sábado, 15 de marzo de 2008

Urge la lectura espiritual de la Biblia, advierte el padre Cantalamessa

En su meditación de Cuaresma al Papa y a la Curia


CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 14 marzo 2008 (ZENIT.org).- Es apremiante la lectura espiritual de las Escrituras para que «liberen de verdad para nosotros el Espíritu que contienen», alerta el predicador de la Casa Pontifica en su meditación de Cuaresma ante el Papa.

En la mañana de este viernes, en la capilla Redemptoris Mater del Palacio apostólico del Vaticano, el padre Raniero Cantalamessa O.F.M. Cap. cerró el ciclo de predicaciones de este tiempo litúrgico sobre el tema «Viva y eficaz es la Palabra de Dios» (Hebreos, 4, 12), con el que también ha ofrecido una preparación para el Sínodo de los obispos sobre la Palabra (del 5 al 26 de octubre).

Subrayó la importancia de tomar conciencia de que la Escritura no sólo es «inspirada por Dios», sino que también «respira a Dios», «emana a Dios».

«Después de haber dictado la Escritura, el Espíritu Santo es como si se hubiera encerrado en ella, la habita y la anima sin descanso con su soplo divino», precisó el predicador de la Casa Pontificia.

Pero «¿cómo acercarnos a las Escrituras de manera que "liberen" de verdad para nosotros el Espíritu que contienen?», planteó; y es que actualmente la tendencia, ante la Biblia, es «quedarse en la letra», considerando la Escritura incluso como «el más excelso de los libros humanos», pero «un libro sólo humano».

«La Biblia se explica por muchos estudiosos intencionadamente sólo con el método histórico-crítico», una actitud que incluso se registra en los estudiosos que se profesan creyentes, observó el padre Cantalamessa.

«La secularización de los sagrado en ningún caso se ha revelado tan aguda como en la secularización del Libro Sagrado», lamentó; «el análisis histórico-crítico, aunque se llevara al máximo de la perfección» sólo es «el primer escalón del conocimiento de la Biblia, el relativo a la letra».

En «cierta exégesis exclusivamente científica» «la Biblia se convierte en un objeto de estudio que el profesor debe "dominar"», pero en este caso único «más bien hay que dejarse dominar por ella»; «decir de un estudioso de la Escritura que él "domina" la palabra de Dios, pensándolo bien, es decir casi una blasfemia», reflexionó el predicador del Papa.

«La consecuencia de todo ello es el cierre y "replegamiento" de la Escritura sobre sí misma; vuelve a ser el libro «velado», «porque -dice san Pablo-- ese velo "sólo en Cristo desaparece", cuando existe la "conversión al Señor", o sea, cuando se reconoce, en las páginas de la Escritura, a Cristo», subrayó.

«No se explican de otro modo -en opinión del padre Cantalamessa-- las muchas crisis de fe de estudiosos de la Biblia» o «la pobreza y aridez espiritual» de «algunos seminarios y lugares de formación», pues «la Iglesia ha vivido y vive de lectura espiritual de la Biblia; truncado este canal que alimenta la vida de piedad, la fe, entonces todo se agosta y languidece».

«Una lectura espiritual de las Escrituras» es «una lectura con referencia a Cristo», ya sea del Antiguo o del Nuevo Testamento; «es la lectura más objetiva que existe -recalcó el padre Cantalamessa-- porque se basa en el Espíritu de Dios», realizada «bajo la guía, o a la luz, del Espíritu Santo que ha inspirado la Escritura».

«Se basa en un evento histórico, esto es, en el acto redentor de Cristo que, con su muerte y resurrección, cumple el proyecto de salvación, lleva a cabo todas las imágenes y las profecías, desvela todos los misterios ocultos y ofrece la verdadera clave de lectura de toda la Biblia», resumió.

«¿Podrá la exégesis, agostada por el prolongado exceso de filologismo, reencontrar el impulso y la vida que tuvo en otros momentos de la historia de la Iglesia?», interrogó el predicador apostólico.

Ese «movimiento espiritual» y ese «impulso» de los primeros siglos de la Iglesia, hace décadas, con el Concilio Vaticano II de por medio, «comenzaron a reproducirse, pero no porque los hombres los hubieran programado o previsto, sino porque el Espíritu se puso a soplar de nuevo, inesperadamente, a los cuatro vientos», recordó.

Así, «contemporáneamente a la reaparición de los carismas, se asiste a una reaparición de la lectura espiritual de la Biblia -reconoció-- y es, también esto, un fruto, de los más exquisitos, del Espíritu Santo».

«En la lectura espiritual, más que pretender explicar el texto, atribuyéndole un sentido ajeno a la intención del autor sagrado, se trata, en general, de aplicar o actualizar el texto» porque «las palabras de Dios no son palabras muertas», sino «vivas» y «activas», «capaces de desplegar sentidos y virtualidades escondidas en respuesta a cuestiones y situaciones nuevas», indicó.

«Es una consecuencia» del hecho de que la Escritura «no es sólo "inspirada por el Espíritu", sino que "emana" también el Espíritu y lo hace continuamente, si se lee con fe», concluyó.

Por Marta Lago

La complementariedad entre hombre y mujer, camino de la igualdad

Una respuesta a la ideología de género


MADRID, viernes, 14 marzo 2008 (ZENIT.org).- El verdadero camino para que se reconozca la igual dignidad y derechos entre hombre y mujer pasa por la aceptación de su diversidad natural. Hombre o mujer «se es» y no sólo «se construye socialmente», y por tanto una legislación justa no puede apoyarse en una concepción antropológica falsa.

Esta es la conclusión más importante de las jornadas sobre la ideología de género presentadas el pasado mes de febrero en la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid, en la que se analizó la preeminencia de esta ideología en la legislación española (Cf. Zenit, 22 de febrero de 2008)

El origen de la diferencia hombre-mujer

Según Jokin de Irala, profesor de Medicina de la Universidad de Navarra, «la naturaleza es «tozuda» en contra de lo que algunos pretenden, cuando consideran que no existe absolutamente ninguna diferencia entre mujeres y varones. Más bien al contrario, mujeres y varones somos diferentes en todas las células de nuestros organismos».

«Al negar la existencia de los presupuestos cerebrales de la personalidad y de las tendencias del comportamiento que muestra la biología humana, se está combatiendo la propia naturaleza de la persona varón o de la persona mujer. La libertad humana, en cambio, consiste en construirnos desde estos presupuestos que no podemos negar y no en luchar contra los mismos», añade.

«Desde estas diferencias, mujeres y varones se enriquecen mutuamente sabiendo que tienen una misma dignidad como seres humanos».

¿Hasta qué punto llega esa diferenciación? Según la Doctora en Medicina María Gudín, en su ponencia «Cerebro y Diferencias sexuales», el ser humano «tiene cuatro dimensiones básicas: física, psicológica, espiritual, y cultural. Estas dimensiones básicas están íntimamente entrelazadas entre sí, el hombre es una unidad en la diversidad. Así, la condición sexuada del hombre es un fenómeno de extraordi­naria amplitud, que caracteriza todos los estratos y componentes de la compleja unidad que constituye al hombre».

«La persona humana es hombre o mujer y lleva inscrita esa condición en todo su ser. El programa genético, el sistema endocrino, los órganos genitales internos y externos, el cerebro y la figura corporal son sexuados. Por ello podemos afirmar que somos biofisiológicamente sexuados o, en otras palabras, que la sexualidad tiene una dimensión biológica indudable», añade.

Citando a la científica Natalia López-Moratalla, Irala afirmó por su parte que la dualidad sexual «existe ya desde el primer cuerpo unicelular humano llamado cigoto. Los genes de la feminidad y de la masculinidad producen cambios tan diferentes como el ritmo lineal de la fisiología del varón y el ritmo cíclico de la mujer».

Cerebro de mujer, cerebro de varón

Según afirmó Irala, existe un cerebro de mujer y un cerebro de varón: «Existe una base biológica, un presupuesto genético, que subyace a la existencia de dos tipos de cerebros humanos. Gracias a las técnicas actuales de neurociencias como la tomografía de emisión de positrones (PET) o las imágenes funcionales de resonancia magnética (fMRI), es posible observar y estudiar mejor este hecho».

«A igualdad de coeficiente intelectual, hay tareas que, por término medio, resuelven mejor las mujeres y otras los varones. Estas diferencias se observan incluso a edades donde los factores socioculturales no han podido actuar todavía», añade.

«La relevancia de este hecho biológico radica en que conducen también a dos modos de percibir la realidad y de habitar el mundo, es decir dos modos de procesar la información en el cerebro, más allá de las diferencias obvias de la paternidad y la maternidad en la transmisión de la vida. En definitiva, dos maneras diferentes, por término medio, de «ser humanos».

Respecto al cerebro humano, explicó que mujeres y varones «tienen de forma innata y por su naturaleza genética diferenciada, diferentes relaciones entre los hemisferios izquierdo y derecho y por lo tanto los utilizan de manera diferente».

«En las mujeres existe una mejor simetría y una mayor interconexión entre ambos hemisferios, que se parecen más entre sí. El varón presenta más diferencias entre ambos hemisferios en lo que se refiere a centros responsables de funciones similares y está más polarizado hacia el hemisferio izquierdo. Esto hace, por ejemplo, que la capacidad analítica o la orientación espacial sea, por término medio, mayor en varones. Por el contrario, la capacidad de comunicación verbal y empatía (por ejemplo, la capacidad de interpretar estados de ánimo al observar caras), es mayor en mujeres».

Incluso en la enfermedad

Jokin de Irala explicó que el dimorfismo sexual «existe hasta el punto de que mujeres y varones no enferman del mismo modo independientemente del ambiente sociocultural en el que están inmersos».

«Las mujeres presentan más diagnósticos de depresión unipolar, trastornos del comportamiento alimentario, trastornos de ansiedad incluyendo el estrés post traumático o de presentar tres o más problemas mentales concomitantemente o asociados a enfermedades crónicas. También son más frecuentes en mujeres los trastornos de pánico y de fobia. Por el contrario, los varones presentan más diagnósticos de abuso de sustancias, alcoholismo y desórdenes del comportamiento asociados al alcohol. A partir de la infancia los varones presentan más síndromes de déficits de atención, autismo y retrasos del aprendizaje o del desarrollo», explica.

Las leyes deben tener en cuenta la naturaleza

Según María Lacalle, profesora de Derecho Civil de la Universidad Francisco de Vitoria, las feministas de género «tienen toda la razón al pensar que se puede transformar la sociedad a través de las leyes, y está claro que debemos luchar por la igualdad de oportunidades para la mujer y para superar aquellos roles que son fruto de factores culturales y que pueden resultar arbitrarios e injustos».

A pesar de ello, la solución a los problemas de la mujer «no es la discriminación injusta, ni el enfrentamiento con el hombre, ni su total autonomía, sino el entendimiento, el respeto, la cooperación, la mutua ayuda».

«La verdadera liberación de la mujer no se alcanzará negando su femineidad e igualándola al hombre, sino logrando que sea ella misma», añade. «El Derecho no puede negar las diferencias ni enturbiar las relaciones entre hombres y mujeres. No puede ignorar la originalidad de lo femenino y lo masculino y su natural complementariedad. El Derecho tiene que dar respuesta adecuada a la naturaleza».

Para Lacalle, la «deconstrucción» de la sociedad «no nos va a hacer más libres, ni más felices. Todo lo contrario. Sólo respetando la naturaleza, la propia identidad del ser humano, y el valor insustituible de la familia podremos construir un mundo mejor».

Según otra de las ponentes, la psicóloga Patricia Martinez Peroni «hoy nos encontramos a la intemperie existencial... Hemos olvidado a Dios, Autor de todo cuanto existe, incluido nuestro propio ser de personas libres, hechas a imagen y semejanza suya. No aceptamos nuestra condición de criaturas dependientes y, por tanto, nos autoconstruimos fenomenológicamente a ciegas».

«Hemos sido infieles al Amor primero..., y ya cualquier amor es egoísta e interesado, buscando poseer y absorber, anulando al otro en su propia identidad, ya que la diferenciación se nos antoja discriminación, la complementariedad se torna dialéctica y lucha de poder, siendo la teoría del género el máximo exponente ideológico del feminismo radical. Así, vencido el machismo como tesis primera, opondremos el feminismo como antítesis vital, acabando en una síntesis quimérica de una sociedad andrógina, donde la naturaleza humana diferenciada psicosexualmente será un estadio superado por los tiempos modernos, cuyo diseño es sustancialmente antropocentrista».

Para Martínez Peroni, la ideología del género va contra la naturaleza: «Contra natura es autoconstruirnos psicosexualmente en nuestra orientación sexual como si lo genético, lo gonadal, lo endocrino, lo genital y lo psicológico se pudiera silenciar por una ideología pseudo espiritual que hable de dignidad y derechos humanos, como si fuese humano negar y contrariar la propia humanidad inscrita en la naturaleza de su identidad. Contra natura es conocer y amar la autodestrucción, de modo enfermizo, como liberadora de la auténtica personalidad».

«La cultura de lo contranatural es una negación de la realidad y es una injusticia para las personas... Silenciar esta verdad que entraña un bien absoluto para humanizar a las personas, no sólo supone ignorancia, sino perversidad moral, propio de culturas decadentes que frivolizan la maldad por negligencia y estupidez».

Para Martinez Peroni, el camino de retorno «será que descubriéndonos en nuestra naturaleza, nos asumiremos y nos comportaremos como seres únicos, verdaderos y buenos, por participar de un orden trascendente que nos dignifica dada la gratuidad de un Dios que es Amor y Misericordia, y así nos restituiremos en nuestra identidad personal».

Por Inmaculada Álvarez

Predicador del Papa: «Podemos hacer algo por el Jesús que agoniza hoy»

Comentario del padre Cantalamessa a la liturgia del Domingo de Ramos


ROMA, viernes, 14 marzo 2008 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario del padre Raniero Cantalamessa, OFM Cap. --predicador de la Casa Pontificia-- a la Liturgia de la Palabra del próximo domingo, de Ramos.

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Domingo de Ramos

Isaías 50, 4-7; Filipenses 2, 6-11; Mateo 26, 14-27,66

En agonía hasta el fin del mundo



El Domingo de Ramos es la única ocasión, aparte del Viernes Santo, en que se lee el Evangelio de la Pasión de Cristo en el curso de todo el año litúrgico. Como no es posible comentar el largo relato por completo, detengámonos en dos de sus momentos: Getsemaní y el Calvario.

De Jesús en el huerto de los olivos está escrito: «Comenzó a sentir tristeza y angustia. Les dijo: "Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo"». ¡Un Jesús irreconocible! Él, que daba órdenes a los vientos y a los mares y le obedecían, que decía a todos que no tuvieran miedo, ahora es presa de la tristeza y la angustia. ¿Cuál es la causa? Se contiene toda en una palabra, el cáliz. «¡Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz!». El cáliz indica toda la mole de sufrimiento que está apunto de caer sobre Él. Pero no sólo. Indica sobre todo la medida de la justicia divina que los hombres han colmado con sus pecados y transgresiones. Es «el pecado del mundo» que Él tomó sobre sí y que pesa sobre su corazón como una piedra.

El filósofo Pascal dijo: «Cristo está en agonía, en el huerto de los olivos, hasta el fin del mundo. No hay que dejarle solo en todo este tiempo». Agoniza allí donde haya un ser humano que lucha con la tristeza, el pavor, la angustia, en una situación sin salida como Él aquel día. No podemos hacer nada por el Jesús agonizante de entonces, pero podemos hacer algo por el Jesús que agoniza hoy. Oímos a diario tragedias que se consuman, a veces en nuestro propio vecindario, en la puerta de enfrente, sin que nadie se percate de nada. ¡Cuántos huertos de los olivos, cuántos Getsemaní en el corazón de nuestras ciudades! No dejemos solos a los que están dentro.

Trasladémonos ahora al Calvario. «Clamó Jesús con fuerte voz: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". Dando un fuerte grito, expiró». Estoy a punto de decir ahora casi una blasfemia, pero me explicaré enseguida. Jesús en la cruz pasó a ser ateo, el «sin Dios». Hay dos formas de ateísmo. El ateísmo activo, o voluntario, de quien rechaza a Dios, y el ateismo pasivo, o padecido, de quien es rechazado (o se siente rechazado) por Dios. En uno y en otro existen los «sin Dios». El primero es un ateísmo de culpa, el segundo un ateísmo de pena y de expiación. A esta última categoría pertenece el «ateísmo» de la Madre Teresa de Calcuta, de quien tanto se ha hablado con ocasión de la publicación de sus escritos personales.

En la cruz Jesús expió anticipadamente todo el ateísmo que existe en el mundo. No sólo el de los ateos declarados, sino también el de los ateos prácticos, aquellos que viven «como si Dios no existiera», relegándole al último lugar en la propia vida. «Nuestro» ateísmo, porque, en este sentido, todos somos -quien más, quien menos-- ateos, «indiferentes» de Dios. Dios es también hoy un «marginado», marginado de la vida de la mayoría de los hombres.

Igualmente aquí hay que decir: «Jesús está en la cruz hasta el fin del mundo». Lo está en todos los inocentes que sufren. Está clavado a la cruz en los enfermos graves. Los clavos que le tienen aún cosido a la cruz son las injusticias que se cometen con los pobres. En un campo de concentración nazi se colgó a un hombre. Alguien, señalando a la víctima, preguntó iracundo a un creyente que tenía al lado: «¿Dónde está ahora tu Dios?». «¿No lo ves? -le respondió--. Está ahí, en la horca».

En todas las «deposiciones de la cruz» sobresale la figura de José de Ariamatea. Representan a cuantos también hoy desafían el régimen o la opinión pública para acercarse a los condenados, a los excluidos, a los enfermos de Sida, y se empeñan en ayudar a alguno de ellos a descender de la cruz. Para alguno de estos «crucificados» de hoy, el «José de Arimatea» designado y esperado bien podría ser yo, o podrías ser tú.

[Traducción del original italiano por Marta Lago]

El Papa confiesa a jóvenes para permitirles descubrir la alegría del perdón de Dios

Si el hombre pierde el alma, lo pierde todo


CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 13 marzo 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI impartió en la tarde de este jueves el sacramento de la confesión a algunos jóvenes en una liturgia penitencial con la que quiso darles la oportunidad de descubrir la alegría del perdón de Dios.

Y esta alegría es contagiosa, añadió, explicando así el sentido de la XXIII Jornada Mundial de la Juventud, que en este año tiene lugar en las diócesis del mundo el próximo Domingo de Ramos, 16 de marzo, y culminará con el encuentro de los jóvenes de todo el mundo con el Papa en Sydney, del 15 al 20 julio (www.wyd2008.org).

Antes de que algunos de los miles de chicos y chicas que llenaban la basílica de San Pedro se confesaran con el Papa y con los centenares de sacerdotes vestidos con el alba blanca y la estola morada, el obispo de Roma les invitó a prepararse a recibir el sacramento con una homilía en la que explicó el sentido de la confesión individual.

«No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva», ha explicado el Papa citando su encíclica, Deus caritas est, 1.

«Precisamente para favorecer este encuentro os disponéis a abrir vuestros corazones a Dios, confesando vuestros pecados y recibiendo, a través de la acción del Espíritu Santo y a través del ministerio e la Iglesia, el perdón y la paz», ha aclarado.

«Aparentemente el hombre no ha perdido nada», afirmó haciendo referencia a la situación contemporánea, «pero le falta el alma y con ésta le falta todo».

Por eso, el Papa invitó a sus «amigos», a prepararse «con un sincero examen de conciencia a presentarse ante quienes Cristo ha confiado el ministerio de la reconciliación».

«Con espíritu contrito, confesemos nuestros pecados, proponiéndonos seriamente no repetirlos más, sobre todo proponiéndonos a ponernos nuevamente en el camino de la conversión», exhortó Benedicto XVI.

«De este modo --aseguró--, experimentaremos la verdadera alegría: la que deriva de la misericordia de Dios, que se ha derramado en nuestros corazones y nos reconcilia con Él. ¡Y esta alegría es contagiosa! "Recibiréis la fuerza del Espíritu, que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos" (Hechos 1,8)", dice el versículo bíblico escogido como tema de la XXIII Jornada Mundial de la Juventud».

