viernes, 16 de enero de 2009

UN ENCUENTRO CON SABOR A FAMILIA

Nuevo Pentecostés en la capital mexicana


CIUDAD DE MÉXICO, viernes, 16 enero 2008 (ZENIT.org-El Observador).- Son las 8:15 de la mañana en la Ciudad de México. El sol quiere dar la cara para saludar a la más populosa metrópoli de Latinoamérica, pero las nubes se lo impiden. Una leve llovizna se deja sentir en la zona de Santa Fe, al oeste de la capital mexicana, que contribuye a que la temperatura descienda a 6 grados centígrados.

El clima es frío pero no al interior de la sede del Congreso Teológico Pastoral del VI Encuentro Mundial de las Familias (EFM). Acá adentro la calidez no tiene qué ver con los termómetros. La calidez del encuentro fraterno vence a cualquier temperatura baja.

Poco a poco las instalaciones se van poblando. No hay una campana que indique la hora de la Misa, pero los congresistas saben que tienen una cita a las 8:30 de la mañana con el Dios, Padre amoroso, en la Eucaristía, en la mesa donde todos tienen lugar y nadie se siente extraño ni extranjero.

Al caminar por el gran corredor del centro de exposiciones Santa Fe y al deambular por los salones se pueden observar rostros blancos, morenos, amarillos, distintos, pues; sin embargo hay algo que homologa: la sonrisa presta a asomar a la menor provocación.

En este lugar se encuentran cerca de diez mil personas, según datos actualizados por los organizadores, provenientes de 98 países. Sería fácil intuir que esta diversidad convertiría al Encuentro en una pequeña Babel, sin embargo, nuevo Pentecostés, el Espíritu Santo suscita formas de entendimiento: gestos amables, sonrisas, señas simpáticas, intentos de expresión en un idioma que poco se conoce y hace gracioso "el diálogo".

Sin embargo todos los que se encuentran en el lugar sienten de manera viva su pertenencia a la Iglesia, y la oportunidad de encuentro con otras culturas ayuda a darse cuenta de la catolicidad de la Iglesia: "Ahora entiendo lo que significa ser católico", dice Laura, una mujer ecuatoriana, alzando la voz para hacerse oír en medio de la algarabía que reina en el largo pasillo del edificio.

"¿Por qué estoy aquí? Porque amo a mi familia, porque la familia vale la pena", dice Adilso un moreno joven brasileño, en un raro "portoñol", cuando se le cuestiona acerca de su presencia en el EMF.

Al avanzar por el edificio se pueden ver a los grupos nacionales, algunos ataviados con sus trajes típicos, lo que imprime un hermoso toque autóctono a la congregación. Los cantos populares se dejan oír, y poco a poco se van formando corrillos alrededor de los artistas emergentes.

Los seminaristas, enfundados en sotana, las religiosas --de todos colores y carismas-- deambulan por el sitio dando testimonio de su vocación --nacida en el seno de una familia, faltaba más-- con su sola presencia, inquietando a los y las jóvenes que vinieron a la reunión "a ver qué pescaban" y tal vez aquí "sean pescados".

Más allá una delegación de cubanos atrae la atención de muchos asistentes. "¡Foto, foto!", piden algunos. Y los hermanos cubanos, como si ya lo hubieran ensayado, se colocan para la pedida placa. Más que simpatía, los hermanos de la isla, reciben muestras de solidaridad: "Ánimo, hermanos, Cristo es el Camino", se escucha de un espontáneo.

Tal vez todo hubiera parado en una manifestación pública de apoyo a los cubanos, si no es que se escucha una voz: "Ahí viene la Virgen de Guadalupe". Tanto en los pasillos, como en el salón de plenarias -donde los conductores del día dan indicaciones para la recepción de la Imagen de la guadalupana- los congresistas estallan en aplausos y vivas. Espontáneamente brota el universal canto: "Desde el cielo una hermosa mañana...", y aquello se convierte en cosa de locos; locos de amor, locos de Cristo, locos de la Morenita del Tepeyac, claro está.

Y ese es el clima que impera en todo momento. Llegan las conferencias y los participantes hacen silencio y tratan de imitar a la santísima Virgen, guardando en el corazón todo lo que escuchan, para después compartirlo como "discípulos y misioneros".

Se suceden las horas y el ánimo no decae. Vienen los descansos organizados, la comida, el momento de pasear por la Expo Familia, la oportunidad de compartir con otras familias a la hora de los alimentos.

