viernes, 7 de septiembre de 2007

Sarkozy propone “renacimiento” que no margine religión de escuelas francesas


Nicholas Sarkozy

.- El Presidente de Francia, Nicholas Sarkozy, dirigió una carta a los maestros del país en la que les pide formar parte de un “renacimiento” educativo que no deje a la religión en la puerta de las escuelas.

Sarkozy, que se declara católico, ha pedido a los maestros reflexionar sobre su grave responsabilidad en “guiar y proteger espíritus y sensibilidades que aún no se han formado completamente, que no han alcanzado su madurez, que están buscando, que son aún frágiles y vulnerables”.

Sarkozy explicó que tal renacimiento solo sería posible con una reforma del sistema educativo francés que incluya “recompensar lo bueno, sancionar las faltas, cultivar la admiración por lo que es bueno, justo, bello, grande, verdadero y profundo y el rechazo de lo que es malo, injusto, feo, insignificante, falso, superficial y mediocre”.

El mandatario cuestionó el secularismo que ha establecido el rechazo total de cualquier presencia religiosa en las escuelas y planes de estudio franceses.

“Estoy convencido de que no deberíamos dejar el tema de la religión en la puerta de la escuela”, sostuvo y advirtió que no defiende el proselitismo en las escuelas.

“Lo espiritual y lo sagrado siempre acompaña las experiencias humanas. Son la fuente de toda civilización. Uno puede abrirse con más facilidad a los otros y dialogar con las personas de otras religiones cuando entiende su propia religión”, agregó.

El mandatario concluye su carta recordando a los padres de familia que “son los primeros educadores de sus hijos” y los alienta a involucrarse íntimamente en este proceso.

Se refirió también a las muchas dificultades que los padres enfrentan en una era marcada por los hogares quebrados, la costosa educación y altas tasas de desempleo. Sarkozy prometió esfuerzos gubernamentales para lograr que la educación sea posible para todos los jóvenes ciudadanos franceses.

El Santo Padre llega a Austria para decir que «tenemos necesidad de Cristo»

VIENA, viernes, 7 septiembre 2007 (ZENIT.org).- En el vuelo de Roma a Viena, Benedicto XVI ha explicado que con su séptimo viaje apostólico internacional a Austria quiere decir che «tenemos necesidad de Cristo».

En el tradicional encuentro con los periodistas a bordo del vuelo papal, el Papa confesó los motivos que le han impulsado a visitar este país que considera como una segunda patria.

«Voy a Austria para confirmar a la gente en la fe, pues hoy tenemos necesidad de Dios y una vida sin Dios no tiene orientación», subrayó.

«El relativismo lo relativiza todo, el bien y el mal ya no se distinguen --reconoció--. Tengo que decir que tenemos necesidad de Cristo».

Benedicto XVI quiso aclarar que su viaje no es político, sino una peregrinación que busca confirmar a los austriacos «en la conciencia de sus raíces cristianas».

Consultado sobre las dificultades vividas por la Iglesia en Austria en los últimos tiempos, en parte a causa de escándalos de algunos miembros del clero, el Papa dio las gracias a «todos los que han sufrido y que en tiempos difíciles han permanecido fieles a la Iglesia y han reconocido el rostro de Cristo».

«Gracias a todos ellos, laicos y religiosos», aclaró.

El Papa encomienda a la Virgen en Viena la paz en el mundo

Primera etapa de su visita apostólica en Austria


VIENA, viernes, 7 septiembre 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI puso este viernes en manos de la Virgen la paz en Austria, en Europa y en el mundo, en su primera etapa en Viena, la Mariensäule (la columna de María), que se encuentra en la plaza «Am Hof».

«¡Ayúdanos a todos nosotros a seguir tu ejemplo y a orientar nuestra vida totalmente hacia Dios!», dijo en la oración que elevó a María en el primer acto público de su visita de tres días

«Haz que, contemplando a Cristo, nos hagamos cada vez más semejantes a Él: ¡verdaderos hijos de Dios! », añadió en una ceremonia, comenzada en torno a las 12.30, bañada por la lluvia, con la participación de varios miles del personas.

«Entonces, también nosotros, llenos de toda bendición espiritual, podremos corresponder cada vez mejor a su voluntad y convertirnos así en instrumentos de paz para Austria, Europa y el Mundo», aseguró.

El Papa se encontraba en un balcón de la fachada de la Iglesia «Am Hof de los Nueve Coros Angélicos», y fue acogido e introducido por el arzobispo de Viena, el cardenal Christoph Schönborn.

En su discurso, el Santo Padre explicó que había escogido como primera etapa de su peregrinación la «Mariensäule» de la capital austriaca «para reflexionar un momento con vosotros sobre el significado de la Madre de Dios para la Austria del pasado y del presente, así como sobre su significado para cada uno de nosotros».

«En su seno materno, María acoge también hoy bajo su protección a personas de todos los idiomas y culturas para llevarlas juntas, con una unidad multiforme, hacia Cristo. A ella nos podemos dirigir en nuestras preocupaciones y necesidades», explicó.

«Pero de ella también tenemos que aprender a acogernos mutuamente con el mismo amor con el que nos acoge a todos nosotros: cada uno, individualmente, querido como tal y amado por Dios», advirtió el Papa.

«En la familia universal de Dios, en la que para toda persona está previsto un lugar, cada quien debe desarrollar los propios dones por el bien de todos», subrayó.

Al final del encuentro, el Papa entró en la iglesia para participar en un acto de adoración del Santísimo Sacramento, que continuarán los jóvenes durante toda la duración del viaje papal.

Predicador del Papa: Quien busca a Jesús sin la cruz, encontrará la cruz sin Jesús

Comentario del padre Cantalamessa a la liturgia del próximo domingo


ROMA, viernes, 7 septiembre 2007 (ZENIT.org).-Publicamos el comentario del padre Raniero Cantalamessa, ofmcap., predicador de la Casa Pontificia, a la liturgia del próximo domingo, XXIII del tiempo ordinario.


Sabiduría 9, 13-18b; Filemón 9b-10.12-17; Lucas 14, 25-33
Si uno me sigue...


El pasaje del Evangelio de este domingo es uno de esos que dan la tentación de ser dulcificados por parecer demasiado duro para los oídos: «Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre…». Ante todo hay algo que aclarar: ciertamente el Evangelio es en ocasiones provocante, pero nunca contradictorio. Poco después, en el mismo Evangelio de Lucas, Jesús recuerda con fuerza el deber de honrar al padre y a la madre (Cf. Lucas 18 20) y a propósito del marido y la mujer, dice que tienen que ser una sola carne y que el hombre no tiene derecho de separar lo que Dios ha unido. Entonces, ¿cómo puede decirnos ahora que hay que odiar al padre y a la madre, a la mujer, a los hijos y a los hermanos?

Hay que tener en cuenta un hecho. En hebreo no hay comparativo de superioridad o de inferioridad (amar a alguien más o menos que a otra persona); simplifica y reduce todo a «amar» u «odiar». La frase «si alguno viene donde mí y no odia a su padre y a su madre» debe entenderse, por tanto, en este sentido: «si alguno viene donde mí sin preferirme a su padre y a su madre». Para darse cuenta de esto basta leer el mismo pasaje del Evangelio de Mateo donde dice: «El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí» (Mateo 10, 37).

Sería totalmente equivocado pensar que este amor por Cristo está en competencia con los diferentes amores humanos: por los padres, el cónyuge, los hijos, los hermanos. Cristo no es un «rival en el amor» de nadie y no tiene celos de nadie.

En la obra «El zapato de raso» de Paul Claudel, la protagonista, cristiana fervorosa pero al mismo tiempo locamente enamorada de Rodrigo, exclama interiormente, como si le costara creerse a sí misma: «Por tanto, ¿está permitido este amor por las criaturas? ¿Verdaderamente Dios no tiene celos?». Y su ángel de la guarda le responde: «¿Cómo podría ser celoso de lo que ha hecho él mismo?» (acto III, escena 8).

El amor por Cristo no excluye los demás amores sino que los ordena. Es más, en él todo amor genuino encuentra su fundamento, su apoyo y la gracia necesaria para ser vivido hasta el final. Este es el sentido de la «gracia de estado» que confiere el sacramento del matrimonio a los cónyuges cristianos. Asegura que, en su amor, serán apoyados y guiados por el amor que Cristo tuvo por su esposa, la Iglesia.

Jesús no hace ilusiones a nadie, pero tampoco desilusiona a nadie; pide todo porque quiere darlo todo; es más, lo ha dado todo. Uno podría preguntarse: ¿pero cómo puede este hombre, que vivió hace veinte siglos en un rincón perdido del planeta, pedirnos a todos este amor absoluto? La respuesta, sin necesidad de remontarnos muy lejos, se encuentra en su vida terrena que conocemos por la historia: él fue el primero en darlo todo por el hombre: «Cristo nos amó y se entregó por nosotros» (Cf. Efesios 5, 2).

En este mismo pasaje del Evangelio, Jesús nos recuerda también cuál es el test y la prueba del verdadero amor por él: «cargar con la propia cruz». Cargar con la propia cruz no significa buscar sufrimientos. Cristo tampoco se puso a buscar su cruz; en obediencia a la voluntad del Padre la cargó sobre sí cuando los hombres se la pusieron a espaldas, transformándola con su amor obediente de instrumento de suplicio en signo de redención y de gloria. Jesús no vino a aumentar las cruces humanas, sino más bien a darles un sentido. Con razón, se ha dicho que «quien busca a Jesús sin la cruz, encontrará la cruz sin Jesús», es decir, de todos modos encontrará la cruz, pero sin la fuerza para cargar con ella.

[Traducción del original italiano realizada por Zenit]

Benedicto XVI: El aborto no es derecho humano y los niños no son una enfermedad


El Papa en el Palacio de Hofburg

.- El Papa Benedicto XVI defendió tenazmente el derecho a la vida de todas las personas, especialmente de los no nacidos, y subrayó que “el aborto, en consecuencia, no puede ser un derecho humano, es totalmente opuesto. Es una ‘gran herida en la sociedad’”.

En el discurso que ofreció al cuerpo diplomático en el Palacio de Hofburg en Viena, el Papa recordó que “fue en Europa en donde la noción de derechos humanos fue formulada por primera vez” y destacó que “el derecho humano fundamental, el antecedente de cualquier otro derecho, es el derecho a la vida misma. Esto es verdad desde el momento de la concepción hasta la muerte natural”.

Benedicto XVI indicó que esto no expresa “específicamente una preocupación eclesial. En vez de ello, estamos actuando como abogados por una profunda necesidad humana, hablando por los niños no nacidos que no tienen voz. No cierro los ojos a las dificultades y conflictos que muchas mujeres experimentan, y me doy cuenta que la credibilidad de lo que decimos también depende de lo que la Iglesia haga para ayudar para ayudar a las mujeres con problemas”.

“Llamo, entonces, a los líderes políticos a no permitir que los niños sean considerados como una especie de enfermedad, ni abolir en la práctica de vuestros sistemas legales que el aborto está mal”, exhortó el Papa.

Seguidamente el Papa exhortó a los presentes a que “¡alienten a los matrimonios jóvenes a establecer familias y convertirse en madres y padres! No solo los asistirán sino que se beneficiarán como sociedad entera”.

“También apoyamos decididamente sus esfuerzos políticos para favorecer las condiciones que permitan a las parejas jóvenes criar a sus hijos. Pero todo esto no tendría sentido, a menos que se pueda tener éxito para crear una vez más en nuestros países un clima de alegría y confianza en la vida, un clima en el que los niños no sean vistos como una carga, sino como un don por encima de todo”, agregó.

Hace unas semanas, la organización Amnistía Internacional decidió respaldar la promoción mundial del aborto como derecho humano. Aunque el Papa no se refirió directamente a esta decisión en Austria, diversas autoridades de la Iglesia en todo el mundo han llamado a los católicos a desvincularse del grupo que, paradójicamente, fue fundado hace décadas por un católico converso con el apoyo de la Santa Sede.

Contra el suicidio asistido

El Papa expresó luego su preocupación por el suicidio asistido. “Temo que en algún momento las personas gravemente enfermas sean presionadas tácita o explícitamente para solicitar la muerte o administrársela ellos mismos. La respuesta adecuada al sufrimiento del término de la vida es el amor y el acompañamiento en el camino hacia la muerte –especialmente con la ayuda de los cuidados paliativos– y no la ‘muerte asistida activamente’”.

Hace falta “urgentes reformas estructurales necesarias en cada área del sistema social y de asistencia en salud, así como estructuras organizadas para el cuidado paliativo. También se debe tomar medidas concretas: en el acompañamiento espiritual y psicológico de los gravemente enfermos y moribundos, sus familias, y los médicos y personal sanitario”, animó el Papa.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Teresa de Calcuta: Luz desde la oscuridad (I)

Habla el postulador de la causa de canonización, padre Kolodiejchuk


ROMA, jueves, 6 septiembre 2007 (ZENIT.org).- ¿Cómo fue la «noche oscura» de la Madre Teresa de Calcuta? A esta pregunta responde en esta entrevista concedida a Zenit el padre Brian Kolodiejchuk, misionero de la Caridad.

El padre Kolodiejchuk acaba de publicar el libro «Come Be My Light» («Ven, sé mi luz»), en el que recoge escritos de la beata, en parte inéditos, que revelan cómo durante largos años de su vida experimentó el terrible sufrimiento de no experimentar el amor de Dios.

--La extraordinaria vida interior de la madre Teresa ha sido descubierta después de su muerte. Según sus directores espirituales, ¿cómo era su vida, especialmente su sufrimiento de oscuridad espiritual, oculto a todos los que la conocieron?

--Padre Kolodiejchuk: Nadie tenía ni la menor idea de lo que vivía interiormente, pues sus directores espirituales conservaban estas cartas. Los jesuitas conservan algunas, otras están en el arzobispado, y el padre Joseph Neuner, otro de sus directores espirituales, tiene algunas.

Estas cartas fueron descubiertas cuando buscábamos los documentos para la causa.

Cuando vivía, la madre Teresa pidió que su información biográfica no se diera a conocer.

Pidió al arzobispo Ferdinand Périer de Calcuta que no dijera a ningún otro obispo cómo empezó todo. Le dijo: «Por favor no les dé nada de los inicios porque, una vez que la gente conozca los inicios, cuando oigan hablar de las locuciones interiores, entonces la atención se centrará en mí y no en Jesús». Ella siempre decía: «Obra de Dios. Esta es la obra de Dios».

Incluso las hermanas más cercanas a ella no tenían ni idea de su vida interior. Muchos podrían haber pensado que ella tenía una gran intimidad con Dios y que ésta iluminaba su camino en medio de dificultades de la Orden o de la pobreza material que sufrió.

--El libro habla el voto secreto que ella hizo al principio de su vocación por el que prometió no negar a Dios nada que tuviera que ver con el dolor provocado por el pecado mortal. ¿Qué papel desempeñó este voto en su vida?

--Padre Kolodiejchuk: La madre Teresa hizo el voto, en 1942, de no negar nada a Dios.
Sus cartas inspiradas por Jesús llegaron enseguida. En varias cartas, Jesús le pregunta, comentando su voto: «¿Dejarás de hacer esto por mí?».

Por tanto su voto es el sustrato de su vocación. Luego, en las cartas inspiradas, se ve que Jesús le explica su llamamiento.

Ella entonces sigue adelante porque sabe que Jesús lo quiere. Está motivada por el pensamiento del dolor de Jesús porque los pobres no le conocen y, por tanto, no le aman.

Este fue uno de los pilares que la mantuvo en su camino a través de la prueba de la oscuridad. Gracias a la certeza de su llamamiento y a este voto, en una de las cartas escribe: «Estuve a punto de dejarlo y entonces recordé el voto, y esto me hizo levantarme».

--Se ha hablado mucho sobre la noche oscura de la madre Teresa. Su libro la describe como un «martirio de deseo». Su sed de Dios ha sido desconocida durante mucho tiempo. ¿Puede describirlo?

--Padre Kolodiejchuk: Un buen libro para leer y comprender algunas de estas cosas es «Fire Within» («Fuego interior»), del padre Thomas DuBay's, habla del sufrimiento de la pérdida y del sufrimiento de la sed para explicar que el sufrimiento de la sed es más duro.

Como aclara el padre Dubay, en el camino hacia la auténtica unión con Dios, existe la etapa purgativa, llamada «noche oscura», y después el alma entra en un estado de éxtasis y verdadera unión con Dios.

En el caso de la madre Teresa, parece que la etapa purgativa tuvo lugar durante su formación en el convento de Loreto.

En el momento de su profesión, dijo a una compañera que a menudo experimentaba la oscuridad. Las cartas de esa época son las típicas cartas de una persona que está en la «noche oscura».

El padre Celeste Van Exem, su director espiritual en aquella época, dijo que probablemente en 1946 ó 1945 se encontraba ya cerca del éxtasis.

Después se da una referencia al momento en que aparecieron las inspiraciones y las locuciones interiores, el momento en el que las dificultades de fe cesaron.

Posteriormente, la madre Teresa escribió al padre Neuner, explicando: «Y usted sabe cómo actuó Él. Y fue como si nuestro Señor se me entregara plenamente. Pero la dulzura, el consuelo y la unión de aquellos seis meses pasados desapareció pronto».

De manera que la madre Teresa experimentó seis meses de intensa unión, tras las locuciones interiores y el éxtasis. Estaba ya en la etapa espiritual de la unión transformante. En ese momento, volvió la oscuridad.

Pero. a partir de entonces, la oscuridad que experimentaba se daba en medio de la unión con Dios. Esto no significa que vivió la unión y luego la perdió. Perdió la consolación de la unión que se alternaba con el dolor de la pérdida y con una profunda nostalgia de Dios, una verdadera sed.

Como decía el padre Dubay, «a veces la contemplación es deleitosa y otras es sustituida por una fuerte sed de Dios». Pero en el caso de la madre Teresa, a excepción de un mes, en 1958, no tuvo esta consolación de la unión.

Hay una carta en la que ella dice: «No padre, no estoy sola, tengo su oscuridad, tengo su dolor, tengo una terrible nostalgia de Dios. Amar y no ser amado, yo sé que tengo a Jesús en la unión que no ha sido rota, mi mente está fija en Él y sólo en Él».

Su experiencia de la oscuridad en la unión es sumamente rara, incluso entre los santos, pues para la mayoría el final es la unión sin oscuridad.

Su sufrimiento, entonces --utilizando el término del teólogo dominico Reginald Garrigou-Lagrange--, se debe más a los pecados de los demás que a al carácter purificador de sus propios pecados. Está unida a Jesús con una fe y un amor capaces de llevarla a compartir su experiencia del huerto de Getsemaní y de la cruz.

La madre Teresa comentó que el sufrimiento en Getsemaní fue peor que el de la cruz. Y ahora comprendemos de dónde venía esto, porque ella había comprendido la sed de almas de Jesús.

Lo importante es que se trata de una unión. Como indicaba Carol Zaleski en un artículo publicado en la revista «First Things», esta clase de prueba es nueva. Se trata de una experiencia moderna de santos de los últimos cien años: sufrir el sentimiento de que uno no tiene fe y de que la religión no es verdadera.

La Iglesia al anunciar la fe no quiere imponerse, aclara el Papa

Al recibir a los obispo de la Conferencia Episcopal de Laos y Camboya


CASTEL GANDOLFO, jueves, 6 septiembre 2007 (ZENIT.org).- La Iglesia al anunciar la fe no quiere imponerse, explicó Benedicto XVI este jueves al recibir en audiencia a los obispos de la Conferencia Episcopal de Laos y Camboya.

En el encuentro, con motivo de la quinquenal visita «ad limina apostolorum» al Papa y a sus colaboradores, el Santo Padre afrontó «el anuncio de la fe cristiana en una cultura particular».

Arraigada desde hace más de 400 años, la Iglesia en Camboya vivió un periodo dramático entre los años setenta y ochenta del siglo pasado: el régimen de Pol Pot trató de eliminarla, destruyendo lugares de culto.

La libertad religiosa fue reconocida en 1992. En el país de 13 millones de habitantes, 23 mil son católicos, particularmente comprometidos en obras de educación y sociales.

«La fe cristiana no es una realidad extraña a vuestros pueblos --dijo el Papa a los obispos asiáticos--. Jesús es la Buena Nueva para los hombres y mujeres de todo tiempo y lugar que buscan el sentido de la existencia y la verdad de su humanidad».

«Y anunciándolo a todos los pueblos --añadió--, la Iglesia no quiere imponerse, sino que da testimonio de su estima por el ser humano y por la sociedad donde vive».

«En el contexto social y religioso de vuestra región es sumamente importante que los católicos manifiesten su propia identidad, respetando siempre las otras tradiciones religiosas y las culturas de los pueblos».

«Esta identidad --subrayó-- debe expresarse ante todo a través de una experiencia espiritual auténtica, que se basa en la acogida de la Palabra de Dios y en los sacramentos de la Iglesia».

Entre las prioridades para los obispos de Camboya y Laos, el Papa planteó «la formación de los fieles, sobre todo la de los religiosos y catequistas», pues «su papel para la vitalidad de las comunidades cristianas es de gran importancia».

De esta manera, constató, con «una sólida fe cristiana pueden entablar un diálogo auténtico con los miembros de otras religiones para cooperar en la construcción de vuestros países y promover el bien común».

Misionera de la Caridad: «sin fe» nadie habría hecho lo que hizo la Madre Teresa

MADRID, miércoles, 5 septiembre 2007 (ZENIT.org).- En el décimo aniversario de la muerte de la Madre Teresa de Calcuta, la hermana Celine, superiora de la Casa de las Misioneras en Madrid, comentó a la agencia Veritas sus impresiones tras publicarse algunas cartas inéditas de la beata, de las que se deduce una especie de «noche oscura» de la fe.

Para la hermana Celine estas cartas son una nueva lección para sus hijas espirituales: «si la Madre no hubiera tenido fe, no hubiera podido hacer las cosas que hizo durante toda su vida; cuanto más ama el Señor, más sabe probar».

La hermana recuerda que «el Señor salvó el mundo con sufrimiento y oscuridad y de aquellas palabras en la Cruz «Dios mío, Dios Mío, por qué me has abandonado», no se puede deducir que no tuviera fe».

«El Señor no necesita nuestro sentimiento, porque éste va y viene; ¿significa esto que cuando no hay sentimiento no hay fe?», se pregunta la hermana Celine.

«Lo que ha hecho la Madre Teresa, nadie lo habría hecho sin fe. También nosotras estamos llamadas a esta santidad», añadió.

La religiosa recordó que su vocación nació precisamente en el sur de India --de donde es originaria--, cuando vio y escuchó a Madre Teresa: «al oírla y experimentar su mirada y su modo de hablar, sentí algo dentro de mi corazón que me impulsó a seguir su forma de vivir, a seguir a Jesús».

«La Madre me decía que el único deseo de su vida era trabajar por los demás, sin la santidad, la vida está perdida: Nuestra vida es para el Señor.»

El Hogar de Madrid, fundado el 31 de julio de 1986, fue el primero de las Misioneras en España, y fue inaugurado por Madre Teresa, en presencia de la reina doña Sofía y su hermana Irene de Grecia. A ésta fundación seguirían las de Barcelona, Sabadell y Murcia. En la actualidad, unas 25 hermanas se
reparten en estas comunidades.

El Hogar de Madrid, además de acoger la residencia de las hermanas, es también hogar para personas abandonadas y enfermos de Sida; y cuenta con un comedor para pobres que puede albergar a 200 personas.

Madre Teresa había estado por primera vez en España en 1976, cuando el cardenal Vicente Enrique y Tarancón la invitó a fundar una casa en nuestro país; en ese momento ya había un grupo de voluntarios de las Misioneras.

El Vaticano visto desde una perspectiva japonesa

Entrevista con el embajador Kagefumi Ueno


ROMA, miércoles, 5 septiembre 2007 (ZENIT.org).- Japón y el Vaticano tienen muchos motivos para intensificar las relaciones en los próximos años, sobre todo con respecto a la cooperación en África. Así lo afirma el nuevo embajador japonés ante la Santa Sede.

Kagefumi Ueno, diplomático que empezó su misión en el Vaticano en noviembre, añade que «hay mucho terreno en común para el trabajo en equipo y la coordinación entre las agencias de ayuda japonesas y algunas entidades católicas importantes en África».

En esta entrevista concedida a Zenit en la sede de su residencia, el embajador ofrece también una perspectiva japonesa del Vaticano, y algunos pensamientos sobre por qué los católicos son sólo el 0,5 por ciento de la población de Japón.

--Viniendo de Japón, ¿qué le impresiona más de la Santa Sede?

--Embajador Ueno: Mi impresión es que la Santa Sede tiene cuatro signos muy distintivos.

Primero, tiene un valor o autoridad moral que no sólo es respetada por los católicos sino también por muchas autoridades de países que no son cristianos.

Por ejemplo, cuando presenté las credenciales al Santo Padre, éste expresó su deseo de desnuclearización de la península coreana. El día siguiente, lo que él me dijo fue publicado en casi todas las partes del planeta.

Igualmente, lo que el Papa dice sobre Darfur, Irak, Palestina…, recibe siempre atención internacional.

El Papa es, en este contexto, una especie de «guardián» de la situación internacional. La comunidad internacional espera que él hable sobre paz y justicia.

Cuando el presidente estadounidense o el presidente ruso hablan de algún problema internacional, se da por descontado que hablan de los intereses nacionales. Pero cuando el Papa habla no es así: la Santa Sede está despegada de los intereses seculares.

Segundo, considero la Santa Sede como una institución internacional, como las Naciones Unidas. En cierta medida veo al Papa como un secretario general de una entidad como las Naciones Unidas, aunque con aspectos religiosos.

Un tercer aspecto es que la Iglesia tiene una red global que está localmente arraigada en cada continente, con su centro operacional en el Vaticano.

Cuarto, detenta un poder de comunicación grande a través de «Radio Vaticano», «L'Osservatore Romano» y otros medios de comunicación con los que extiende su mensaje en cada rincón del mundo.

Todo esto es único y muy impresionante.

Para mí, que vengo de Japón, un país con una casa imperial duradera y que de hecho es una de las instituciones más antiguas en el mundo, además de la Santa Sede, es interesante explorar por qué y cómo la Santa Sede ha tenido éxito durante tanto tiempo.

--¿Cuáles son las áreas de cooperación entre la Santa Sede y Japón?

--Embajador Ueno: Antes de tocar este tema, me gustaría repetir que el papel más importante del Papa es extender el mensaje de paz.

Así que personalmente, no sólo como embajador de Japón, espero que hable sobre su visión de la paz y la justicia siempre y dondequiera sea necesario.

Además de paz y justicia, las áreas de prioridad son la cooperación, la coordinación y comunicación sobre el calentamiento global, y África.

Hablando específicamente de África, Japón es el segundo donante más grande de ayuda en la comunidad internacional después de los Estados Unidos.

Hasta hace algún tiempo, la ayuda japonesa se había enfocado principalmente en la región asiática.

Los destinatarios asiáticos de nuestra ayuda han desarrollado sus economías respectivas con éxito durante las últimas dos o tres décadas, y por tanto hay una urgencia cada vez menor para dirigir nuestra ayuda hacia allí.

Japón empezó un proceso de diálogo en el desarrollo hace 15 años entre Japón, países africanos, otros países donantes y agencias internacionales.

A nivel político y estratégico, Japón, que tendrá la presidencia del Grupo de los ocho países más industrializados y Rusia (el G8) en 2008, debería hacer todo lo que sea posible para exhortar al grupo de los ocho a focalizar su atención en África, de manera concertada y coordinada.

Japón está bien dispuesto a escuchar la visión de la Santa Sede y es de esperar que el diálogo político entre Japón y la Santa Sede se intensifique.

A un nivel práctico y operacional hay mucho campo para el trabajo en equipo y la coordinación en los próximos años entre las agencias de ayuda japonesas y algunos entes católicos importantes en África, como Cáritas Internacional y la Comunidad de Sant Egidio, entre otros.

Respeto mucho los esfuerzos de donantes de ayuda católicos que, si los ponemos juntos, constituyen la organización más grande que da la ayuda a África subsahariana.

No debemos olvidar que una ventaja adicional obvia de Japón es que no hay ningún vínculo histórico negativo entre Japón y África: Japón es muy «libre» en África, pues no ha tenido ninguna experiencia colonial.

--¿Cuál es su visión sobre el diálogo interreligioso?

--Embajador Ueno: Me gustaría precisar que parece que hoy, cuando la Iglesia católica habla sobre diálogo interreligioso se entiende diálogo con el islam.

Ciertamente, entiendo perfectamente que el diálogo con el islam tiene una importancia superior para el catolicismo. Pero el dialogo con otras religiones como el budismo, el sintoísmo, y otras, debe tomarse también en consideración.

De hecho, en Japón, cuando se habla de diálogo interreligioso, también nos referimos al islam, y no necesariamente al catolicismo o al cristianismo.

Así que me gustaría hacer un llamamiento a ambos¬ --a la Santa Sede y a la sociedad japonesa en general-- para reflexionar cada vez más sobre el diálogo con el catolicismo y, por otra parte, con el budismo y el sintoísmo.

En este sentido, es necesario subrayar que monseñor Félix Machado, el subsecretario del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso ha participado este mes de agosto en la cumbre Religiosa del Monte Hiei en Kyoto.

--¿El catolicismo contribuye de manera significativa a la sociedad japonesa?

--Embajador Ueno: Hay dos aspectos que deben tenerse en cuenta.

Primero, en Japón la Iglesia católica ha establecido muchas universidades, escuelas y otras instituciones.

Muchos de los titulados por estas instituciones ocupan posiciones importantes en una variedad de segmentos sociales. Por ejemplo, en mi ministerio, el Ministerio de Asuntos Exteriores japonés, hay varios titulados por estas facultades.

A través de estas instituciones muchos japoneses se han familiarizado con los valores católicos.

No obstante, debo añadir que pocos de los titulados por instituciones católicas se bautizan. Realmente, estos siguen siendo muy pocos.

Creo que hay dos razones por las cuales tan pocos se convierten al catolicismo.

Primero, me permito recordar que la mayoría de japoneses tienen una mentalidad que percibe o encuentra «almas» en las plantas, los animales, las montañas, las cascadas, las fuentes, etc., por así decirlo, como los celtas antiguos.

Esta cosmología japonesa, típica de una mentalidad politeísta, tiene un contraste fuerte con la visión monoteísta del cristianismo.

Segundo, me parece que los cristianos tienden a adherirse a valores absolutos.

Por ejemplo, cuando hablan de justicia o de mal, quieren decir justicia absoluta o mal absoluto, una aproximación de blanco y negro.

Contrariamente, cuando un japonés se refiere a la justicia, se refiere a una justicia relativa, con una aproximación más en escala de grises.

Por tanto, existen algunas diferencias filosóficas fundamentales entre las dos cosmologías las cuales, aunque vagamente, explican la relativa baja proporción de cristianos en Japón.

Sin embargo, no tenemos que obviar la otra cara de la moneda, y es que muchos japoneses aceptan el 70 u el 80% de las enseñanzas del catolicismo.

Por ejemplo, aceptan prácticamente los Diez Mandamientos. Y hay muchos denominadores en común entre las dos cosmologías.

Yo diría que el cristianismo tiene muchos efectos positivos en la sociedad japonesa.

El Papa invita a servir a Dios en los pobres, como la Madre de Teresa de Calcuta

Al recordar el décimo aniversario de su fallecimiento


CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 5 septiembre 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI recordó este miércoles el décimo aniversario del fallecimiento de la beata Teresa de Calcuta e invitó a servir a Dios en los pobres.

Al final de la audiencia concedida a 16 mil peregrinos en la plaza de San Pedro del Vaticano el Papa saludó a una delegación de Misioneros y Misioneras de la Caridad, las dos obras fundadas por la religiosa, cuyo nombre de pila era Agnes Gonxha Bojaxhiu.

«Queridos amigos --les dijo--, la vida y el testimonio de esta auténtica discípula de Cristo, de quien celebramos precisamente hoy la memoria litúrgica, son una invitación para vosotros y para toda la Iglesia a servir siempre fielmente a Dios en los pobres y necesitados».

«Continuad siguiendo su ejemplo y sed por doquier instrumentos de la divina misericordia», afirmó.

Al final de la audiencia, el padre Brian Kolodiejchuk, postulador de la Causa de canonización de la Madre Teresa, presentó al Papa una copia de «Ven, sé mi luz», el libro de cartas privadas de la Madre Teresa. En ellas se hace patente la «noche oscura» vivida por la beata.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

El Papa pide a los padres españoles cumplir con la «responsabilidad de educar en la fe»

Enviará un mensaje a al peregrinación al Santuario de Torreciudad


HUESCA, martes, 4 septiembre 2007 (ZENIT.org).-Benedicto XVI se dirigirá, a través de una misiva, a los participantes de una multitudinaria peregrinación familiar al Santuario de Torreciudad.

Se trata de la XVIII Jornada Mariana de la Familia, encuentro festivo-popular en el que se dará lectura al mensaje y a la bendición apostólica que el Santo Padre dirige a los organizadores y asistentes.

La Oficina de Información del santuario ha avanzado en un comunicado que, entre las palabras que expresa el pontífice, pide a las familias españolas contribuir a la regeneración de la sociedad «cumpliendo la preciosa responsabilidad de educar en la fe y en aquellos valores y virtudes humanas y cristianas que contribuirán eficazmente al bien de los demás y al propio».

El popular encuentro podría reunir en Torreciudad a más de quince mil personas procedentes de todo el país, en una jornada que este año se convoca bajo el lema «La familia, santuario de la vida» y la presidirá el Prelado del Opus Dei, el obispo Javier Echevarría.

Según el rector del santuario oscense, Javier Mora-Figueroa, «estas jornadas marianas pretenden animar a los esposos a que acrecienten la unidad matrimonial, fortalecer la fe de los hijos, el cariño entre todos los miembros así como otros aspectos concretos de la esfera familiar», apuntó en la presentación.

El programa de actos empieza con la entrega de ofrendas ante un grupo escultórico de la Sagrada Familia, situado en la explanada del santuario, y que posteriormente las familias depositarán a los pies de la Virgen de Torreciudad.

Acto seguido, tiene lugar una concelebración Eucarística, en la que cantará el coro de la Universidad Internacional de Cataluña acompañado de la organista titular del santuario, Maite Aranzabal. Al finalizar la ceremonia, se dará lectura al mensaje y Bendición Apostólica del Santo Padre.

Al mediodía, durante la hora del almuerzo, comenzará un «festival de las familias» con actuaciones musicales por parte de grupos y asociaciones asistentes. Por la tarde, una multitudinaria procesión recorrerá la explanada del santuario, encabezada por la imagen peregrina de la Virgen de Torreciudad, mientras se reza el Rosario.

A lo largo del encuentro, los peregrinos contarán durante todo el día con la ayuda de un centenar de sacerdotes para la atención pastoral y espiritual, mientras otros tantos presbíteros distribuirán la Comunión por diferentes puntos de los casi 20.000 metros cuadrados con que cuenta la explanada del santuario.

La Biblioteca Digital Salesiana en línea

ROMA, martes, 4 septiembre 2007 (ZENIT.org).-Ya se encuentra en línea, en la página web de la Congregación Salesiana (www.sdb.org) la Biblioteca Digital Salesiana (SDL, por sus siglas en inglés).

Este proyecto, en continuo crecimiento, reúne muchos documentos útiles para el estudio y la actividad pastoral
.
La Biblioteca Digital Salesiana ha sido desarrollada gracias a un programa gratuito conocido como «Greenstone», lanzado por la universidad de Waikato, Nueva Zelanda y con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO).

El proyecto ha revolucionado las posibilidades de acceso de los países pobres debido ya que se trata de un proyecto en código abierto, modificable y gratuito.

La Biblioteca Digital Salesiana ha sido implementada además manteniendo un provechoso diálogo con el equipo creador de «Greenstone» que ha sugerido diversos consejos y pautas.
Entre las ventajas que la nueva sección ofrece, además de una consulta más rápida y eficaz, se puede mencionar el hecho de que los usuarios tendrán la posibilidad de usar en la navegación otras lenguas, más allá de las 5 oficiales del sitio.

«Esperamos que este recurso pueda ser utilizado cada vez más por toda la Congregación, la Familia Salesiana y todo aquel que quiera conocer mejor la vida y el carisma que gira alrededor de San Juan Bosco --ha declarado don Julian Fox, miembro de la Comisión para la Comunicación Social y responsable de la página www.sdb.org--. Nos comprometemos a aumentar con el tiempo la biblioteca digital teniendo en cuenta también la ayuda de la red de nuestros colaboradores».

Cardenal austriaco en espera del Papa: El cristianismo, la vía del futuro (II)

Entrevista ante la próxima visita de Benedicto XVI a Austria


VIENA, martes, 4 septiembre 2007 (ZENIT.org).- La visita de Benedicto XVI es decisiva para el futuro de la Iglesia en Austria, explica en esta entrevista concedida a Zenit el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena.

El Papa visitará Viena, Mariazell y Heiligenkreuz entre el 7 y 9 septiembre. Esta es la segunda parte de la conversación con el presidente de la Conferencia Episcopal de Austria. La primera fue publicada en el servicio del 3 de septiembre.

--El lema de la visita del Papa es «Volver la mirada a Cristo». ¿En qué ámbitos Cristo debería estar más presente?

--Cardenal Schönborn: Pienso que la presencia de Cristo entre nosotros no es más débil que antes; quizá hoy es más anónima, menos consciente. Pero hay principalmente tres ámbitos en los que sentimos viva la presencia de Cristo. Sobre todo su Palabra.

No en vano el Papa Benedicto ha escrito un libro sobre Jesús que, sobre todo, se orienta hacia la palabra de Jesús, su predicación, su enseñanza.

Encontramos a Cristo en su Palabra. Por ello abrir las fuentes de la Sagrada Escritura a cuantas más personas sea posible es uno de los mayores deseos del Papa Benedicto XVI. Por ello ha dedicado a este tema también el próximo Sínodo Episcopal que tratará sobre la Sagrada Escritura, la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia.

La segunda presencia de Cristo se encuentra en el sacramento, en los símbolos que Cristo nos ha dado para entrar en contacto con Él. El bautismo y la confirmación o unción del Espíritu Santo; hay sacramentos en el curso de la vida: matrimonio y orden; y hay sacramentos de la curación, de la curación del alma, la confesión, y de la curación física de los enfermos. Y todo esto confluye en el gran Sacramento de su presencia real en la Eucaristía.

Esta corona de sacramentos es por ello tan importante y tan incisiva para la vida de la fe, en cuanto que toca cada aspecto de la vida, cada giro y cada etapa de la vida y nos pone en relación con Cristo.

Y la tercera forma de encuentro con Cristo --«Volver la mirada a Cristo»-- es el encuentro con Cristo en los pobres, en los que está especialmente presente; con los que Él se identifica expresamente: «Estaba enfermo y me has ayudado. Estaba en la cárcel y me has visitado. Estaba desnudo y me has vestido; hambriento y me has alimentado…». Cristo se identifica con los pobres, con los que sufren y por ello nosotros le encontramos especialmente en ellos.

El Papa llamará nuestra atención cuando nos diga que debemos volver la mirada hacia Dios.

--El Santo Padre no viene en primer lugar a Austria sino que realiza una peregrinación al santuario mariano de Mariazell. ¿Qué importancia tiene María en la vida cristiana?

--Cardenal Schönborn: El lema «Volver la mirada hacia Cristo» está en efecto inspirado profundamente por Mariazell. Si se observa la graciosa imagen de Mariazell, la pequeña escultura de madera de tilo que tiene 850 años de antigüedad, sin vestimentas festivas, sin los vestidos lujosos que tiene habitualmente, se ve una sencilla figura de esta sonriente misteriosa madre de Dios y, en su seno, un niño con una manzana en la mano, el símbolo del reino del poder divino. Y María señala claramente con la mano al niño. Esto significa que Ella nos dice lo que dijo en Caná: «Haced lo que Él os diga», y nos enseña a mirar a Cristo.

Nos mira pero señala a Cristo. En cierto sentido, nos llama: «Miradle a él, mirad a mi hijo». Y pienso que este es el lema que eligió el Papa Juan Pablo II durante toda su vida y especialmente durante su papado. El «Totus tuus» es: «A Cristo a través de María». Ella nos indica el camino. Por ello, iniciamos la peregrinación del Santo Padre, y con el Santo Padre, a Mariazell, en la plaza ante la columna de María.

El 8 de diciembre de 2006, fiesta de la Inmaculada, iniciamos la gran novena que nos acompaña y prepara hasta el 8 de septiembre, la fiesta de Mariazell y la visita del Santo Padre.

--Recientemente usted aludió a la escasez de niños como un problema de Austria. ¿Cómo podría la sociedad favorecer más a la infancia?

--Cardenal Schönborn: Es sobre todo el problema enorme de una sociedad que compromete su futuro, por tener demasiados pocos niños. Lo sabemos bien: casi toda Europa debe afrontar el problema del descenso de una población, que es compensado gracias a una fuerte inmigración.

Es una decisión que compete a toda la sociedad, que debe afrontar ya hoy el problema «No hay futuro».

¿Por qué hemos llegado a este punto, justamente cuando en Austria se dan medidas de apoyo a las familias como nunca habían existido en este país? En ningún momento de la historia ha habido una carencia de normas como la de hoy. Y a pesar de ello antes la familias tenían muchos más hijos que hoy.

Ciertamente el drama del aborto desempeña un papel importante. Pero a ello se añade el hecho de no querer niños, el «no» a los niños, con la contracepción.

En los últimos cuarenta años, Europa ha dicho tres veces «no» a su futuro: la primera vez, con la píldora; la segunda, con el aborto; y la tercera, con el matrimonio homosexual. Y yo añado: prescindiendo del juicio moral de todos estos fenómenos, es sencillamente, de hecho, un «no» al futuro.

El «sí» al futuro puede sólo significar: «sí» a los niños. Y pienso que se está iniciando gradualmente, en muchas personas de Europa, la conciencia de que se necesita una decisión. Y el «sí» al futuro es ya algo hermoso, si se tiene esperanza en el futuro.

--En la archidiócesis de Colonia, existe desde hace tiempo un «Centro Familiar». ¿Cuáles son las iniciativas concretas en la archidiócesis de Viena para el apoyo a las familias?

--Cardenal Schönborn: Naturalmente existen muchas iniciativas a favor de las familias, como por ejemplo la asociación de las familias o la obra familiar. Varios movimientos religiosos tienen organizaciones familiares, como el movimiento Schönstatt. Todos los movimientos religiosos de renovación se dirigen también con fuerza a las familias. Pero creo que se trata de otra cosa. Se trata de ver.

Jesús dijo a los discípulos: «¡Venid y ved!». Hay que ver, hay que poder tocar, si no, no se vive.

He pasado unos días de mis vacaciones con una joven familia que acaba de tener el sexto hijo. Naturalmente es una vida que implica muchas renuncias, pero es una vida incomparablemente más vital de lo que sucede si se tiene miedo de cada nueva vida. Pienso que hace falta la vivencia de este tipo de familias, que conscientemente dicen «sí», aunque esto comporta enormes resistencias por parte de su ambiente --«¡Estáis locos! ¿Pero no tenéis cuidado?»- y que con la vida dan testimonio de que es bello, que es un bien tener niños.

Naturalmente cuesta. Pero es gratificante. Y pienso que la vida de estas familias anima a otras a intentar experiencias semejantes. Y curiosamente no se trata de un problema de posibilidades económicas.

Naturalmente, es difícil con seis niños. Pero gracias a Dios en Austria hay un buen apoyo a las familias. Algunas cosas podrían ir mejor, de modo más constructivo, pero es fundamental vivirlo y hacerlo posible para los otros. «¡Venid y ved».

Yo lo observo en muchas familias jóvenes que tienen tres, cuatro, cinco, seis y más niños. Y la impresión que da es que aquí está el futuro, aquí está la esperanza, aquí está la vida. Esta es la postura de la que vive la sociedad: solidaridad, respeto y ayuda recíprocos: la lógica experiencia de que hay que renunciar a algo.

Estos son los valores de los que tenemos absolutamente necesidad para que una sociedad sea una sociedad digna de vida y amor. Allí es donde los encontramos, donde aprendemos. Y pobre de una sociedad en la que estos valores se pierden porque será una sociedad mala, despiadada.

--¿Qué espera de la visita del Papa?

--Cardenal Schönborn: Confirmación en la fe, alegría en la fe, impulso para recorrer el camino de la fe, con la Iglesia y en la Iglesia, y no en un sendero que se construye solos.

Benedicto XVI explica a los jóvenes el silencio de Dios sufrido por la Madre Teresa de Calcuta

En el encuentro del 1 de septiembre con medio millón de chicos y chicas


CIUDAD DEL VATICANO, martes, 4 septiembre 2007 (ZENIT.org).- Dios habla también cuando calla, dijo Benedicto XVI a medio millón de jóvenes, explicando la «noche oscura» que vivió la beata Teresa de Calcuta.

En la respuesta espontánea a la pregunta de una joven italiana, Sara Simonetta, el pontífice quiso comentar en el Ágora de los jóvenes italiano, en la tarde del 1 de septiembre, el sentido de esta prueba vivida por la religiosa albanesa y documentada por sus escritos recién publicados.

Los textos han sido recogidos por el padre Brian Kolodiejchuk, postulador de la causa de canonización, y recogidos en el libro «Madre Teresa: Ven y sé mi luz» («Mother Teresa: Come Be My Light»), que aparece diez años después de su fallecimiento.

En la explanada de Montorso, en las afueras de Loreto, Simonetta había explicado al Papa que creía «en el Dios que ha tocado mi corazón, pero siento mucha inseguridad, preguntas, miedos».

«Siento mi soledad humana y quisiera sentir la cercanía de Dios. Santidad, en este silencio, ¿dónde está Dios?», preguntó la muchacha.

El obispo de Roma respondió aclarando que «todos nosotros, aunque seamos creyentes, experimentamos el silencio de Dios».

«Acaba de publicarse un libro con las experiencias espirituales de la Madre Teresa y lo que ya sabíamos ahora se muestra más abiertamente: con toda su caridad, su fuerza de fe, la Madre Teresa sufría el silencio de Dios», constató.

«Por una parte, tenemos que soportar este silencio de Dios, en parte también para poder comprender a nuestros hermanos que no conocen a Dios».

Por otra, «podemos gritar siempre de nuevo a Dios: “¡Habla, muéstrate!”. Y sin duda en nuestra vida, si el corazón está abierto, podemos encontrar los grandes momentos en los que realmente la presencia de Dios se hace sensible incluso para nosotros».

Entonces el Papa explicó cómo es posible ver a Dios.

Ante todo, aclaró, «la belleza de la Creación es una de las fuentes en las que realmente podemos tocar la belleza de Dios, podemos ver que el Creador existe y es bueno, que es verdad lo que dice la Sagrada Escritura en la narración de la Creación».

En segundo lugar, explicó, es posible percibir la presencia divina «escuchando la Palabra de Dios en las grandes celebraciones litúrgicas, en las fiestas de la fe, en la gran música de la fe».

Y el Papa citó el caso de una mujer que se convirtió al cristianismo, tras haber escuchado la gran música de Bach, Haendel y Mozart.

En tercer lugar, dijo a la asamblea festiva de jóvenes, se puede descubrir a Dios con «el diálogo personal con Cristo».

«Él no siempre responde, pero hay momentos en los que realmente responde».

Una última manera de descubrir a Dios, según el Papa, es «la amistad, la compañía en la fe».

«Ahora, aquí, reunidos en Loreto, vemos cómo la fe une, la amistad crea una compañía de personas en camino», constató.

«Y experimentamos que todo esto no viene de la nada, sino que realmente tiene una fuente, que el Dios silencioso es también un Dios que habla, que se revela y sobre todo que nosotros mismos podemos ser testigos de su presencia, que de nuestra fe surge realmente una luz incluso para los demás», subrayó.

La conclusión del Papa fue la siguiente: «por una parte, tenemos que aceptar que en este mundo Dios es silencioso, pero no debemos permanecer sordos cuando habla, cuando manifiesta su presencia en tantas ocasiones, sobre todo en la Creación, en la liturgia, en la amistad dentro de la Iglesia. Y, llenos de su presencia, también nosotros podemos dar luz a los demás».

El ecumenismo necesita diálogo en la verdad y fraternidad, reconoce el Papa

Mensaje a la Asamblea Ecuménica Europea que se celebra en Rumania


CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 5 septiembre 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI considera que para que el ecumenismo pueda avanzar hacia la unidad plena y visible de los cristianos es necesario «el diálogo de la verdad» y «el encuentro en el signo de la fraternidad».

Pero estos dos elementos, aclara, necesitan el «ecumenismo espiritual», es decir, la conversión y la oración común por la unidad.

Estas es la propuesta que presenta a la Tercera Asamblea Ecuménica Europea, que se celebra en Sibiu (Rumania) del 4 al 9 de septiembre, sobre el tema «La luz de Cristo resplandece sobre todos los hombres. La esperanza de la renovación y de la unidad en Europa».

Las manifiesta en una carta que se leyó en la mañana de este miércoles ante los dos mil delegados y participantes católicos, ortodoxos, anglicanos, baptistas, luteranos, metodistas, pentecostales, reformados…

En la misiva, el obispo de Roma explica que «el verdadero diálogo se entreteje allí donde no hay sólo palabras sino también escucha, y donde en la escucha tiene lugar el encuentro, la relación y en la relación la comprensión intensa como profundización y transformación de nuestro ser cristiano».

«El diálogo, por tanto --aclara--, no sólo afecta al campo del saber y a aquello de lo que somos capaces de hacer. Más bien hace hablar al creyente, es más, al mismo Señor en medio de nosotros».

El Papa presenta así los «dos elementos que deben orientarnos en nuestro compromiso: el diálogo de la verdad y el encuentro en el signo de la fraternidad».

«Ambos tienen necesidad del ecumenismo espiritual como fundamento» y recuerda que el Concilio Vaticano II declara que la «conversión del corazón y la santidad de vida, juntamente con las oraciones privadas y públicas por la unidad de los cristianos, han de considerarse como el alma de todo el movimiento ecuménico».

La oración por la unidad, señala el Santo Padre, «permite a los cristianos de Europa mirar con nuevos ojos a Cristo y a la unidad de su Iglesia».

«Además, permite afrontar con valentía tanto los recuerdos dolorosos que no faltan en la historia europea, como los problemas sociales en la era del relativismo hoy ampliamente dominante».

Por este motivo, el Papa se dice convencido de que «el encuentro de Sibiu ofrecerá propuestas preciosas para continuar e intensificar la vocación específica de Europa, propuestas que tienen que ayudar después a construir un futuro mejor para su población».

5 de septiembre, Día del hermano

En el aniversario de la muerte de la Madre Teresa


ROMA, martes, 4 septiembre 2007 (ZENIT.org).- Este 5 de septiembre se celebra el «Día del hermano», con ocasión del décimo aniversario del fallecimiento de la beata Teresa de Calcuta.

La iniciativa, que ha contado con la aprobación de sor Nirmala, la superiora general de las Misioneras de la Caridad, sucesora de la Madre de Teresa, fue lanzada en 1999 por el padre Miguel Elias Alderete Garrido, sacerdote y promotor de la página de Internet «Católicos» (www.catolicos.org.ar).


El «Día del hermano» ha hecho de todos los días 5 de septiembre una jornada consagrada a la solidaridad evangélica, explica el presbítero.

¿Cómo vivir este día? El padre Miguel responde con las Obras de Misericordia: «Abre las puertas de tu casa al más necesitado; comporte tu mesa con el hambriento; viste al desnudo; da de beber al sediento; visita al enfermo; hospeda al peregrino».


«Vivamos este día como ella lo vivió toda su vida», propone el sacerdote en un mensaje enviado a Zenit.