Al final de la celebración, el diácono dijo: «El Señor os ha perdonado, podéis ir en paz». Y un aplauso estalló en la basílica.

Tras la celebración penitencial, un grupo de jóvenes llevó en procesión la Cruz del Año Santo al Centro Juvenil Internacional San Lorenzo, que se encuentra junto al Vaticano.

A las 20.00 horas el presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, el cardenal Stanislaw Rylko, celebró la misa para los jóvenes, que luego participaron en una vigilia de oración y adoración del Santísimo Sacramento, hasta la medianoche.

Por Jesús Colina

La responsabilidad de los médicos en la promoción de la cultura de la vida

Habla José María Simón Castellví de la Federación Internacional de Médicos Católicos


BARCELONA, jueves, 13 marzo 2008 (ZENIT.org).- La Federación Internacional de Médicos Católicos (FIAMC) prepara un documento a nivel mundial sobre el uso de métodos anticonceptivos que se hará público antes del verano, probablemente en Roma, con motivo del cuadragésimo aniversario de la encíclica Humanae Vitae de Pablo VI. El actual presidente de Fiamc, el doctor español José María Simón Castellví, adelantó a Zenit algunos aspectos del contenido del documento, actualmente en fase de redacción.

La Fiamc fue constituida en 1966 con la aprobación de sus estatutos por parte del 11º congreso Internacional de Médicos Católicos, celebrado en Manila, y por parte de la Santa Sede. Sin embargo, el asociacionismo de médicos católicos es muy anterior: la primera asociación de médicos católicos se fundó en Francia en 1884 durante el pontificado de León XIII, seguida de otras en varios países de Europa.

En 1924 se formó un Secretariado Internacional de Sociedades Nacionales de Médicos católicos, que organizó los primeros encuentros supranacionales de estas asociaciones (en primero en Bruselas en 1935), con miras a establecer una federación de alcance mundial. En el 11° congreso, realizado Manila en 1966, los Estatutos oficiales y lineamientos de FIAMC fueron adoptados por la Asamblea General y aprobados por la Santa Sede. Actualmente cuenta entre sus miembros a asociaciones de los cinco continentes.

--¿Con qué propósito se elabora el documento y a quiénes va dirigido?

--José María Simón: El documento está dirigido a los médicos, católicos o no, que comparten los principios éticos y antropológicos de la cultura de la vida. El ponente es el profesor de Ginecología y Obstetricia suizo Rudolf Ehmann, egregio miembro de nuestra Federación, que ahora mismo está trabajando en Camerún. Habrá también aportaciones de nuestro comité ejecutivo y del asistente eclesiástico, monseñor Maurizio Calipari.

La encíclica de Pablo VI es magisterio, que sólo lo puede hacer el Papa o los obispos en comunión con él; al respecto nuestro documento debe considerarse más bien como un «peritaje cualificado». La misma encíclica, en uno de sus párrafos, decía: «consideren los médicos y el resto del personal sanitario, como propio deber profesional, el dar consejos y directrices a los esposos que les consultan». Somos conscientes, como profesionales, de la dificultad de promover esta doctrina, y después de cuarenta años aceptamos el reto.

El tema del documento es la anticoncepción y la regulación de la natalidad, porque no olvidemos que los medios aceptados por la Iglesia, llamados «naturales» porque respetan los ciclos naturales de la mujer, no sólo sirven para espaciar los nacimientos sino también para buscarlos. La encíclica, por tanto, no debe ser vista desde el punto de vista exclusivamente negativo, como rechazo de la anticoncepción.

Por otro lado, lo que propone la doctrina es lo natural, porque una mujer fértil no es una enferma, por lo tanto darle un fármaco no concuerda mucho con su estado de salud. Uno toma un fármaco cuando tiene un problema que corregir, no cuando está sano.

--Existe un poco de confusión con los tipos de píldoras existentes: si son abortivas o no, etc. ¿qué juicio puede darnos como médico?

--José María Simón: Existen tres tipos de píldora: la Ru-486, la del día después y la anticonceptiva. Sobre la primera el juicio está claro, se trata de un combinado producido para provocar una muerte, y ni siquiera merece el nombre de medicamento. La píldora del día después es un fármaco que, en el 70% de las veces en que actúa, lo hace para eliminar un óvulo humano fecundado, y por tanto es también abortiva. La píldora anticonceptiva tiene otra valoración porque no produce la muerte del embrión. La valoración no es positiva, pero no tiene la misma gravedad moral que las anteriores.

Como médico debo decir que ninguno de los tres tipos de píldora es inocuo para el organismo femenino, al contrario. La Ru-486 puede llegar a producir la muerte; la píldora del día después tiene también muchos efectos secundarios. Además, hay que señalar que el uso de la píldora del día después contradice el mito del «sexo seguro», porque lo único que impide es el embarazo, y no el contagio de las 26 enfermedades de transmisión sexual conocidas hasta ahora.

Respecto a la píldora anticonceptiva, lo que produce es una alteración hormonal para evitar la ovulación, y esto a largo plazo puede estar asociado a fenómenos de trombosis, hipertensión o depresiones.

De todas formas el juicio moral negativo no se remite a los efectos secundarios, porque si el día de mañana se diseñara una píldora que no los tuviera, el juicio seguiría siendo negativo. Yo suelo decir, a modo de símil, que un adulterio de pensamiento no tiene efectos materiales, pero no por ello deja de estar mal.

En el documento que estamos preparando, y que estamos haciendo con mucho cariño, afronta muchas de estas cuestiones, porque entendemos que la responsabilidad no recae sólo sobre nuestros pastores: sin la opinión cualificada de los médicos católicos, la cuestión de la defensa de la vida quedaría un poco coja. En el embarazo y el parto, la figura del médico es necesaria, somos un elemento clave, y no sólo el ginecólogo, también el médico de familia, al que muchas veces se le pide orientación.

--¿Qué responsabilidad tienen los médicos en la extensión de la «mentalidad contraria a la vida» que triunfa actualmente en Occidente?

--José María Simón: Somos evidentemente una pieza clave. También nosotros estamos a veces manipulados por el mundo del dinero, por la industria farmacéutica que muchas veces empuja al médico a prácticas que no son necesarias.

En cualquier caso el médico es un puntal, porque tiene un alto reconocimiento tanto dentro como fuera de la Iglesia. En el caso de la Humanae Vitae, la poca aceptación que ha tenido esta doctrina nos permite ahora a nosotros proponer los puntos de vista contenidos en ella sin que sea interpretado como una imposición, desde una buena praxis médica y una sana antropología.

En cualquier caso, en Occidente existía, dentro de la profesión médica, una transmisión de valores éticos que no se realizaba en las Universidades, sino fundamentalmente en la relación maestro-alumno: uno aprendía a manejarse en la profesión haciendo prácticas en un servicio médico a las órdenes de un facultativo más anciano, y allí se le inculcaban en la práctica, en los gestos, muchos valores, como el trato respetuoso al paciente, el valor de la vida enferma, etc.

Sin embargo, desde la aparición de las asignaturas de bioética, este aprendizaje personal se está perdiendo, y ha sido invadido por las ideologías. Entonces, dependiendo de qué facultad se trate, se enseñan unas ideologías u otras. Por desgracia, un estudiante o recién licenciado hoy, como muestran las estadísticas, no tiene las ideas éticas claras, y es más influenciable.

--Volviendo al documento, la Humanae Vitae fue criticadísima en el momento de su publicación, incluso por algunos episcopados, aunque prácticamente todos la han aceptado ya. ¿Cuáles fueron los aspectos que más rechazo provocaron entre los propios católicos?

--José María Simón: Cuando uno tiene un problema (o cree que lo tiene) y cree que no debe tener más hijos, el personal sanitario en ese momento tiene que darle una respuesta antropológicamente correcta. En ese momento, la píldora anticonceptiva parecía una solución rápida, barata y directa, que no planteaba los problemas éticos del aborto. Esto, unido a la presión de la industria farmacéutica, hizo que se olvidasen otros medios.

La misma asociación de médicos católicos de Estados Unidos sufrió al respecto una crisis interna importante por el apoyo a la píldora. Hoy sin embargo, su presidenta Kathleen M. Raviele, es una médico experta en métodos naturales de regulación de la fertilidad. Las cosas han ido cambiando, pero ahora, después de cuarenta años, necesitamos un nuevo impulso.

Creo que en este tiempo los médicos católicos no hemos hecho lo que teníamos que hacer. Muchas veces no es sólo cuestión de los sacerdotes el dar consejos a los esposos en cuestiones íntimas. En nuestras asociaciones somos muchos los que vemos el problema, y queremos afrontar nuestra responsabilidad.

--¿Qué es lo que ha producido ese cambio de postura respecto a la píldora?

--José María Simón: La vuelta al respeto de la naturaleza. Por ejemplo, no sé si usted recuerda, cuando yo era pequeño estaba muy de moda, el rechazo de la lactancia materna y la utilización masiva de las leches artificiales para alimentar a los bebés. Eso se veía como un adelanto, en cambio ahora es unánime el apoyo a la lactancia materna. Ese industrialismo que parece que resuelve tantas cosas, en el fondo no es la solución.

Pues con la regulación de la fertilidad pasa lo mismo: si la mujer tiene unos días fértiles y otros infértiles, que permiten regular los nacimientos de forma natural, ¿para qué utilizar un método artificial que no respeta la naturaleza? Además, la experiencia muestra que los métodos naturales funcionan muy bien. Quizás existe el inconveniente de que hay que aprenderlo bien, etc. Pero la mujer que toma la píldora tiene que hacerse análisis regularmente, tiene que hacer controles... Tampoco es un método fácil. Hay que hacer entender a la gente que si se ponen en la balanza los métodos naturales y los artificiales, hay una gran diferencia.

Quizá estos métodos, que se apoyan en los ciclos de la mujer y por tanto son gratuitos, hay veces que la misma gratuidad hace que las cosas no se valoren. Luego hay mujeres con problemas, ciclos irregulares, patologías... los médicos están precisamente para eso, para orientar.

--¿Cree usted que los métodos naturales deberían enseñarse en las Facultades de Medicina, por lo menos en aquellas que se dicen católicas?

--José María Simón: Sin duda. Además en la Humanae Vitae, Pablo VI trasladaba esta responsabilidad a los médicos. Quizás debería figurar, no tanto como una asignatura en sí, sino como un apartado importante de la asignatura de Obstetricia.

--En cualquier caso, el nudo del asunto, como planteaba la Humanae Vitae, no es tanto el método anticonceptivo en sí sino el valorar la maternidad como un bien...

--José María Simón: Efectivamente, Pablo VI hablaba de «razones graves», que tienen que valorar los esposos, para posponer un nacimiento porque los hijos son un bien. Hoy, sin embargo, unos esposos que quieran tener los hijos que Dios les dé sufren un acoso importante en contra, por parte muchas veces de los mismos agentes sanitarios. Hay especialidades en las que es mejor acudir hoy al profesional católico para evitar ese acoso, por ejemplo en el caso de los ginecólogos o incluso en el de los psiquiatras. Y el problema aumenta porque no hay muchos ginecólogos que sigan la doctrina de la Iglesia.

Nosotros estamos preparando actualmente un congreso de ginecólogos católicos que se va a celebrar en Roma, y constatamos este problema. Muchas mujeres católicas no pueden acudir a ginecólogos que respeten sus creencias. Por tanto, existe un mobbing hacia la maternidad, que muchas veces no es directo pero existe: la mueca de una comadrona, la actitud de un médico... y no es la excepción sino por desgracia la regla general.

Hay una expresión que me parece muy triste, que he leído en algún periódico económico, de que «Europa está envejeciendo, tiene que aumentar la natalidad porque si no no habrá quien pague las pensiones». Es una cosa tristísima, que se hable de tener hijos no por amor sino por puro interés social, es una perversión.

Por tanto, la revalorización de la maternidad, la cultura de la vida, tiene que empezar por los propios médicos. El ejemplo es muy importante, porque en Medicina lo que transmiten los maestros es muy importante. Un aspirante que trabaja en un servicio de ginecología en el que se respeta la vida, aunque no sea creyente, ese aprendizaje marcará su trayectoria profesional.

Un ginecólogo me decía el otro día: «es que si me convierto a la antropología cristiana, no podré hacer un montón de cosas, no podré recetar la píldora, no podré esterilizar, etc.» Es como si un romano objetara que si se hacía cristiano no podría ir al circo a ver cómo las fieras se comían a otros cristianos, o tener varias mujeres o pegarle a su esclavo. No se renuncia a nada que sea bueno, hay que ver las cosas en positivo.

--Por último, del contenido de ese documento que la Fiamc prepara, ¿qué podría avanzar como más novedoso?

--José María Simón: Indudablemente, la asunción de sus responsabilidades por parte del médico católico. Es una responsabilidad que no podemos eludir, ni siquiera formalmente. Tenemos un problema, y nosotros somos una pieza clave en él, y por tanto tenemos que afrontarlo.

--Es bien conocido el juramento hipocrático, que defiende claramente la vida. ¿Tienen los médicos católicos alguna fórmula propia?

--José María Simón: Sí, los médicos católicos tenemos una fórmula de juramento aprobada por la Santa Sede, que tiene una primera parte para el médico católico, y otra para el médico que, aunque no sea creyente, comparta los valores humanos que defendemos.

Personalmente me gusta más el juramento de Maimónides, judío español, que hablaba del único Dios, mientras Hipócrates hablaba de los dioses paganos. Aunque me conformaría con que en Occidente se respetara el juramento hipocrático. Ya sería un gran paso adelante.

Por Inmaculada Álvarez

Los médicos católicos preparan un documento sobre los métodos anticonceptivos

Revela el presidente de la FIAMC, el doctor José María Simón Castellví


BARCELONA, jueves, 13 marzo 2008 (ZENIT.org).- La Federación Internacional de Médicos Católicos (FIAMC) está preparando un documento a nivel mundial sobre el uso de métodos anticonceptivos que se hará público antes del verano, probablemente en Roma, con motivo del cuadragésimo aniversario de la encíclica «Humanae Vitae» de Pablo VI.

El actual presidente de FIAMC, el doctor español José María Simón Castellví, ha explicado a Zenit que «el documento está dirigido a los médicos, católicos o no, que comparten los principios éticos y antropológicos de la cultura de la vida».

«Somos conscientes, como profesionales, de la dificultad de promover esta doctrina, y después de cuarenta años aceptamos el reto», reconoce.

«El tema del documento es la anticoncepción y la regulación de la natalidad, porque no olvidemos que los medios aceptados por la Iglesia, llamados "naturales" porque respetan los ciclos naturales de la mujer, no sólo sirven para espaciar los nacimientos sino también para buscarlos».

«La encíclica, por tanto, no debe ser vista desde el punto de vista exclusivamente negativo, como rechazo de la anticoncepción», aclara.

El doctor aclara que existen tres tipos de píldora: la Ru-486, la del día después y la anticonceptiva.

«Sobre la primera el juicio está claro, se trata de un combinado producido para provocar una muerte, y ni siquiera merece el nombre de medicamento. La píldora del día después es un fármaco que, en el 70% de las veces en que actúa, lo hace para eliminar un óvulo humano fecundado, y por tanto es también abortiva. La píldora anticonceptiva tiene otra valoración porque no produce la muerte del embrión. La valoración no es positiva, pero no tiene la misma gravedad moral que las anteriores», aclara.

«Como médico debo decir que ninguno de los tres tipos de píldora es inocuo para el organismo femenino, al contrario. La Ru-486 puede llegar a producir la muerte; la píldora del día después tiene también muchos efectos secundarios», informa.

Respecto a la píldora anticonceptiva, indica, «lo que produce es una alteración hormonal para evitar la ovulación, y esto a largo plazo puede estar asociado a fenómenos de trombosis, hipertensión o depresiones».

«De todas formas el juicio moral negativo no se remite a los efectos secundarios, porque si el día de mañana se diseñara una píldora que no los tuviera, el juicio seguiría siendo negativo».

«En el documento que estamos preparando, y que estamos haciendo con mucho cariño --concluye--, afronta muchas de estas cuestiones, porque entendemos que la responsabilidad no recae sólo sobre nuestros pastores: sin la opinión cualificada de los médicos católicos, la cuestión de la defensa de la vida quedaría un poco coja».

En la sección entrevistas puede leerse la entrevista concedida a Zenit por el doctor Simón.

Por Inmaculada Álvarez

viernes, 14 de marzo de 2008

La Palabra de hoy Viernes 14 de Marzo del 2008



Lectio Divina
Viernes 14 de Marzo del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   V Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  I Semana del Salterio Lecturas: Juan 10, 31-42 ; Salmo 17

Primera Lectura

Jeremías 20, 10-13

En aquel tiempo, dijo Jeremías:
"Yo oía las calumnias de la gente que decía:
''Denunciemos a Jeremías,
denunciemos al profeta del terror''.
Todos los que eran mis amigos espiaban mis pasos,
esperaban que tropezara y me cayera, diciendo:
''Si se tropieza y se cae, lo venceremos
y podremos vengarnos de él''.

Pero el Señor, guerrero poderoso, está a mi lado;
por eso mis perseguidores
caerán por tierra y no podrán conmigo;
quedarán avergonzados de su fracaso
y su ignominia será eterna e inolvidable.

Señor de los ejércitos, que pones a prueba al justo
y conoces lo más profundo de los corazones,
haz que yo vea tu venganza contra ellos,
porque a ti he encomendado mi causa.

Canten y alaben al Señor,
porque él ha salvado la vida de su pobre
de la mano de los malvados".

 

+ Meditatio

Ciertamente Jeremías tenía muchos enemigos que se oponían a su predicación, y con ello a que se realizara la voluntad de Dios. Hoy nosotros podríamos decir que tenemos un solo enemigo y es nuestro pecado, es todo aquello que, como en tiempos del profeta, se opone a que el Reino de los cielos se establezca, primeramente en nuestro corazón y después en todo nuestro entorno. Es una lucha iniciada en el paraíso y que continúa en nosotros hasta el último de nuestros días. Sin embargo, a diferencia del caso de Jeremías, nuestro enemigo ha sido ya vencido por Cristo. Si todavía tiene poder en nuestra vida y en nuestra sociedad es porque muchas veces nuestra adhesión a Cristo es solo parcial y no total.

Aprópiate de la victoria de Cristo. Esta es la única oportunidad de que, vencido nuestro enemigo, vivamos en la paz y la alegría de Dios.

+ Oratio

Señor, gracias por tu victoria, me apropio de ella, me declaro vencedor de la tentación, vencedor ante el pecado, vencedor en los momentos de crisis, vencedor a la hora de la prueba, vencedor incluso de la muerte, en fin, vencedor en todo por Ti, por tu gracia.

Dios mío, cuando el enemigo se levante contra mí para tentarme, cuando me critiquen por mi modo de vivir, cuando lo más sencillo sea huir o evadir una situación en verdad abrumadora, recuérdame, Señor, que tú salvas mi vida y me libras de la mano del malo, así podré alabarte y cantar de tu amor y tu bondad.

+ Operatio

Este día no bajaré la guardia, en las situaciones que ordinariamente me daría por vencido, desde las más sencillas hasta las más serias, no cederé; en las charlas difíciles, en los que no se dejan amar, en aquello de mi trabajo que en verdad me cuesta, en perdonar aquello que tanto trabajo me cuesta, intentaré y lo volveré a hacer, hasta que en esa situción en concreto experimente la victoria de Jesús.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 



jueves, 13 de marzo de 2008

La Palabra de hoy Jueves 13 de Marzo del 2008



Lectio Divina
Jueves 13 de Marzo del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   V Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  I Semana del Salterio Lecturas: Juan 8, 51-59 ; Salmo 104

Primera Lectura

Génesis 17, 3-9

Cuando Dios se le apareció, Abram se postró con el rostro en el suelo y Dios le dijo:

"Aquí estoy. Este es el pacto que hago contigo: Serás padre de una multitud de pueblos. Ya no te llamarás Abram, sino Abraham, porque te he constituido como padre de muchas naciones.

Te haré fecundo sobremanera; de ti surgirán naciones y de ti nacerán reyes. Contigo y con tus descendientes, de generación en generación, establezco un pacto perpetuo, para ser el Dios tuyo y de tus descendientes. A ti y a tus descendientes les daré en posesión perpetua toda la tierra de Canaán, en la que ahora vives como extranjero; y yo seré el Dios de ustedes".

Después le dijo Dios a Abraham: "Por lo que a ti toca, tú y tus descendientes guardarán mi pacto de generación en generación".

 

+ Meditatio

Ya en la víspera de iniciar la celebración de los misterios que nos dieron vida, la Palabra de Dios nos invita a reflexionar sobre el cumplimiento de las promesas que Dios nos ha hecho. De la misma manera que Dios, ante la fidelidad de Abraham, cumplió la alianza y la promesa que le había hecho; así, Jesús, el Verbo Encarnado, cumple en nosotros todas las promesas que nos ha hecho; especialmente como a Abraham la de la tierra prometida, promesa que en Cristo se refiere al Reino, lugar en el que se desarrolla la felicidad, la alegría y la paz perfecta que Dios nos ofrece. Para ello nos pide que le seamos fieles, que nos avoquemos a cumplir la ley que, a través de Jesús, nos ha hecho conocer, y que es la ley del amor. Es por ello que en la medida en que nos esforzamos en vivir de acuerdo a la caridad, en esa medida nuestra vida va adquiriendo las características del Reino, es decir: justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

Esfuérzate este día en vivir el amor; dale una sonrisa a todo el que te encuentres en el camino, ábrele tu corazón al hermano que te buscará hoy, acepta el reto de servir con ánimo generoso. Te darás cuenta al final de tu día que efectivamente Dios ha cumplido en ti su promesa y te habrá renovado.

+ Oratio

Te estoy profundamente agradecido, Señor, por dejarme experimentar tu amor, por dejarme experimentar el cumplimiento de tus promesas, porque tú no dejas que ninguna palabra tuya caiga, tu cumples, Señor, siempre cumples y yo experimento día a día tu amor y tu bondad para conmigo. Te pido, Dios mío, que cuides que mis pasos siempre estén dirigidos a la tierra prometida, a ese Reino de dicha y felicidad que me está preparado. Gúardame Señor y que toda mi vida y mi entorno estén orientados hacia la bienaventuranza eterna.

+ Operatio

Este día, a todos los que encuentre, les expresaré lo dichoso que soy y la felicidad que hay en mi vida; con un gesto, una sonrisa, un abrazo, un detalle, pero será claro que soy feliz.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 


miércoles, 12 de marzo de 2008

Niña despierta de coma y podría testificar contra agresor

BOSTON, 09 Mar. 08 / 07:45 pm (ACI).- En septiembre del año 2005, Haleigh Poutre fue hospitalizada en estado de coma debido a las severas golpizas que recibió por parte de sus padres adoptivos. Los médicos estuvieron a punto de dejarla morir, pero la niña comenzó a dar signos de mejoría. Hoy su asombrosa recuperación le permitiría testificar contra sus agresores.

Según informó LifeSiteNews.com, cuando fue hospitalizada Haleigh presentaba cicatrices, heridas abiertas y cerradas, signos de quemaduras y una tomografía reveló un coágulo en la superficie de su cerebro. Los médicos aseguraron que nunca se recuperaría.

Sus padres adoptivos, Jason y Holli Strickland, fueron arrestados por abuso infantil. Holli se suicidó poco después y su padrastro quedó en prisión con la potestad de tomar decisiones médicas sobre la niña.

La custodia de Haleigh fue cedida entonces al Departamento de Servicios Sociales de Massachusetts, que en octubre del año 2005 –solo seis días después de recibir la custodia- logró una orden judicial para remover los aparatos que la mantenían con vida.

Irónicamente, fue Jason Strickland quien luchó por la vida de la niña, ya que si Haleigh moría debía enfrentar cargos por asesinato.

La demora de las apelaciones en la corte terminó beneficiando a Haleigh. En enero del año 2006 la corte decidió dar luz verde a la eutanasia, pero la niña comenzó a mostrar signos de mejoría. Solo unos días antes de que los médicos estuvieran listos para retirar los aparatos que la alimentaban, Haleigh comenzó a respirar por sus propios medios y el Departamento de Servicios Sociales debió suspender sus planes.

Haleigh fue llevada al Hospital Franciscano para Niños cerca de Boston, un centro especializado en niños con severas discapacidades. Según informa la prensa, la niña ya puede comunicarse con la ayuda de un teclado e incluso puede pronunciar algunas palabras.

LifeSiteNews.com sostiene que lo irónico de este caso "es que Jason Strickland, que enfrenta múltiples cargos por abuso, fue quien en última instancia salvó la vida de Haleigh y será posiblemente condenado a partir del testimonio que ella emita en su contra. Sin embargo, el Departamento de Servicios Sociales de Massachusetts, que buscó su muerte tras porque no tendría una vida ‘significativa’ no será sometido a juicio".

¿Cómo hacer dinero a costa de los demás?

Artículo cortesía de www.yoinfluyo.com

Raúl Espinoza Aguilera


Hace unas semanas, la esposa de un amigo mío dio a luz a unos trillizos. Me comentaba que, en los inicios del embarazo, en cuanto el ginecólogo comprobó que atendía a su esposa y que se trataba de tres seres humanos, inmediatamente alarmó a este matrimonio y les propuso que sería conveniente eliminar a uno de ellos, para que nacieran “sin demasiados riesgos” los otros dos hermanitos. Como mi amigo es también médico –con especialidad en Urología–, manifestó su total desacuerdo y le demostró científicamente que su hipótesis era infundada y su propuesta –desde todos ángulos y consideraciones– estaba equivocada. Ahora, este matrimonio amigo son los felices y orgullosos padres de tres hermosos niños. “¿Cómo es posible –me comentaba– que el ginecólogo recomendara matar a uno de mis hijos? ¿No es la ética y el respeto por la vida humana lo primero que debe prevalecer?”.

Concluíamos que, en parte, es la ignorancia por los procesos biológicos prenatales (aunque se haya estudiado la carrera de Medicina) y una sorprendente ausencia de valoración hacia la vida humana (como si se tratara de un “producto desechable”) y, por otra parte, existe también –por desgracia, pero es la realidad– una falta de honestidad profesional en la que algunos médicos buscan –a través de las intervenciones quirúrgicas para practicar abortos– obtener remuneración económica.

El doctor Bernard Nathanson, más conocido como “el rey del aborto”, quien practicó 75 mil asesinatos a niños no nacidos y que después de dedicarse al estudio de los embriones humanos, se convirtió en un defensor internacional de la vida humana (ahora es conocido conferencista y autor de varios libros y videos), reconocía el gran negocio que hay detrás de estas operaciones. Escribe: “Es cuestión de aritmética: a 300 dólares cada aborto. Si cada año hay 1 millón 550 mil abortos en Estados Unidos, nos encontramos con una industria que produce 500 millones de dólares anualmente. De los cuales, la mayor parte van a parar a los bolsillos de los doctores que practican el aborto”.

En estos meses, en los que la Suprema Corte de Justicia de la Nación va a deliberar y dictaminar si la Ley de la Asamblea del Distrito Federal, que autoriza el aborto en el menor de 12 semanas, es inconstitucional o no, me parece que los mexicanos tenemos una histórica oportunidad de difundir ideas, conceptos y escritos sobre el valor de la vida humana. No se trata de buscar confrontaciones estériles, sino de manifestar razones biomédicas, jurídicas y de sentido común de que lo que existe en el seno de la madre embarazada –desde la concepción, cuando el óvulo es fertilizado– es un ser humano plenamente y con todos sus derechos.

Con este motivo, el pasado 17 de febrero, en la glorieta del Ángel de la Independencia, a las 11:30 de la mañana, se organizó una “Jornada Nacional por la Vida, la Familia y México”. El Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México, invitó a todas las personas de buena voluntad a manifestarse públicamente para consolidar la cultura de la vida en nuestro país y defender la voz de los que no tienen voz.

También hay otras fechas en las que nosotros, como ciudadanos mexicanos, podemos externar nuestros puntos de vista en los diversos medios de comunicación, por ejemplo:

1. El 2 de marzo fue el Día Nacional de la Familia.
2. El 8 de marzo fue el Día de la Mujer.
3. El 19 de marzo es el Día del Niño Adoptado.
4. El 25 de marzo es el Día del Niño que está por Nacer.
5. El 30 de abril es el Día del Niño.
6. El 10 de mayo es el Día de la Maternidad.

Podemos escribir cartas en la sección de lectores de los periódicos; participar con telefonemas o correos electrónicos en programas de radio o televisión que traten sobre estos acontecimientos; difundir libros, folletos, videos y artículos en defensa de la vida por vía internet o distribuyéndolos entre nuestros familiares, conocidos, compañeros de trabajo… Lo importante es no permanecer pasivos o inactivos en estos decisivos momentos en que se está decidiendo la vida y el futuro de miles de mexicanos, y que promovamos la cultura del amor y el respeto por la vida humana.


respinoza@rodin.org.mx

La Palabra de hoy Miércoles 12 de Marzo del 2 008


Lectio Divina
Miércoles 12 de Marzo del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   V Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  I Semana del Salterio Lecturas: Juan 8, 31-42 ; Daniel 3

Primera Lectura

Daniel 3, 14-20. 49-50. 91-92. 95

En aquellos días dijo el rey Nabucodonosor; "¿Es cierto, Sedrak, Mesak y Abednegó, que no quieren servir a mis dioses, ni adorar la estatua de oro que he mandado levantar? Pues bien, si no es cierto, estén dispuestos para que, al oír sonar el cuerno, la flauta, la cítara, el salterio, la chirimía y toda clase de instrumentos, se postren y adoren la estatua que he mandado hacer. Pero si no la adoran, serán arrojados inmediatamente a un honro encendido. ¿Y qué dios podrá librarlos entonces de mis manos?"

Pero Sedrak, Mesak y Abednegó contestaron al rey Nabucodonosor: "No es necesario responder a tu pregunta, pues el Dios a quien servimos puede librarnos del horno encendido y nos librará de tus manos; y aunque no lo hiciera, sábete que de ningún modo serviremos a tus dioses, ni adoraremos la estatua de oro, que has mandado levantar".

Entonces Nabucodonosor se enfureció y la expresión de su rostro cambió para Sedrak, Mesak y Abednegó. Mandó encender el horno y aumentar la fuerza del fuego siete veces más de lo acostumbrado. Después ordenó que alguno de los hombres más fuertes de su ejército ataran a Sedrak, Mesak y Abednegó y los arrojaran al horno encendido.

Pero el ángel del Señor bajó del cielo, se puso junto a ellos, apartó las llamas y produjo en el horno un frescor como de brisa y de rocío, y el fuego no los atormentó, ni los hirió, ni siquiera los tocó. El rey Nabucodonosor, estupefacto, se levantó precipitadamente y dijo a sus consejeros: "¿Acaso no estaban atados los tres hombres que arrojamos al honro?" Ellos contestaron: "Sí, señor". El rey replicó: "¿Por qué, entonces, estoy viendo cuatro hombres sueltos, que se pasean entre las llamas, sin quemarse? Y el cuarto, parece un ángel".

Nabucodonosor los hizo salir del horno y exclamó: "Bendito sea el Dios de Sedrak, Mesak y Abednegó, que ha enviado a su ángel para librar a sus siervos, que confiando en él, desobedecieron la orden del rey y expusieron su vida, antes que servir y adorar a un dios extraño".

 

+ Meditatio

La verdadera fe se expresa en la fidelidad y la fidelidad se expresa en los momentos de crisis, cuando se puede perder todo, cuando todo puede depender de nuestra actitud hacia Dios, cuando preferimos, incluso la misma muerte, que el ofender a Dios con nuestra infidelidad. Si muchas veces notamos en nuestra comunidad cristiana tibieza, la causa es una falta de compromiso y de fidelidad TOTAL a Dios. En este pasaje hemos leído como estos tres hombres fueron capaces de desobedecer al rey, y con ello pusieron en juego su propia vida. Ellos sabían que Dios es poderoso para salvarlos, sin embargo, su fidelidad no estaba basada en la posibilidad de que Dios los salvara, pues a pesar de que ésto no sucediera, ellos jamás le serían infieles.

Pensemos en cuántas veces nosotros le hemos dicho a Dios: "Haré esto o lo otro si tú me das a cambio..." Nuestro Dios no es un Dios de "trueques". Le amamos o no le amamos, le somos o no fieles, sin que ésto dependa de lo que nos pueda o quiera dar. Por ello, la crisis y la tentación son la mejor oportunidad que tenemos para probarle a Dios si verdaderamente le amamos y le somos fieles.

+ Oratio

Bendito seas, Señor Dios, pues eres grande, poderoso, misericordioso y protector. Quiero agradecerte por todas las ocasiones en que me has librado de las llamas del enemigo; todas aquellas ocasiones en que no has permitido que sucumba ente la tentación y me has dado de tu gracia para mantenerme fiel. Quiero decirte, Señor, que es mi deseo permanecer fiel a ti, y que aun cuando mi vida estuviera en riesgo por causa de ello, estoy dispuesto a permanecer firme hasta el final, pues mi anhelo eres tú, Señor, y sé que si soy fiel estaré a tu lado eternamente; dame de tu Espíritu Santo para tener la fuerza necesaria a la hora de la prueba. Amén.

+ Operatio

Hoy, en mi trabajo o con mis conocidos, haré algo que me evidencíe como verdadero cristiano delante de los que están a mi alrededor. A partir de hoy no volveré a ser un cristiano a escondidas, sino que expresaré mi fe libremente sin importar los costos que eso implique.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro


martes, 11 de marzo de 2008

ORACIÓN POR LOS DERECHOS HUMANOS DEL CONCEBIDO

Cómo una forma de apoyar la lucha Pro-Vida y seguir combatiendo la amenzada del aborto, publicamos esta oración por los derechos humanos del concebido, y los invitamos a visitar el sitio:
http://www.derechosdelconcebido.org.mx/
Les animamos a incluir en su oración diaria esta importante causa.
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Dios, Padre amoroso, que en la Encarnación de tu Hijo Jesucristo nos has dejado una prueba de cuanto amas a cada ser humano, concédenos amar y respetar a cada concebido, pues es Hijo tuyo y Hermano nuestro, miembro de la especie humana y por lo mismo, sujeto de todos los derechos propios de cada ser humano.

Tú que eres el Dios de Vivos y de la Vida, abre los corazones de todos, para que nos reconozcamos como hermanos y que a todos los concebidos los recibamos con alegría preparándoles un lugar para disfrutar del banquete de la vida. Que quienes no los aman lo amen; que quienes dudan sobre su dignidad y derechos, los reconozcan y que quienes vemos en ellos tu rostro trabajemos con ahínco y entusiasmo por dar a conocer lo que la ciencia demuestra, la conciencia nos grita y la realidad nos confirma: que todo ser humano es valioso por sí mismo y debe ser respetado en todos sus derechos.

Enséñanos a valorar a quienes llamados a la vida por Ti, son creados a imagen tuya, para que te adoremos en el respeto de su vida desde el momento de su concepción hasta su muerte natural.

Señor Jesús, concédenos que de la contemplación del gran misterio de tu presencia real y verdadera en la Eucaristía, comprendamos que a Quien adoramos en la Hostia Consagrada, es a Ti mismo, que escogiste como Primer Sagrario, el vientre purísimo de la Virgen María, y que tuviste como sagrario natural, para tu desarrollo pleno, a la familia de Nazaret. Tú que te identificas con los más débiles y desprotegidos, pues nos enseñas que lo que a ellos hacemos, a Ti te lo hacemos (cf. Mt 25, 34-40), concédenos la gracia de trabajar incansablemente por el reconocimiento y respeto de los Derechos Humanos del Concebido y por la valoración y reconocimiento de la familia como cuna de la vida y del amor y como el lugar primero de la humanización de la persona y de la sociedad, para que juntos construyamos la cultura de la vida y la civilización del amor, expresiones de tu Reino en medio de la humanidad.

Derrama sobre nosotros, la gracia tu Espíritu Santo para que con alegría acojamos el Evangelio de la Vida; que la Virgen María nos conduzca por el camino de la fidelidad a tu designio de amor.

AMÉN, AMÉN, AMÉN

Día de San José

.- En muchas comunidades cristianas, el mes de Marzo es celebrado como el mes de San José. En sintonía con esta tradición, ACI Prensa ha decidido poner al servicio de sus lectores uno de los más valiosos recursos para la devoción josefina.

ACI Prensa ha traducido y puesto a disposición en formato electrónico el famoso devocionario francés “Mois de Mars” (Mes de Marzo) de Madame Bourdon, una autora católica muy conocida del siglo XIX, especialmente por su piedad al Casto custodio de Jesús.

A su vez, la autora recoge reflexiones y ejemplos de otra importante obra josefina, “Propagateur de la Dévotion à Saint Joseph”(Propagación de la devoción a San José) escrito por el R. P. Huguet, contemporáneo suyo.

“Mes de Marzo ofrece reflexiones, ejemplos y oraciones en torno a la figura de San José para cada día del mes de Marzo.

Y aunque este año 2008 la fiesta de San José ha sido trasladada del 19 al 15, por coincidir con la Semana Santa, estos valiosos recursos seguirán disponibles en adelante para quienes deseen desarrollar su devoción al Santo reconocido cono el “terror de los demonios”, el patrono de la Iglesia, de los trabajadores, de los padres de familia, de quienes tienen necesidades materiales y, en fin, de la buena muerte.

Los recursos de “Mes de Mayo” están disponibles en http://www.aciprensa.com/sanjose/

El Papa crea nueva diócesis en Puerto Rico y nombra obispo en México

.- La Santa Sede informó esta mañana que el Papa Benedicto Xvi ha creado la nueva diócesis de Fajardo-Humacao en Puerto Rico y nombró como su primer Obispo a Mons. Eusebio Ramos Morales. Además nombró a Mons. Felipe Salazar Villagrana como nuevo Obispo de San Juan de los Lagos en México.

La diócesis de Fajardo-Humacao cuenta con territorio desmembrado de la Arquidiócesis de San Juan de Puerto Rico y de la diócesis de Caguas. El Papa la ha hecho sufragánea de la Iglesia metropolitana de San Juan de Puerto de Rico.

La nueva diócesis puertorriqueña tiene una población de 293 mil habitantes, de los cuales 97.869 se confiesan católicos. Cuenta con 22 sacerdotes y 21 diáconos permanentes.

Mons. Ramos Morales nació en 1952 en Maunabo (Puerto Rico), fue ordenado sacerdote en 1983 y hasta ahora era párroco del Santísimo Redentor, en Fajardo.

Mons. Salazar Villagrana, nació en 1940 en Amatlán de Cañas (México), fue ordenado sacerdote en 1968 y hasta ahora era administrador diocesano de la misma diócesis.

lunes, 10 de marzo de 2008

Instantánea de la religión en los Estados Unidos

Una encuesta revela una situación inestable


ROMA, domingo, 9 marzo 2008, (ZENIT.org).- Más de una cuarta parte de los norteamericanos adultos han abandonado la fe en la que nacieron. Esta es uno de las principales constataciones de una encuesta publicada el 26 de febrero por el Pew Forum on Religion and Public Life.

Como siempre, no hay que confiar en exceso en las encuestas, pero la «Encuesta sobre religión en los Estados Unidos» («U. S. Religious Landscape Survey») se basaba en entrevistas con más de 35.000 norteamericanos mayores de 18 años, otorgándoles una credibilidad mayor que a la mayoría de las encuestas de opinión.

No obstante, el Pew Forum advierte que se basa en la descripción sobre su afiliación religiosa que de sí mismos da la gente, sin tener en cuenta sus creencias específicas o si son miembros activos de sus iglesias.

El estudio no sólo ha encontrado que el 28% ha cambiado la religión de su infancia, sino que, si se tienen en cuenta los cambios entre las diversas denominaciones protestantes, un nutrido 44% de los adultos ha cambiado su estatus religioso de una forma u otra.

Otro importante descubrimiento de la encuesta ha sido que el protestantismo pronto perderá su estatus de religión mayoritaria. Una media del 51% se declara actualmente miembro de una de las denominaciones protestantes. Otras encuestas en los setenta y en los ochenta elevaban el número de protestantes hasta el 60-65%.

Hay tres ramas principales en las iglesias protestantes. Las iglesias evangélicas protestantes suman el 26,3% de la población adulta y prácticamente la mitad de todos los protestantes. Las iglesias protestantes tradicionales representan el 18,1% de los adultos y más de un tercio de todos los protestantes. Las iglesias protestantes históricamente negras pueden sumar el 6,9% de la población adulta y son poco menos de un séptimo de todos los protestantes.

La encuesta de Pew citaba la investigación de varios estudiosos que han establecido que son las denominaciones protestantes tradicionales las que han sufrido el mayor declive en las últimas décadas, mientras que los protestantes evangélicos han crecido.

Pérdidas católicas

Otro grupo que ha perdido un gran número de miembros es la Iglesia católica. La encuesta del Pew Institute observaba que, aunque el 31,4% de los norteamericanos han crecido como católicos, entre los adultos sólo el 23,9% se considera todavía católico. De hecho, la encuesta calculaba que aproximadamente el 10% de todos los norteamericanos eran antiguos católicos.

Lo que ha salvado de un mayor descenso del porcentaje de católicos ha sido la gran cantidad de inmigrantes católicos, la mayoría de origen hispano. El documento del Pew Institute ponía en el 46% el número de inmigrantes que son católicos.

La creciente presencia hispana en la Iglesia católica ha sido comentada con frecuencia por los medios. El 19 de febrero el Chicago Tribune informaba de la ordenación de siete diáconos permanentes de origen hispano en la parroquia de San Nicolás de Tolentino, en el South Side de Chicago.

Citando fuentes oficiales, el artículo afirmaba que, de los más de 600 diáconos permanentes de la archidiócesis de Chicago, cerca de 150 eran hispanos.

También está creciendo la presencia vietnamita en la Iglesia católica. Aunque la encuesta del Pew Institute no informaba de esto, un artículo del 15 de abril en el Los Angeles Times iba más allá y los denominaba los «nuevos irlandeses».

Los asiáticos son sólo el 1% de los católicos en Estados Unidos, pero suman el 12% de los seminaristas. En el condado de Orange, en California, que el hogar de la mayor comunidad vietnamita fuera de Vietnam, casi el 28% de los sacerdotes diocesanos son asiáticos, la mayoría vietnamitas.

Sin denominación

Una categoría que ha tenido un notable aumento de número es la de los no afiliados a ninguna religión. Según la encuesta del Pew Institute, el 7,3% de la población adulta dice no estar afiliado a ninguna religión durante su infancia y adolescencia. Como adultos, sin embargo, esto aumenta de forma acusada hasta el 16,1%. Esta tendencia afecta a todas las religiones que pierden miembros en la transición de la infancia a la edad adulta.

Entre los que actualmente no están afiliados a ninguna religión en particular, el 44% creció como protestante y el 27% como católico.

Un artículo del New York Times el 8 de diciembre comentaba esta pérdida de la religión de la infancia. El artículo daba información sobre la investigación del sociólogo Christian Smith, que descubrió que muchos adultos jóvenes están prolongando su adolescencia. Tal comportamiento incluye posponer el matrimonio hasta después de los 30, y depender del apoyo de los padres durante más tiempo.

Smith también encontró que quienes prolongan su adolescencia es más probable que abandonen la fe de sus primero años y no tengan religión. Con frecuencia, una vez que se casan y tienen hijos, vuelven a la religión, pero cuanto más largo es el periodo de esta adolescencia prolongada es menos probable que esto ocurra.

La encuesta del Pew Institute consideraba también qué religiones han tenido mayor aportación de quienes han cambiado de creencias. Los budistas, testigos de Jehová, uniatas y miembros de grupos new age están entre quienes tienen un mayor número de sus miembros que provienen de otros credos.

Por ejemplo, no menos de dos tercios de los testigos de Jehová crecieron en otra fe o no tenían ninguna religión en particular de niños. Esto aumenta hasta las tres cuartas partes en el caso de los budistas.

Estos dos grupos también tienen el índice más bajo de retención de creyentes. Sólo el 37% de los adultos que crecieron como testigos de Jehová todavía se identifican como tales. Sólo la mitad de los que crecieron como budistas practican todavía la misma fe.

Otros grupos, en contraste, tienen una proporción menor de miembros convertidos. Nueve de cada 10 hindúes crecieron como tales, el 89% de los católicos crecieron como católicos, y el 85% de los judíos crecieron en dicha fe.

Discrepancias

Un factor que se encuentra tras la encuesta del Pew Institute es el peligro de hacer generalizaciones, dadas las grandes diferencias que existen una vez que se tienen en cuenta factores como el origen étnico y la edad.

Por ejemplo, el 35% de los latinos y el 37% de los asiáticos declaraban haber cambiado la religión en que crecieron. En contraste, son mayores los índices para negros - el 42% - y para blancos - el 45%.

Los adultos negros son el grupo con menos miembros no afiliados a una confesión religiosa, con sólo el 12% de los encuestados que se consideraban en esta categoría. Los asiáticos tienen el mayor número de no afiliados, con un 23%.

La mayoría de los hispanos - el 58% - se identifican como católicos, pero el 24% son miembros de iglesias protestantes.

La edad es otro factor que muestra grandes diferencias. Entre las personas con 70 años o más, más de la mitad de los que cambiaron de religión lo hicieron dentro de la misma tradición religiosa, por ejemplo, de una denominación protestante a otra. En contraste, entre los menores de 30 años, aproximadamente tres cuartas partes de los que cambiaron de confesión religiosa abandonaron su tradición religiosa por otra o por ninguna.

De hecho, una cuarta parte de los adultos con menos de 30 años no están afiliados a ninguna religión en particular. Cifra que hay que comparar con el 8% de los adultos no afiliados mayores de 70 años.

La edad cuenta

Las iglesias protestantes tradicionales se ven especialmente afectadas por el envejecimiento de sus miembros con el 51% con 50 años o más. La cifra para la Iglesia católica es del 40%. En general, el 41% de los adultos en Estados Unidos están en esta categoría de edad.

El grupo étnico y la edad se prestan, para algunos, a interesantes combinaciones dentro de algunas iglesias. La mayor parte de los católicos - el 85% - con más de 70 años son blancos, mientras que el 45% de los menores de 30 son hispanos.

Otra variable es el sexo, con el 16% de los hombres que se declaran no afiliados a religión alguna, comparados con el 12,8% de las mujeres. De igual forma, el 5,5% de los hombres dicen ser ateos o agnósticos, mientras que para las mujeres esta cifra sólo es del 2,6%.

La encuesta también encontró que el 27% de los casados están en matrimonios mixtos. Si en esto se incluyen las diferentes denominaciones protestantes, el porcentaje de los matrimonios mixtos se eleva al 37%. Entre las grandes religiones, los hindúes - el 90% - y los mormones - el 83% - son quienes tienen el mayor porcentaje de esposas o maridos de la misma religión. Los católicos están muy cerca con un 78%.

La encuesta también consideraba cómo los ingresos, el índice de matrimonios, el número de hijos y la distribución geográfica se relacionan con la religión.

Por el padre John Flynn, L. C., traducción de Justo Amado

El Papa anima a reaccionar al riesgo de «atrofia espiritual» dentro y fuera de la Iglesia

Un desafío secularista ante el que se moviliza al dicasterio para la Cultura


CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 10 marzo 2008 (ZENITorg).- En un contexto cultural donde, fruto del secularismo, se apunta hacia una «atrofia espiritual», Benedicto XVI anima a responder a las inquietudes del corazón del hombre con la propuesta de los valores elevados de la existencia humana y el impulso del diálogo a todo campo entre fe y ciencia.

Es una «misión incansable y generosa» a la que el Papa llama a todos los pastores del Pueblo de Dios y al Pontificio Consejo de la Cultura, como expresó en su discurso a la asamblea plenaria de este dicasterio, a cuyos participantes recibió el sábado.

«La Iglesia y el desafío de la secularización» es el tema que ha convocado, del 6 al 8 de marzo, a más de cuarenta miembros y consultores de este Consejo.

El arzobispo Gianfranco Ravasi, su presidente, en su saludo al Santo Padre trazó los rasgos que distinguen esa secularización que, en una deriva negativa, «decolora la propia identidad espiritual y cultural», afectando la fe, la caridad, la búsqueda de la verdad. El fenómeno no es en absoluto nuevo; se registraba en el propio origen de la Iglesia. De ahí la advertencia paulina a los cristianos de Roma: «No os acomodéis al mundo presente» (Rm 12,2), que citó el prelado.

«Cuestión fundamental para el futuro de la humanidad y de la Iglesia», la secularización «frecuentemente se transforma en secularismo abandonando la acepción positiva de secularidad», precisó el Papa; «se presenta en las culturas como planteamiento del mundo y de la humanidad sin referencia a la Trascendencia», «desarrolla una mentalidad en la que Dios está de hecho ausente, en todo o en parte, de la existencia y de la conciencia humana».

Benedicto XVI aplaudió que el dicasterio afronte la cuestión como un «desafío providencial para proponer respuestas convincentes a los interrogantes y a las esperanzas del hombre contemporáneo».

Actualmente «la "muerte de Dios", anunciada en las décadas pasadas por tantos intelectuales, cede el lugar a un culto estéril del individuo --constató--. En este contexto cultural existe el riesgo de caer en una atrofia espiritual y en un vacío del corazón, caracterizados a veces por formas sucedáneas de pertenencia religiosa y de vago espiritualismo».

De ahí la urgencia --exhorta el Papa-- de «reaccionar a tal tendencia mediante el recuerdo de los valores elevados de la existencia, que dan sentido a la vida y pueden apagar la inquietud del corazón humano en busca de la felicidad: la dignidad de la persona humana y su libertad, la igualdad entre todos los hombres, el sentido de la vida y de la muerte y de lo que nos espera tras la conclusión de la existencia terrena».

Este apremio por el hombre llevó a Juan Pablo II a instituir el Pontificio Consejo de la Cultura «para dar un nuevo impulso a la acción de la Iglesia por hacer que se encuentre el Evangelio con la pluralidad de las culturas en las diversas partes del mundo», recordó Benedicto XVI.

El dicasterio tiene por delante la labor «ardua pero entusiasmante» --reconoció el Santo Padre- de proseguir en su impulso de «un diálogo fecundo entre ciencia y fe», «muy esperado por la Iglesia, pero también por la comunidad científica».