Hoy, igual que ayer, o que el tercer día del congreso, las actividades van terminando, las voces se irán apagando, los salones quedarán vacíos, las luces dejarán su lugar a la oscuridad, pero en los corazones de cada uno de los asistentes la presencia de los hermanos, que también lo es de Dios, quedará viva; el ideal de la familia, motivo de reunión, será motor para volver a la vida cotidiana. Después de todo el Encuentro ha hecho sentir a todos que somos familia, familia de Dios.

Por Gilberto Hernández García


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EL CONGRESO DE LAS FAMILIAS YA DA SUS PRIMEROS FRUTOS

Según el padre Sergio Omar Sotelo Aguilar


CIUDAD DE MÉXICO, jueves, 15 enero 2009 (ZENIT.org-El Observador).- Reflexión sobre los problemas de la familia, nueva colaboración entre expertos y asociaciones familiares, compromiso por promover los valores..., estos son algunos de los frutos que ya está dando el Congreso Teológico Pastoral que prepara el Encuentro Mundial de las Familias.

Así lo constata en esta entrevista el padre Sergio Omar Sotelo Aguilar SSP, secretario ejecutivo de la Comisión para la Pastoral de la Comunicación de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

--¿Cómo ha transcurrido la segunda jornada del VI Congreso Mundial de las Familias?

--Padre Omar Sotelo: Iniciamos la jornada con la entronización de una réplica fiel de la imagen de la Virgen de Guadalupe, que en 1531 quedó impresa en el ayate de San Juan Diego y hasta la fecha se conserva intacta. Con este acto, la Virgen Morena se sigue haciendo presente con ese amor maternal que tiene por el pueblo de México y las familias del mundo entero.

Desde las primeras horas de la mañana los más de 10 mil congresistas de todo el mundo comenzaron a reunirse en la sala de conferencias, en la Expo Familia, en las capillas y confesionarios, en la adoración al Santísimo Sacramento y en los encuentros de pasillo, con toda la riqueza de sacerdotes, obispos, cardenales, seminaristas, religiosas y voluntarios que participan en este evento. Es impresionante ver a miles de almas en un ambiente de tanta cercanía y comunión.

--¿Qué temas fueron los más relevantes en la mesa redonda de ayer?

--Padre Omar Sotelo: La mesa redonda referente a los organismos que ayudan a la familia en la formación de los valores, fue presidida por el Cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos.

La primera intervención fue la del padre Saúl Ragoitia, párroco de la diócesis de Querétaro, quien comentó que actualmente los valores son difícilmente transmitidos, por lo que las familias necesitan apoyo para educar a sus hijos y es precisamente la parroquia uno de los principales soportes para esta tarea.

Por su parte la señora Marilyn Barrio, representante del movimiento de los Focolares, aseguró que la familia tiene una función fundamental e insustituible como transmisora de valores a las nuevas generaciones, y afirmó que actualmente "la familia también contiene el ADN de todas las heridas y los dramas de nuestro tiempo".

El padre Álvaro Corcuera, director general del Regnum Christi y los Legionarios de Cristo, aclaró que su congregación y movimiento de apostolado no busca ser protagonista, sino servir y colaborar con todas las demás realidades eclesiales.

En representación del Camino Neocatecumenal, Giovanni Stirati, explicó que el neocatecumenado busca evangelizar a la familia que vive en medio de múltiples desafíos en la sociedad actual.

Por su parte, el movimiento Schönstatt expuso testimonios muy positivos de la forma de vida cuando el amor de María es el centro de las familias.

El doctor Eduardo Zainos, representante del Instituto Superior de Estudios para la Familia y de la Red de Universidades Anáhuac, comentó que la educación no es sólo una herramienta para adquirir conocimientos, para conocer aquello que nos rodea, sino un método de enseñanza en la vida ya que la transmisión de valores fundamentales se da mediante el valor supremo y por el cual se debe vivir: el amor.

--¿Qué frutos concretos considera que se obtendrán con estas jornadas?

--Padre Omar Sotelo: El fruto dependerá de la conciencia y generosidad que asumamos cada uno de nosotros, responsables de formar hoy en día a las presentes y futuras generaciones.

