actitud reconozco delante de tu presencia que mucho tiempo de mi vida he permanecido lejos del camino que hiciste para mí. Reconozco que los males que me han ocurrido son en buena medida porque he estado alejado de tu plan amoroso. Hoy te pido que, más que cualquier sacrificio, recibas mi corazón adolorido y mi espíritu humillado y arrepentido; confío en ti Señor y sé que no quedaré defraudado.<br><br>

Ahora te prometo, Dios mío, seguirte de todo corazón, respetarte y poner todo lo que esté de mi parte para encontrarte en cada situación de mi vida. Trátame según tu clemencia y abundante misericordia, sálvame con tus prodigios y da así gloria a tu Nombre que es bendito por los siglos de los siglos. Amén.

+ Operatio

Hoy haré un examen de conciencia profundo y honesto, y programaré mi siguiente confesión para antes de que termine este mes.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 

lunes, 25 de febrero de 2008

La Palabra de hoy Lunes 25 de Febrero del 2008



Lectio Divina
Lunes 25 de Febrero del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   III Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  III Semana del Salterio Lecturas: Lucas 4, 24-30 ; Salmo 41

Primera Lectura

2 Reyes 5, 1-15

En aquellos días, Naamán, general del ejército de Siria, gozaba de la estima y del favor de su rey, pues por su medio había dado el Señor la victoria a Siria. Pero este gran guerrero era leproso.

Sucedió que una banda de sirios, en una de sus correrías, trajo cautiva a una jovencita, que pasó luego al servicio de la mujer de Naamán. Ella le dijo a su señora: "Si mi señor fuera a ver al profeta que hay en Samaria, ciertamente él lo curaría de su lepra".

Entonces fue Naamán a contarle al rey, su señor: "Esto y esto dice la muchacha israelita". El rey de Siria le respondió: "Anda, pues, que yo te daré una carta para el rey de Israel". Naamán se puso en camino, llevando de regalo diez barras de plata, seis mil monedas de oro, diez vestidos nuevos y una carta para el rey de Israel que decía: "Al recibir ésta, sabrás que te envío a mi siervo Naamán, para que lo cures de la lepra".

Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras exclamando: "¿Soy yo acaso Dios, capaz de dar vida o muerte, para que éste me pida que cure a un hombre de su lepra? Es evidente que lo que anda buscando es un pretexto para hacerme la guerra".

Cuando Eliseo, el hombre de Dios, se enteró de que el rey había rasgado sus vestiduras, le envió este recado: "¿Por qué rasgaste tus vestiduras? Envíamelo y sabrá que hay un profeta en Israel". Llegó, pues, Naamán con sus caballos y su carroza, y se detuvo a la puerta de la casa de Eliseo. Este le mandó decir con un mensajero: "Ve y báñate siete veces en el río Jordán, y tu carne quedará limpia". Naamán se alejó enojado, diciendo: "Yo había pensado que saldría en persona a mi encuentro y que, invocando el nombre del Señor, su Dios, pasaría la mano sobre la parte enferma y me curaría de la lepra. ¿Acaso los ríos de Damasco, como el Abaná y el Farfar, no valen más que todas las aguas de Israel? ¿No podría bañarme en ellos y quedar limpio?" Dio media vuelta y ya se marchaba, furioso, cuando sus criados se acercaron a él y le dijeron: "Padre mío, si el profeta te hubiera mandado una cosa muy difícil, ciertamente la habrías hecho; cuanto más, si sólo te dijo que te bañaras y quedarías sano".

Entonces Naamán bajó, se bañó siete veces en el Jordán, como le había dicho el hombre de Dios, y su carne quedó limpia como la de un niño. Volvió con su comitiva a donde estaba el hombre de Dios y se le presentó, diciendo: "Ahora sé que no hay más Dios que el de Israel".

 

+ Meditatio

En este pasaje, es claro lo que significa tener fe y el apoyo de la comunidad. Fe es obedecer, aunque lo que se nos pida parezca una tontería, algo fuera de sentido. Naamán pensó que era una tontería lo que Eliseo le pedía y ya había decidido marcharse enfermo. Sin embargo, sus siervos (que podríamos identificar con la comunidad), lo convencieron de que hiciera lo que se le pedía. Resultado: quedó sano. En ocasiones nos encontramos con hermanos para los cuales la voluntad de Dios en ese momento resulta difícil de aceptar; decisiones que resultan ilógicas. Es entonces cuando la fe alcanza su valor máximo, y es cuando nosotros podemos ser el instrumento para ayudar a quien duda a continuar adelante y así llevarlo a hacer la voluntad de Dios.

Recuerda que la vida del Evangelio está llena de proposiciones que nos parecerían ilógicas (Para vivir hay que morir, por ejemplo), pero es en la obediencia de estas en donde encontramos la felicidad. Déjate conducir por Dios.

+ Oratio

Señor, te pido que me enseñes a obedecerte de un modo total, a no cuestionar lo que me pides, sino simplemente dejarme llevar por tu mano y tu instrucción.

Además Señor, ayúdame a ser lo suficientemente humilde para escuchar tu voz en todas las personas y circunstancias; que cuando alguien me dé un consejo o me instruya sobre algo, no mire su condición, sino que yo sea sensible a tu inspiración para discernir si ello viene de ti y así obrar en consecuencia.

Por último Señor, rodéame de una comunidad de personas que te busquen y que sepan aconsejarme cuando yo sea rebelde y de ese modo puedas rescatarme y sanarme. Yo abriré mi boca y diré como aquel hombre: "No hay Dios más que tú".

+ Operatio

En este día estaré muy atento para descubrir la voz de Dios en mis semejantes; y en cuanto la descubra obedeceré sin pretextos.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro