viernes, 1 de octubre de 2010

Y tú ¿Cómo tomas tus decisiones?

Durante toda nuestra vida, tomamos muchisimas decisiones, algunas sencillas y cotidianas, otras trascendentales y que pueden cambiar nuestra vida, pero alguna vez te haz preguntado, ¿Cómo tomas tus decisiones?
Evidentemente no es lo mismo decidir que marca de shampoo comprar, que película ver o que libro leer, que decidir que carrera estudiar, con quien casarte o cuál es el mejor empleo para ti.

En nuestra vida, continuamente se nos presentan ocasiones de tomar decisiones, y si bien en las más triviales, es relativamente igual una decisión que otra, en los aspectos fundamentales de nuestra vida, la cosa cambia.

En muchas ocasiones en nuestra vida, nos vamos a encontrar con que tomamos malas decisiones, decisiones que ha cambiado lo que hubieramos podido ser o el camino que seguimos en la vida y es por eso que hoy te invito a que en todas tus decisiones importantes, hagas siempre parte a Dios.

En su momento, ¿Le preguntaste a Dios si esa carrera que estudiaste, era la mejor para ti, para poder llevar a su máxima expresión los dones que Él te dió? Antes de casarse, ¿Consultaron al Señor si esa persona que eligieron, era la mejor para alcanzar la vida en abundancia mediante el matrimonio? ¿Y cuando compraste una casa? Cuando elegiste el colegio para tus hijos? ¿Cuando elegiste tu trabajo?

Normalmente, la respuesta es NO¡

Usualmente, estamos acostumbrados a separar a Dios de nuestra vida cotidiana, pensamos: Dios está en el templo, pero en mi casa decido yo.

Y el hacer a Dios ajeno a nuestra vida, es arriesgarnos a tomar decisiones equivocadas en cosas trascendentales para nuestra vida, y es por eso que muchas veces vamos por la vida arrastrando las consecuencias de malas decisiones que nos alejan de la felicidad.

Y con esto, puede surgir una duda, ¿Cómo le hago para que Dios me ayude en mis decisiones? ¿En que parte de la Biblia dice con quien casarme o que estudiar o en donde vivir?

La respuesta para esto, la podemos encontrar mediante tres cosas que deben ser FUNDAMENTALES en nuestra vida:

  • Sacramentos
  • Oración
  • Lectura de la Palabra

Si nos mantenemos fieles a estos tres pilares, iremos viendo como Dios nos ilumina en nuestras decisiones, cómo nos ayuda a saber que camino elegir e incluso, muchas veces, nos ayuda a enmendar el camino por las decisiones que tomamos antes.

Te voy a compartir un ejemplo de como esto nos ayuda en nuestras decisiones:

Mi esposa y yo formamos parte de Vivir en Cristo, un movimiento que busca formar familias cristianas y en el cual, tenemos 6 años de participar:
En este movimiento, hay una pareja que funge como coordinador de una célula, y tiene a su cargo la formación de varias parejas de matrimonios, por lo que, es un compromiso muy importante ser coordinador de una célula, pues implica una gran responsabilidad.
Cuando estabamos en 3er año, se abre la posibilidad de iniciar una nueva célula como coordinadores, junto con varios matrimonios que estabamos en el mismo nivel.
Tomamos un curso de preparación y teníamos las ganas de hacerlo, sin embargo, teníamos también muchas dudas: Sería realmente lo que el Señor quería de nosotros? Estaríamos a la altura de lo que ser un coordinador implica?

Cuando estabamos en la última sesión del curso, y todavía dudando que hacer, mientras estabamos en oración, mi esposa abrió la Biblia en una cita que nos animó bastante: sirácides 2,1-6, que dice:

Si te has decidido a servir al Señor, prepárate para la prueba.
Conserva recto tu corazón y sé decidido, no te pongas nervioso cuando vengan las dificultades.

Apégate al Señor, no te apartes de él; si actúas así, arribarás a buen puerto al final de tus días.
Acepta todo lo que te pase y sé paciente cuando te halles botado en el suelo.

Porque así como el oro se purifica en el fuego, así también los que agradan a Dios pasan por el crisol de la humillación.
Confía en él y te cuidará; sigue el camino recto y espera en él.


Para nosotros, esa fue una buena indicación de que estabamos siguiendo un camino correcto, pero eso no fué lo único, cuando terminamos de hacer oración y estabamos en la parte final del curso, varias parejas de coordinadores que ya tenían más tiempo en el movimiento, dieron su testimonio sobre como fue que decidieron ser coordinadores de célula y nos platicaron que ellos tenían muchas discusiones sobre si ser o no coordinadores, ya que uno decía que si y el otro que no, y que lo que los convenció de que era su camino, fue una cita que encontraron: Siracides 2, 1-6 ¡¡
Así que, cuando escuchamos esto, nos convencimos totalmente que era una decisión correcta, y hoy, que estamos iniciando nuestro segunda célula como coordinadores y después de haber terminado la formación con la primera, puedo decir que fue lo mejor que pudimos hacer, pues el Señor nos ha hecho crecer y aprender de una forma que sin ser coordinadores nunca hubieramos podido hacer, nos ha llenado de bendiciones y nos ha dado muchisimos amigos.


Así que, te invito a acercarte a estos 3 regalos que Dios nos hace y que invites al Señor a formar parte integral de tu vida, en todos los aspectos que te forman y no lo dejes como una simple parte más en las cosas que haces, y sobre todo, siempre invitalo a que te ayude a tomar tus decisiones.

Octavio Hernández

¿Qué más podemos decir? ¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros!

martes, 7 de septiembre de 2010

Feliz Cumpleaños María

¡Feliz cumpleaños María!
8 de septiembre. Natividad de la Santísima Virgen.
Autor: Tere Fernández | Fuente: Catholic.net

LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
8 DE SEPTIEMBRE


La Virgen María fue la Madre de Jesús y, con este hecho, se cumplieron las Escrituras y todo lo dicho por los profetas. Dios escogió a esta mujer para ser la Madre de su Hijo. Con ella se aproximó la hora de la salvación. Por esta razón la Iglesia celebra esta fiesta con alabanzas y acciones de gracias.

Un poco de historia

El nacimiento de la Virgen María tuvo privilegios únicos. Ella vino al mundo sin pecado original. María, la elegida para ser Madre de Dios, era pura, santa, con todas las gracias más preciosas. Tenía la gracia santificante, desde su concepción.

Después del pecado original de Adán y Eva, Dios había prometido enviar al mundo a otra mujer cuya descendencia aplastaría la cabeza de la serpiente. Al nacer la Virgen María comenzó a cumplirse la promesa.

La vida de la Virgen María nos enseña a alabar a Dios por las gracias que le otorgó y por las bendiciones que por Ella derramó sobre el mundo. Podemos encomendar nuestras necesidades a Ella.

La fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María se comenzó a celebrar oficialmente con el Papa San Sergio (687-701 d.C.) al establecer que se celebraran en Roma cuaro fiestas en honor de Nuestra Señora: la Anunciación, la Asunción, la Natividad y la Purificación.

Se desconoce el lugar donde nació la Virgen María. Algunos dicen que nació en Nazaret, pero otros opinan que nació en Jerusalén, en el barrio vecino a la piscina de Betesda. Ahí, ahora, hay una cripta en la iglesia de Santa Ana que se venera como el lugar en el que nació la Madre de Dios.

Algo que no debes olvidar

María vino al mundo sin pecado original y con la gracia santificante.
La Virgen María fue escogida para ser la Madre de Dios.
La Virgen María fue pura y santa.
Al nacer la Virgen María se cumplió la promesa de Dios de que mandaría al mundo a una mujer de la que nacería el Salvador para liberarnos del pecado.

Cómo vivir la fiesta en familia

Llevar flores a la Virgen en alguna capilla, en señal de que la amamos y dando gracias a Dios por haberla creado y escogido para esa gran misión.

Pedir a la Santísima Virgen María, para que nos consiga la gracia que más necesitemos en este momento de nuestra vida, como familia.

Oración

María, en este día que festejamos tu nacimiento, te pido que me ayudes a estar siempre cerca de ti y de tu Hijo Jesús.

domingo, 6 de junio de 2010

El Hermano del Hijo Pródigo

Hola,
Hoy quiero platicar de algo con lo que me siento identificado plenamente, porque creo que estuve en esa situación por muchos años, hoy quiero platicar de la parábola del Hijo Pródigo, que podemos leer en Lc 15, 11-32.

Probablemente, muchos hemos leído esta parábola, en la que un hombre tiene 2 hijos, uno de ellos pide su parte de la herencia, la vende y con el dinero se va lejos a vivir una vida de desenfreno, se gasta todo el dinero y empieza a pasar hambre, se arrepiente de lo que hizo y piensa en regresar a casa de su padre para ser como un trabajador más, pero al volver, el padre lleno de gozo lo recibe y organiza una gran fiesta para celebrar.

Hoy no quiero reflexionar sobre esta parte de la lectura, sino de lo que pasa un poco más adelante.

Como sabemos, el hombre tenía 2 hijos, el otro hijo, fue siempre obediente, siempre estuvo al lado de su padre, pero al enterarse de la celebración que se hace para festejar el regreso de su hermano, él se molesta, le reclama al padre que en todo ese tiempo, nunca le dió siquiera un cabrito para comer con sus amigos, mientras que ahora, mata al becerro gordo para su hermano. (Lc 15, 29 - 30)

Quiero resaltar la respuesta de su padre: Hijo mío, tú siempre estás conmigo y todo lo que tengo, es tuyo. (Lc 15, 31)

Mi reflexión, es sobre este punto y aqui es en donde puedo decir que me siento identificado, porque muchos años creo que viví como este hermano.

Creo también, que es como muchas de las personas se sienten hoy en día, viviendo en la casa del Padre, pero sin sentirse parte de ella, sin un sentido de pertenencia con Dios, no nos sentimos de Dios, lo vemos como alguien lejano, como alguién al que solo vamos a ver el domingo a misa, y así nos pasa con la Iglesia también, vemos los problemas de la Iglesia como algo que no nos afecta, pensamos, ojala la Iglesia cambiara esto, o aquello, los padres deberían de ser diferentes, etc.

Muchas veces criticamos a los sacerdotes porque actitudes que no nos gustan o porque no hacen las cosas como pensamos que las deberían de hacer, pero nunca nos criticamos a nosotros mismos sobre como apoyamos a esos sacerdotes, a nuestra Iglesia.

El otro día al hablar del tema, le pedía a las parejas de una de nuestras células de Vivir en Cristo que trataran de ponerse en los zapatos de los sacerdotes por un momento, que pensaran como sentirían si fueran ellos los que estuvieran al fente, y vieran como a la gente no le importa llegar tarde a la celebración, viendo a algunos platicar al momento de la homilía, escuchando probablemente sonar algún teléfono celular y lo peor de todo, contestándolo en plena celebración, viendo que la gente los felicita por el mensaje, pero solo para olvidarlo tan pronto cruzan la puerta.

Es cierto que muchos sacerdotes no nos dan el mejor ejemplo, pero también es cierto que nosotros no hacemos lo que nos corresponde para cambiar esto, porque vamos a misa y solo vemos un monólogo por parte del sacerdote, y lo vemos como algo ajeno, con el que cortamos todo vinculo al salir del templo, pero si nos sentimos parte de la Iglesia, vamos a tener la Iglesia que nosotros queramos, ayudando a los sacerdotes, motivándolos, pero también exigiendoles ser los pastores que necesitamos para llevarnos hacia El Señor, entendiendo que no solo a ellos les corresponde este papel, sino a toda su Iglesia, de la que somos parte, y que por lo tanto, es también nuestra responsabilidad el hacer lo necesario para que el plan de Cristo triunfe en este mundo.

Sabiendo que nos corresponde evangelizar, que nos corresponde hacer una Iglesia viva, moderna no por cambiar según los tiempos, sino moderna porque es actual, porque es vigente, porque dá testimonio de la presencia de Dios mediante la vida de TODOS sus miembros.

No es lo mismo participar que estar involucrado, alguna vez escuche un ejemplo de la diferencia entre un termino y otro, este ejemplo son los huevos con jamón, en este platillo, la gallina PARTICIPA, porque pone los huevos que cocinaremos, pero el cerdo está INVOLUCRADO, ya que para poder hacer el platillo, el cerdo tuvo que morir par obtener el jamón.

La pregunta con la que termino es, en esta Iglesia de hoy en día, solo participas o estás verdaderamente involucrado?
Te invito hermano a sentirte parte importante de la Iglesia, porque de eso depende que tengas la Iglesia que esperas, y sobre todo, la Iglesia que Dios planeó tener al mandar a su Hijo a este mundo.

Vive tu fé, disfrutala, date cuenta del tesoro que Dios ha puesto en nuestra manos.
Dios te bendice¡¡

sábado, 5 de junio de 2010

Aliméntate Sanamente: Come Frutas y Verduras

Esto que voy a platicar es basado en la homilía del pasado jueves, día que celebramos la solemnidad de Corpus Christi, El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

El titulo del post, viene a cuento porque es una frase que podemos leer y escuchar en casi todos los anuncios de comida, cualquiera diría, ¿Pués que no es lógico que tenemos que comer sanamente? si volteamos a nuestro alrededor y vemos que al menos en México, 3 de cada 4 personas tienen sobrepeso, que la diabétes crece a ritmo acelerado, evidentemente no, 
¿Qué sucede?
hoy estamos acostumbrados a comer cualquier cosa, el ritmo de vida que tomamos, las múltiples actividades que tenemos, nos hacen que le dediquemos muy poco tiempo a la comida, o al menos, muy poco tiempo a preparar comida sana, estamos acostumbrados a comer comida chatarra y por eso, todos los fabricantes de ese tipo de comida, ponen la leyenda: Alimentate sanamente, come frutas y verduras, como una forma de decir, esto es chatarra, pero te recomendamos que además de esto, comas cosas nutritivas.

¿Y qué tiene esto que ver con nuestra vida espiritual?
Pues, básicamente, que nosotros debemos alimentarnos de 3 formas: físicamente, intelectualmente y espiritualmente, sin embargo, es fácil que los hábitos que estamos adoptando para nuestra comida "física", se vayan permeando a nuestra "comida" intelectual y espiritual.

Es decir, nos estamos llenando de "comida" chatarra en todos los niveles, intelectualmente, nos alimentamos a través de nuestros sentidos, y la pregunta es: ¿Qué alimento recibimos por nuestros sentidos hoy en día? que cosas:
- Leemos
- Escuchamos
- Vemos?

así como los frutos de nuestra alimentación saltan a la vista con la obesidad y las enfermedades relacionadas, es fácil ver los frutos de esa alimentación chatarra a nivel intelectual, estamos inundados de programas de televisión, música, películas, revistas, libros, páginas de internet, etc. que constantemente nos bombardean con mensajes faltos de moral, que nos alejan de Dios, que nos llevan a creer que somos autosuficientes, que no necesitamos de Dios y mucho menos de nuestros semejantes, mensajes que dicen que cosas como el respeto, el matrimonio, el amor para toda la vida son cosas pasadas de moda e inútiles en el mundo de hoy.
Dos resultados palpables de que las personas que no se alimentan adecuadamente, es que se vuelven violentas y egoístas, 2 características que podemos ver en forma cotidiana en nuestra sociedad.

La palabra nos dice: Tus ojos son la lámpara del cuerpo; si tus ojos son buenos, todo tu cuerpo tendrá luz, pero si son malos, tu cuerpo estará en la oscuridad. Lc 11, 34.
¿Qué es lo que hay en nuestros ojos, Luz u oscuridad?

Y si esto es a nivel intelectual, ¿Qué podemos esperar a nivel espiritual?
Espiritualmente, nuestro alimento está en la oración, en la Palabra de Dios y en los sacramentos, fundamentalmente en la Eucaristía,y aqui la pregunta es ¿Estamos alimentándonos de la gracia de Dios? ¿Estamos acudiendo cotidianamente a la Eucaristía?
Cuando eramos niños, a veces llegabamos a la casa y no queríamos comer, porque en la escuela ya nos habíamos comido unas papitas, dulces o un refresco, y ahora nos pasa algo similar, cómo voy a querer comer el Pan que dá la Vida Jn 6, 35 si ya llené mi espíritu de chatarra?

Ya lo dice San Pablo en su carta a los Corintios:
"Los que se preparan para competir en un deporte, evitan todo lo que pueda hacerles daño. Y esto lo hacen por alcanzar como premio una corona que en seguida se marchita; en cambio, nosotros luchamos por recibir un premio que no se marchita"

Tenemos que ir fortaleciendo nuestra voluntad, tenemos que ir aprendiendo a dominar nuestro cuerpo y nuestras pasiones, para que podamos ser fuertes y evitar, todo aquello que pueda hacernos daño, el atleta que no lo hace pierde la gloria de la competencia, pero hermanos, si nosotros no lo hacemos, ponemos en riesgo la Gloria Eterna.

En nuestras manos está, por eso, Aliméntate Sanamente, acercate a la reconciliación, acude al banquete precioso que nos regala Dios en la Eucaristía, acercáte a la Palabra de Dios, persevera en la oración y verás que Dios nos premiará, no al momento de nuestra muerte, sino desde este instante con la Vida en Abundancia que nos prometió en el Evangelio de San Juan (Jn 10, 10)

Dios te bendice¡¡

viernes, 28 de mayo de 2010

Los dones y el futbol

A propósito del próximo mundial de fútbol, imagina esta escena:

Eres Futbolista profesional y estás en el partido más importante de tu vida,
enfrente tienen un equipo mañoso, que no juega el mejor fútbol, pero que
hará lo imposible por evitar que ganen, sin embargo, la opinión de los
expertos es que tu equipo ganará fácilmente, es más, practicamente dicen que
es un partido ganado.

Empieza el partido, tu eres mediocampista y tu trabajo es ayudar a evitar
que les metan goles y hacer que tu equipo pueda anotar, pero en una jugada,
de pronto e inexplicablemente, el portero de tu equipo se lanza a tratar de
meter gol, pierde la bola y tómala, les meten el primero.

Sigue el partido y el equipo rival tiene la pelota, están atacando, te
acercas a tratar de quitarles el balón, cuando te acercas, el que trae la
pelota le manda un pase a un atacante, volteas para ver quien llega, y te
das cuenta de que uno de los defensas está a un lado del campo, tomando
agua, otro está junto a las gradas, firmando autográfos, otro más, está
jugando con lo que desde lejos te parece una raqueta de tenis, resultado:
Les meten el segundo.

Avanza el partido y en una jugada, robas el balón, vas eludiendo contrarios
y te acercas a la portería rival, te caen a la marca no uno, ni dos, sino
tres defensas rivales, que por cubrirte, dejan solo el centro del área, todo
está puesto, simplemente con poner el balón en el área, cualquiera de los
delanteros de tu equipo quedará solo contra el portero, pero al levantar la
cabeza para lanzar el pase, descubres que los delanteros de tu equipo no
corrieron junto contigo y están parados en la media cancha viendo al cielo
porque parece que va a llover, en ese momento te caen los defensas, te
quitan la pelota y lanzan un contragolpe que termina en otro gol para el
equipo rival.

Afortunadamente, el arbitro pita en ese momento el final del primer tiempo,
van perdiendo tres a cero y nadie se explica como es que en un partido que
parecía tan sencillo, todo el mundo dejó de hacer lo que le tocaba y las
consecuencias se notan en el marcador, increible, pero hoy han fallado
todos, sabes que tu portero es un super portero, pero hoy decidió lanzarse a
buscar un gol, tus defensas son muy confiables, pero hoy estaban distraidos
con lo que tenían a su alrededor, tus delanteros son goleadores, pero hoy,
no hicieron el esfuerzo de correr.

Te lo imaginaste?? Bueno, algo así me imaginé hoy al reflexionar la lectura
del día de hoy, (1 Pe 4, 7 -13), en donde San Pedro nos dice:

"Como buenos administradores de los diferentes dones de Dios, cada uno de
ustedes sirva a los demás según lo que haya recibido." 1 Pe 4, 10

Este sencillo ejemplo de lo que pasa en este partido imaginario de fútbol,
creo que es similar a lo que está pasando en nosotros como Cristianos, pues
cada uno de nosotros ha recibido de Dios dones especificos y especiales,
cada uno tan importante y necesario en el plan de Dios como el otro.
Sin embargo, en este partido tan importante, en el que está en juego
no un campeonato, sino nuestra salvación y el cumplimiento del plan
magnífico de Dios, continuamente dejamos de hacer todo aquellos para
lo que Dios nos puso en la cancha.