Como frutos inmediatos tenemos la reflexión profunda sobre temas y problemáticas que afectan a la familia en el mundo de hoy, la posibilidad de interactuar y conocer realidades de familias y expertos de todo el mundo y sobre todo el compromiso, como lo mencionó el presidente Felipe Calderón, de dar testimonio, de ser familias capaces de conformar una sociedad más justa y más humana basada en los valores universales y cristianos.

--¿Han venido representantes de muchos países al Encuentro?

--Padre Omar Sotelo: Aproximadamente 80 países, este aspecto es quizá uno de los más notorios, además de que ha habido una nutrida participación, las familias y los congresistas vienen de los cinco continentes. La participación de familias y asistentes de África es particularmente destacada, constatando que sin importar la distancia y la diversidad cultural, el valor de la familia y la formación de los hijos es una constante en todas las culturas del mundo.

--Se ha mencionado mucho la Expo Familia, ¿qué nos puede decir al respecto?

--Padre Omar Sotelo: La Expo Familia del VI Encuentro Mundial de las Familias reúne a más de 150 expositores que se han dado cita para compartir diversos carismas y herramientas de apoyo para lograr un desarrollo sano y armónico en familia, tanto en lo económico como lo cultural y espiritual.

En ella se llevan a cabo relaciones de contacto entre expositores, movimientos religiosos, congregaciones, apostolados, programas de pastoral y patrocinadores generando una sinergia que nos manifiesta que no estamos solos en este camino a la consolidación de auténticas familias católicas.

Por Karna Swanson

MÉXICO, CAPITAL MUNDIAL DE LA MOVILIZACIÓN POR LA FAMILIA

Entrevista al coordinador del Encuentro Mundial, el padre José Guillermo Gutiérrez


CIUDAD DE MÉXICO, jueves, 15 enero 2009 (ZENIT.org-El Observador).- México, capital mundial de las familias por unos días, depara todavía sorpresas para quienes siguen de cerca o de lejos el VI Encuentro Mundial, asegura el padre José Guillermo Gutiérrez Fernández, del Consejo Pontificio para la Familia, coordinador del acontecimiento.

En esta entrevista concedida a ZENIT, el colaborador del Papa revela cómo Benedicto XVI ha seguido la preparación del evento, el toque "mexicano" que tienen los diferentes actos --celebrados bajo la protección de la Virgen de Guadalupe--, y asegura que provocará una movilización por la familia dentro y fuera del país.

--¿Cuál es la magnitud del VI Encuentro Mundial de las Familias?

--Padre Gutiérrez: El Encuentro es desde luego un evento maravilloso. Yo digo que convierte a México en la capital de las familias: gente de más de 90 países de todo el mundo. Está participando en la organización un grupo maravilloso de matrimonios en diversos encargos: hay más de 400 voluntarios entre gente joven, gente adulta, familias que acogen a otras familias en fin, es toda una movilización de la sociedad mexicana para este encuentro mundial.

Hace ver cómo la familia reúne, pues ha permitido que los agentes sociales interesados en la familia, tanto civiles como desde luego pastorales, interactúen para que este Encuentro Mundial sea un éxito. Todos con un mismo objetivo: sostener, apoyar a la familia, porque nos damos cuenta de que del bien de la familia depende del bien de la sociedad en su conjunto.

Otra iniciativa significativa ha sido la preparación del vitral de las familias: más de siete mil fotografías llegadas de lugares remotos de todo el planeta se han unido en este mosaico que conforma la imagen del Santo Padre Benedicto XVI y que hace ver plásticamente cómo la familia reúne.

Otra iniciativa interesante es el bosque de las familias, con el que las familias se empeñan a reforestar algunas zonas, creando con este bosque una conciencia ecológica: un valor importantísimo que hay que formar hoy en día.

También está la campana de las familias, en la cual las personas dan un objeto de metal, como es una llave, por ejemplo, para fundir una campana, que nos recuerde a todos nuestra necesidad de construir y de empeñarnos juntos para hacer de nuestra familia una familia fuerte, una familia bella, una experiencia bella de esta solidaridad y de humanidad.

--El Papa Benedicto XVI está presente en este VI Encuentro Mundial de las Familias. ¿Podría revelarnos detalles de la participación del Santo Padre?

--Padre Gutiérrez: Yo he tenido la gracia de estar con el Santo Padre hace unos días acompañando al cardenal Ennio Antonelli, presidente del Consejo Pontificio para la Familia. He palpado en primera persona la involucración del Santo Padre en este encuentro mundial. Desde luego el Santo Padre está rezando por las familias, está rezando por México, está rezando por este sexto encuentro mundial y esto me parece que es la primera forma con la que el Santo Padre está presente en el encuentro.

En segundo lugar, hay que subrayar la delicadeza que ha tenido el Santo Padre al nombrar nada menos que al secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, a su más estrecho colaborador, como representante suyo en México, dado que no podía venir personalmente a México. Es otra manera con la que Papa quiere manifestar su presencia y su cercanía para el Encuentro Mundial de las Familias.

El Santo Padre nos dará dos videomensajes, con motivo del encuentro testimonial del sábado y la misa de clausura del mingo. El hecho de estar presente virtualmente desde Roma con nosotros, rezando en esta misa conclusiva, el hecho de que al final el Papa nos dirigirá la palabra, son modos en los que sentimos palpablemente cómo el encuentro ha sido convocado por el Santo Padre, él ha elegido el tema y sigue de cerca su desarrollo.

El Santo Padre está con nosotros, está con nosotros fundamentalmente porque está en los corazones de todos los católicos y en este momento está presente en el corazón de los mexicanos, que le amamos tanto.

--¿Podría comentarnos algunos aspectos específicos de este Encuentro Mundial de las Familias ?

--Padre Gutiérrez: En este encuentro mundial, como en todos los encuentros mundiales, hay aspectos particulares. En éste, en concreto, tenemos durante el Congreso Teológico Pastoral diferentes intervalos musicales, así como representaciones artísticas de México para dar la bienvenida a la gente que viene de tantas partes del mundo, para manifestar la alegría de estar juntos, de estar reunidos como familia de Dios, como familia humana.

Por otra parte durante la fiesta de los testimonios del sábado 17 de enero tendremos algunas manifestaciones artísticas de autores muy conocidos en el ámbito latinoamericano, se cantará el himno de las familias para este sexto Encuentro Mundial, y se celebrará la consagración de las familias católicas y de las no católicas, de las familias de todo el mundo, a la Virgen Santísima de Guadalupe.

Es algo muy significativo, porque como se sabe la Virgen, Madre de Dios, siempre ha estado ligada fuertemente a la familia. En especial, en el Santuario de Guadalupe, la imagen de Nuestra Madre Santísima de Guadalupe ha querido quedarse en la imagen del Tepeyac, en el manto de Juan Diego, representada como la Virgen que está esperando el nacimiento de Jesús.

La Virgen, que está encinta, está íntimamente ligada a la familia. Son famosas las familias peregrinas que acuden hasta ella. Se ha manifestado también como Madre, Madre de todos aquellos que sienten una fatiga, de esta humanidad fatigada, y de esta familia fatigada por las diversas circunstancias: la pobreza, la violencia, la guerra, y también las ideologías que la atacan y la bombardean. En este momento la familia acude a ella y a su intercesión.

También tendremos en la misa conclusiva del encuentro un momento particularmente evocador: la renovación de las promesas matrimoniales con el intercambio de los anillos y la bendición. Los matrimonios podrán hacer esta renovación de las promesas, aunque no puedan estar físicamente en la Basílica de Guadalupe, si siguen el evento a través de la televisión o de la radio. De este modo, podrán obtener también la gracia de la indulgencia plenaria.

--Última pregunta: ¿qué aporta México con sus valores familiares, el segundo país en número de católicos en el mundo, al resto de los países?

--Padre Gutiérrez: México, en este encuentro mundial, aporta su fe, aporta su jovialidad, aporta su alegría, aporta justamente el valor mismo de la familia que para los mexicanos es tan querido.

Aporta la solidaridad y el valor sobretodo de la acogida, porque seguramente la gente que nos acompaña podrá palpar este calor, esta alegría de recibir al que viene de fuera, que tiene una profunda raíz cristiana.

También México se verá muy grandemente beneficiado con este encuentro, ya lo está siendo, con toda la preparación que ha tenido, con este entusiasmo que se da en este momento para trabajar juntos, con esta reflexión que suscita en toda la sociedad para trabajar juntos y fortalecer a la familia.