Es fácil sentir que no hay presente en nosotros nada extraordinario, es
fácil pensar que todos somos iguales y que si yo hago esto o lo otro no voy
a hacer ninguna diferencia, sin embargo, creanme que cada uno tiene su
parte y si nos mantenemos constantes en la oración, en la lectura de
la palabra y en los sacramentos, Dios nos permitirá saber en nuestro
corazón, lo que nos ha dado y lo que espera de cada uno de nosotros,
por eso, como dice una canción: Que cada uno con lo que ha recibido lo
ponga al servicio de los demas, los dones no son para esconderlos,
sino para servir estan.

lunes, 24 de mayo de 2010

La Santidad

He aprendido que cuando me invitan a participar con alguna plática en un retiro o curso, no es porque sea muy bueno sobre el tema, sino porque Dios me pide que profundice más al respecto en mi vida, este fin de semana, tuve el gusto de participar como expositor en el Retiro de la Santidad, retiro correspondiente al 3er año de nuestra formación en Vivir en Cristo, el movimiento en el que estamos mi esposa y un servidor, al reflexionar sobre el tema de la Santidad, pienso que es un tema que muchos de los católicos vemos en forma muy lejana, pensamos en los santos como gente muy distinta a nosotros, como gente que vivió en otro tiempo y en otras circunstancias que hacían más sencillo ser santos, sin embargo, pocas veces pensamos en la santidad como algo de nuestro tiempo y mucho menos, como algo a nuestro alcance.

Esto es particularmente importante hoy hermanos, porque no solo debemos de ver la santidad como algo posible, sino que tenemos que decidir (con todo lo que implica la palabra) ser santos.

El mundo necesita hoy más que nunca de nuestra santidad, de nuestro esfuerzo diario para llevar el mensaje de Amor de Dios a tanta gente que se siente perdida, que se siente sin rumbo, que no sabe ni que esperar del día de mañana.



Hermanos, hay que tomar decisiones, hay que tener como objetivo el ser santos, hay que luchar por tener no solo en mundo que nos gustaría sino el mundo que Dios nos manda tener.

En 1 Cor 15, 28, San Pablo nos dice: “Y cuando todo haya quedado sometido a Cristo, entonces Cristo mismo, que es el Hijo, se someterá a Dios, que es quien sometió a Él todas las cosas. Así, Dios será todo e todo.”

Para que todo quede sometido a Cristo, tiene que ser una labor de su Iglesia y debemos tener muy claro que Iglesia somos todos, que es nuestra responsabilidad el hacer que el plan magnifico de salvación se lleve a cabo, tenemos que hacer que todo se someta a Cristo y eso solo lo lograremos, primero con nuestro testimonio de vida y luego, no quedándonos en nuestras casas, no quedándonos en los templos, sino saliendo al mundo a formar más discípulos, más santos.

Dios los bendice¡¡

martes, 18 de mayo de 2010

Retiro de Santidad

Este proximo fin de semana tendre el honor de participar con un tema en el Retiro de 3er Año (La Santidad) de Vivir en Cristo, el movimiento del cual formamos parte mi esposa y yo, es un gran gusto y al mismo tiempo un compromiso importante, ya que es una gran responsabilidad compartir un tema que esta contemplado como parte central de este retiro, les pido que por favor incluyan este retiro en sus oraciones, para que todos los que tomaremos parte de el seamos iluminados por el Espiritu Santo para proclamar y recibir el mensaje segun nos corresponda, saludos y seguimos en contacto¡

Bendiciones

miércoles, 21 de abril de 2010

Regresando

Hola a mis queridos amigos,
He tenido abandonado este blog por mucho tiempo, algunas situaciones personales me han impedido darle la continuidad que yo quisiera, pero hoy escribo pidiéndole al Señor que me permita acomodar las cosas para poder retomarlo, entre las cosas que he pensado, es que quiero darle un giro al blog, normalmente he publicado cosas que me parecen importantes sobre nuestra Fe, como información de celebraciones o noticias importantes para todo católico, sin embargo, después de mucho meditarlo, quiero empezar a compartir más contenido propio, sin dejar de lado cosas que considere importantes publicar, porqué este cambio? creo que es algo que tengo que hacer para dar un mejor testimonio de la presencia de Dios en mi vida y poder crecer más en el camino espiritual, espero con esto poder ir dando más de mi a mis hermanos y tratar de compartir con ustedes los pensamientos, vivencias y aprendizajes que el Señor nos va regalando día con día, le pido a Nuestra Madre Preciosa, la Virgen María, que me acompañe en este cambio que quiero hacer y me impulse siempre a seguir su ejemplo de Fe, entrega y amor.

Dios los Bendice¡

Octavio