Por Mercedes de la Torre


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LA FAMILIA, CENTRO Y OBJETIVO DE LOS NUEVOS MOVIMIENTOS

Mesa redonda en el Congreso Mundial de la Familia


CIUDAD DE MÉXICO, jueves, 15 enero 2009 (ZENIT.org-El Observador).-La familia, como lugar de formación, de evangelización y de crecimiento espiritual, es de una importancia fundamental en los nuevos movimientos laicales surgidos tras el Concilio Vaticano II.

Así lo pusieron de manifiesto varios representantes de los mismos, invitados a compartir sus experiencias en una mesa redonda en el Congreso Mundial de las Familias, que tuvo lugar ayer por la tarde en la sede de ExpoBancomer, en Santa Fe.

Todos los invitados coincidieron que la familia ocupa un lugar central en la actividad de los nuevos movimientos, tanto en su preocupación evangelizadora como en su vivencia de la espiritualidad y las virtudes.

Formación

El padre Álvaro Corcuera, director general de los Legionarios de Cristo, explicó cómo el movimiento Regnum Christi de laicos asociado a él "busca ser un apoyo para la familia aportando medios concretos que le ayudan a educar a sus hijos", mediante "los apostolados de educación, formación, evangelización".

Para este movimiento nacido en México, es fundamental "ayudar a las familias a ser escuela de evangelización", donde se vivan "las virtudes teologales".

"La familia es el ámbito natural donde el niño se abre a la fe", explicó, y también "el lugar espontáneo donde se aprende a vivir la esperanza y el amor al prójimo con total naturalidad, donde se aprende a superar el egoísmo que es el gran enemigo del amor".

El padre Corcuera presentó algunas de las iniciativas, como los clubes formativos y los centros "Familia Unida", el programa "Familia" y la organización "Familia misionera", que Regnum Christi dedica especialmente a la formación y acción familiar.

Familia y parroquia

Por su parte, el sacerdote Saúl Ragoitia, presidente de la Comisión de Pastoral para la Comunicación Social y portavoz de la diócesis de Querétaro (México), explicó la importancia de que la parroquia se convierta en la "casa de las familias".

"La familia constituye el lugar natural y el instrumento más eficaz de humanización y de personalización de la sociedad", explicó, y las parroquias deben "ser un lugar de encuentro en donde confluyan los diversos organismos y movimientos que trabajan a favor de las familias".

En la parroquia "se vive de manera intensa un acompañamiento a las familias en cada una de las etapas de su desarrollo, a través de la celebración de los sacramentos", y es también "un lugar de formación permanente", explicó.

La importancia del hogar

La familia es también básica para el movimiento de los Focolares, como puso de manifiesto Marilyn Barrio, que intervino en nombre de la presidenta, María Voce. El hogar, la familia, "es la obra maestra del amor que Dios", explicó.

Recordó que los valores típicamente familiares, como "la comunión de los bienes con quien no es productivo; el sentido de la justicia, el valor del sufrimiento y del sacrificio, de sentir como propia la vergüenza y la culpa del otro, la solidaridad espontánea, la fidelidad" son muy necesarios.

"Hoy la familia también contiene el ADN de todas las heridas y los dramas de nuestro tiempo", añadió. "Por eso tenemos que trabajar mucho con los matrimonios, conscientes de que su estabilidad es el primer valor sobre el cual se basa la acción educativa de los hijos".

Una familia, un santuario

Otro de los movimientos presentes, el Movimiento Apostólico de Schoenstatt, ofreció el testimonio de la familia González Espinosa, formada por los padres y tres hijos, en la que la presencia de la Virgen María ha sido "fundamental".

"Los matrimonios sellamos una alianza de amor con María para llevar a la práctica lo que entendemos por "Santidad mariana de la vida diaria", tratando de hacer las cosas cotidianas con el mayor amor posible, buscando la coherencia entre nuestra fe y nuestras costumbres", explicaron.

Schoenstatt mantiene a nivel familiar tres experiencias pastorales: la Campaña de la Virgen Peregrina (una imagen de la Virgen recorre los hogares), los Fortalecimientos Matrimoniales (encuentros-retiros) y los encuentros de pastoral familiar en las parroquias "Crecer en Familia".

Rezar con los hijos

Dentro de la práctica habitual de las familias que realizan el Camino Neocatecumenal está el rezo juntos, padres e hijos, de los Laudes del domingo. Este momento de oración, según explicó el matrimonio Stirati, miembros también del Consejo Pontificio para la Familia, supone una "vía privilegiada de diálogo con los hijos".

Muchas familias que se acercan al Camino están alejadas de la Iglesia, por lo que es necesario emprender la reconstrucción misma de la vida cristiana en ellas, explicaron. "En esta reconstrucción de la vida cristiana se presentan tres altares: la mesa eucarística, la mesa familiar y el tálamo nupcial".

"Para que la familia vuelva a ser formadora de valores humanos y cristianos, es indispensable que ella misma sea nuevamente evangelizada. Tras el primer anuncio del kerigma, que sana existencialmente, es necesario un camino que favorezca una curación moral", añadieron.

Por último, pusieron de manifiesto la importancia de la dimensión misionera de la familia, no sólo con las numerosas vocaciones que surgen en su seno, sino también con el ofrecimiento de muchas familias como misioneras en lugares donde no hay presencia de la Iglesia.

Familia y escuela

Por último, el profesor Eduardo Zainos, Gerente Divisional Académico de la Red de Universidades Anáhuac, intervino para explicar la importancia de la coordinación ente la familia y la escuela a la hora de transmitir valores a los hijos.

"La escuela debe ser una prolongación de la educación familiar en valores, y debe enseñar y promover los valores que dignifican a la persona y que hacen de ella no sólo un buen ciudadano, sino un buen hijo, hermano, esposo y padre; un buen trabajador, obrero o profesionista; una persona religiosa, moral y ética", afirmó.

Además, añadió, "la escuela debe ser un promotor del respeto por la vida, de la dignidad de la persona, del valor de la amistad y del noviazgo, y de las propias instituciones del matrimonio y la familia".

Por Inma Álvarez


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DOS CARDENALES COINCIDEN: LA FAMILIA, “LA ESCUELA MÁS EFICAZ DE HUMANIDAD”

Intervenciones de los purpurados Antonelli y Rivera


CIUDAD DE MÉXICO, miércoles, 14 enero 2009 (ZENIT.org-El Observador).- Este miércoles ha comenzado el VI Encuentro Mundial de las Familias, en la arquidiócesis primada de México, congregando a más de nueve mil participantes en el Congreso Teológico Pastoral, un récord histórico para este tipo de eventos.

Al hacer uso de la palabra en la sesión inaugural el cardenal Ennio Antonelli, presidente del Pontificio Consejo para la Familia dio la bienvenida a los participantes e introdujo el tema del Encuentro.

El cardenal Antonelli expresó que "la familia es el primer y principal camino de la Iglesia",y "la escuela más eficaz de humanidad" que transmite las normas de vida, y que se basa en el ejemplo, el testimonio, la experiencia y el ejercicio cotidiano".

Por eso instó el hombre del Papa para la Familia a estar atentos a la voz del espíritu que hablará en este Encuentro de tal manera que se construyan caminos para hacer frente a la cultura de la muerte que ataca, principalmente, a la familia.

El cardenal Antonelli recordó que Benedicto XVI considera a la familia como una prioridad en la sociedad y enfatizó que la familia transmite los valores humanos y cristianos basándose en el ejemplo de la experiencia y ejercicio cotidiano.

Visiblemente emocionado el cardenal Antonelli expresó que en este encuentro se escucharán muchas expectativas y confirmó una certeza: "La familia es un gran bien para las personas y la sociedad es un don de Dios.

Más adelante, el cardenal Antonelli definió a la familia como una realidad humana y no solo eclesial, ya que es parte de nuestra cultura y finalizó señalando que México es un país en el que las familias comparten sus valores

Por su parte, el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, aseguró que la "familia sigue siendo un baluarte de la sociedad", por lo que es necesario que el Estado la cuide y la proteja contra los factores externos que amenazan por disolverla.

En su intervención, monseñor Carlos Aguiar Retes, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano consideró que "la familia es patrimonio de la humanidad y escuela de la fe", y advirtió que el relativismo pone en peligro la integridad de la familia.

Además, el prelado mexicano señaló que la pobreza y algunas legislaciones contrarias a la familia están minando a esta institución fundamental de la sociedad, por lo que hizo un llamado a tener mayor conciencia y compromiso para trabajar por la familia, algo que redundará para el bien de la sociedad en su conjunto.

En la sección de documentos de la página web de ZENIT (www.zenit.org), es posible leer los discursos que pronunciaron el cardenal Ennio Antonelli, presidente del Pontificio Consejo para las Familias, el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, y monseñor Carlos Aguiar Retes, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, en la inauguración del Congreso Teológico Pastoral sobre la familia. 


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ENCUENTRO EN MÉXICO: MUCHAS RAZAS, UNA FAMILIA

Entrevista de Zenit al padre Rafael Jácome, portavoz


IUDAD DE MÉXICO, miércoles, 14 enero 2008 (ZENIT.org-El Observador).- El ambiente que se respira en el Congreso Teológico Pastoral que precede al VI Encuentro Mundial de las Familias nunca mejor dicho es de familia, explica su portavoz, el padre Rafael Jácome, LC.

En esta entrevista, el sacerdote mexicano hace un balance del inicio de los trabajos de este evento, que con sus 10 mil inscritos ha batido records con respecto a los congresos precedentes. Se espera que en los actos culminantes del fin de semana, los participantes superaren el millón.

--En los inicios del Congreso Teológico Pastoral, ¿qué ambiente se respira?

--Padre Jácome: Desde muy temprano han llegado los asistentes con mucha alegría y entusiasmo, en un ambiente de convivencia fraternal entre las diversas razas y nacionalidades de los cinco continentes. Ingresaban al salón principal para participar en el lectio divina [lectura meditada de la Palabra de Dios] dirigida por le cardenal Francisco Robles Ortega, arzobispo de Monterrey. Momentos después, ingresaban al recinto el cardenal Ennio Antonelli, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, con el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo de México, monseñor Carlos Aguiar Retes, presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana, y el presidente de México, Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala, para entonar el himno nacional mexicano y dar inicio al Encuentro con la asistencia de más de 10 mil personas.

--¿Porqué son importantes estos encuentros?

--Padre Jácome: Como sabemos, el siervo de Dios Juan Pablo II instituyó estos encuentros desde 1994. Ahora Su Santidad Benedicto XVI nos invita a seguir con esta oportunidad de analizar, reflexionar y intercambiar opiniones sobre el papel insustituible de la familia en la formación de personas íntegras que construyan sociedades más justas y solidarias.

--En este sentido, ¿cuál sería el mensaje principal que quiere comunicar este encuentro?

--Padre Jácome: Son tres mensajes o líneas en las que se va a trabajar: la familia como formadora de valores humanos; la importancia del testimonio de los padres en la convivencia y comunicación; y la necesidad de promover leyes que fortalezcan y protejan a la familia.

--¿Qué fue lo más destacado en las palabras de inauguración?

--Padre Jácome: El cardenal Antonelli comentó que la familia es una prioridad decisiva para el futuro de la sociedad y de la iglesia y que el Papa Benedicto XVI ha puesto en el centro de su magisterio la promoción de los valores humanos y cristianos en nuestra cultura postmoderna enferma de individualismo y de relativismo.

El cardenal Rivera Carrera señaló que nos enfrentamos a un mundo despersonalizado y falto de solidaridad, y por ello la familia es un don para la sociedad humana para que camine por los valores espirituales y humanos.

Monseñor Aguiar Retes, presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana, partiendo del documento de Aparecida indicó, citando al Papa en su discurso inaugural, que la familia es un patrimonio de la humanidad, escuela de la fe, palestra de valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida humana nace y se acoge responsablemente.

Por su parte el presidente Calderón señaló que el papel de familia es de formar y transmitir valores humanos, sociales y políticos, en donde se aprende la vocación de servicio a los demás, el respeto, la tolerancia y la solidaridad. Subrayó que su gobierno está trabajando para buscar el bien común de la sociedad, poniendo el bienestar de la familia, como núcleo central de la sociedad.

--Por último, ¿Cómo podrían participar las personas que no pudieron asistir?

--Padre Jácome: Creo que todos podemos participar activamente en este VI Encuentro. Aún cuando no estemos físicamente, podemos seguir el desarrollo del Congreso Teológico Pastoral a través de los medios de comunicación: de agencias como ZENIT, Catholic.net, la página web de la Conferencia Episcopal Mexicana (www.cem.org.mx), que darán un buen seguimiento, y en la página web del encuentro (www.emf2009.com), que contiene toda la información y trabajos que se van realizando en diversos idiomas.

Si desde nuestra comunidad nos informamos y compartimos estos mensajes con nuestra familia, amigos y vecinos nos convertimos en promotores y activos participantes de este VI Encuentro Mundial de las Familias.

Por Karna Swanson