«En él la fe supone la razón y la perfecciona --aclaró--, y la razón, iluminada por la fe, encuentra la fuerza para elevarse en el conocimiento de Dios y de las realidades espirituales».

«Cada una tiene métodos propios», «y debe respetar y reconocer a la otra su legítima posibilidad de ejercicio autónomo según los propios principios --prosiguió--; ambas están llamadas a servir al hombre y a la humanidad, favoreciendo el desarrollo y el crecimiento integral de todos y cada uno».

Más que amenaza, desafío

Sintetizando estos días de asamblea plenaria, cuyo punto culminante ha sido la audiencia con Benedicto XVI, el subsecretario del Pontificio Consejo de la Cultura destaca del mensaje pontificio el énfasis de la secularización «como un desafío» .

Monseñor Melchor Sánchez de Toca matiza, en declaraciones a Zenit: «Secularización es un término complejo, ambiguo, pero tiene una acepción positiva: el reconocimiento del ámbito propio de las realidades humanas -el propio Concilio Vaticano II lo hace--; pero esta secularización, que reconoce que la política, la economía, la ciencia, tienen leyes propias, deriva hacia un secularismo -cuya acepción siempre es negativa-- que es como si todo se pudiera explicar sin Dios o como si Dios no existiera.

Dos vertientes tiene, a su vez, el desafío de la Iglesia ante la secularización -según la acepción que prescinde de Dios--, explica.

Por un lado la Iglesia camina «en las sociedades secularizadas, aunque sobre esto hay que decir, como recuerda el Instrumentum laboris que hemos preparado -observa monseñor Sánchez de Toca--, que en realidad es un fenómeno típico y exclusivo de la cultura occidental», pero «se difunde con la globalización».

«Sin embargo en el mundo, en general, la "profecía del fin de la religión" que habían anunciado algunos -que decían que a mayor progreso científico y económico habría menor religión- en realidad está desmentida por dos indicadores clarísimos: por un lado, el crecimiento del islam en países donde languidecía desde hace tiempo, por ejemplo de Asia; por otro, el incremento de las "comunidades pentecostales" en todo el planeta, especialmente Latinoamérica».

«Ciertamente lo que ocurre es que en la cultura occidental, que es la que se extiende a través de la globalización, aunque la religión no desaparece en realidad, parece como si no tuviera incidencia a la hora de configurar comportamientos en la sociedad», constata.

Más preocupante considera otro desafío: el que «podemos llamar de secularización interna». «Estos modos de pensar del mundo se contagian en la Iglesia, y el Papa lo dice»; «se produce una desnaturalización desde dentro, un vaciamiento de la fe cristiana, un contagio de mentalidad hedonista y consumista en el interior de la Iglesia», «una tendencia hacia la superficialidad, el egoísmo que mata la vida eclesial. Y esto es muy grave», advierte.

«Especialmente se aprecia entre los pastores y en las comunidades religiosas a veces», indica; «se trata de la aceptación acrítica» «de esta mentalidad del mundo», pero «es un tema presente desde el inicio de la vida de la Iglesia», si bien «en este tiempo ha habido como una intensificación».

En cualquier caso, como ha recalcado Benedicto XVI, «este ambiente la Iglesia tiene que aceptarlo no como un problema o amenaza, sino como un desafío», un matiz «muy distinto y muy importante porque no se trata de estar siempre lamentándonos de los males de este mundo, sino de buscar respuestas», subraya el subsecretario del dicasterio de la Cultura.

El Pontificio Consejo, según su reciente Asamblea, afronta este desafío como se ha repetido muchas veces: «Buscando a Dios en las brechas que ofrece esta mentalidad que parece que lo invade todo y que tiene mucha fuerza». Y es que «en este mundo autosuficiente que prácticamente prescinde de Dios se abren brechas --insiste--, sobre todo en momentos del sufrimiento y sobre todo de la muerte».

Propuesta de trabajo «muy importante» para el dicasterio, de la mano del Papa, es la continuación, «naturalmente, del diálogo de la razón con los no creyentes, un diálogo muy abierto y muy positivo con la cultura científica», continúa.

«Y también con "las culturas" -precisa monseñor Sánchez de Toca--, igual que se ha vivido en la asamblea con representantes de todas las grandes áreas culturales: Latinoamérica, África, Asia, el mundo musulmán, y por supuesto Europa y Norteamérica».

Unos cuarenta miembros y consultores del dicasterio han participado en esta cita, procedentes de áreas como ciencia, filosofía, arte, cine, historia y periodismo.

Por Marta Lago

La Palabra de hoy Lunes 10 de Marzo del 2008




Lectio Divina
Lunes 10 de Marzo del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   V Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  I Semana del Salterio Lecturas: Juan 8, 1-11 ; Salmo 22

Primera Lectura

Daniel 13,1-9. 15-17.19-30.33-62

En aquel tiempo vivía en Babilonia un hombre llamado Joaquín, casado con Susana, hija de Quelcías, mujer muy bella y temerosa de Dios. Sus padres eran virtuosos y habían educado a su hija según la ley de Moisés. Joaquín era muy rico y tenía una huerta contigua a su casa, donde solían reunirse los judíos, porque era estimado por todos. Aquel año habían sido designados jueces dos ancianos del pueblo; eran de aquellos de quienes había dicho el Señor: "En Babilonia, la iniquidad salío de ancianos elegidos como jueces, que pasaban por guías del pueblo". Estos frecuentaban la casa de Joaquín y los que tenían litigios que resolver acudían ahí a ellos. Hacia el mediodía, cuando toda la gente se había retirado ya, Susana entraba a pasear en la huerta de su marido. Los dos viejos la veían entrar y pasearse diariamente, y se encendieron de pasión por ella, pervirtieron su corazón y cerraron sus ojos para no ver al cielo ni acordarse de lo que es justo.

Un día, mientras acechaban el momento oportuno, salió ella, como de ordinario, con dos muchachas de su servicio, y como hacía calor, quiso bañarse en la huerta. No había nadie allí, fuera de los viejos, que la espiaban escondidos. Susana dijo a las doncellas: "Tráiganme jabón y perfumes, y cierren las puertas de la huerta mientras me baño". Apenas salieron las muchachas, se levantaron los dos viejos, corrieron hacia donde estaba Susana y le dijeron: "Mira: las puertas de la huerta están cerradas y nadie nos ve. Nosotros ardemos en deseos de ti. Consiente y entrégate a nosotros. Si no, te vamos a acusar de que un joven estaba contigo y que por eso despachaste a las doncellas". Susana lanzó un gemido y dijo: "No tengo ninguna salida; si me entrego a ustedes, será la muerte para mí; si resisto, no escaparé de sus manos. Pero es mejor para mí ser víctima de sus calumnias, que pecar contra el Señor". Y dicho esto, Susana comenzó a gritar. Los dos viejos se pusieron a gritar también y uno de ellos corrió a abrir la puerta del jardín. Al oír los gritos en el jardín, los criados se precipitaron por la puerta lateral para ver qué sucedía. Cuando oyeron el relato de los viejos, quedaron consternados, porque jamás se había dicho de Susana cosa semejante.

Al día siguiente, todo el pueblo se reunió en la casa de Joaquín, esposo de Susana, y también fueron los dos viejos, llenos de malvadas intenciones contra ella, para hacer que la condenaran a morir. En presencia del pueblo dijeron: "Vayan a buscar a Susana, hija de Quelcías y mujer de Joaquín". Fueron por Susana, quien acudió con sus padres, sus hijos y todos sus parientes. Todos los suyos cuantos la conocían, estaban llorando.

Se levantaron entonces los dos viejos en medio de la asamblea y pusieron sus manos sobre la cabeza de Susana. Ella, llorando, levantó los ojos al cielo, porque su corazón confiaba en el Señor. Los viejos dijeron: "Mientras nosotros nos paseábamos solos por la huerta, entró ésta con dos criadas, luego les dijo que salieran y cerró la puerta. Entonces se acercó un joven que estaba escondido y se acostó con ella. Nosotros estábamos en un extremo de la huerta, y al ver aquella infamia, corrimos hacia ellos y los sorprendimos abrazados. Pero no pudimos sujetar al joven, porque era más fuerte que nosotros; abrió la puerta y se nos escapó. Entonces detuvimos a ésta y le preguntamos quién era el joven, pero se negó a decirlo. Nosotros somos testigos de todo esto". La asamblea creyó a los ancianos, que había calumniado a Susana, y la condenaron a muerte.

Entonces Susana, dando fuertes voces, exclamó: "Dios eterno, que conoces los secretos y lo sabes todo antes de que suceda, tú sabes que éstos me han levantado un falso testimonio. Y voy a morir sin haber hecho nada de lo que su maldad ha tramado contra mí". El Señor escuchó su voz. Cuando llevaban a Susana al sitio de la ejecución, el Señor hizo sentir a un muchacho, llamado Daniel, un santo impulso de ponerse a gritar: "Yo no soy responsable de la sangre de esta mujer".

Todo el pueblo se volvió a mirarlo y le preguntaron: "¿Qué es lo que estás diciendo?" Entonces Daniel, de pie en medio de ellos, les respondió: "Israelitas, ¿cómo pueden ser tan ciegos? Han condenado a muerte a una hija de Israel, sin haber investigado y puesto en claro la verdad. Vuelvan al tribunal, porque ésos le han levantado un falso testimonio. Todo el pueblo regresó de prisa y los ancianos dijeron a Daniel: "Ven a sentarte en medio de nosotros y dinos lo que piensas, puesto que Dios mismo te ha dado la madurez de un anciano". Daniel les dijo entonces: "Separen a los acusados, lejos el uno del otro, y yo los voy a interrogar". Una vez separados, Daniel mandó llamar a uno de ellos y le dijo: "Viejo en años y en crímenes, ahora van a quedar al descubierto tus pecados anteriores, cuando injustamente condenabas a los inocentes y absolvías a los culpables, contra el mandamiento del Señor: No matarás al que es justo e inocente. Ahora bien, si es cierto que los viste, dime debajo de qué árbol estaban juntos". Él respondió: "Debajo de una acacia". Daniel le dijo: "Muy bien. Tu mentira te va a costar la vida, pues ya el ángel ha recibido de Dios tu sentencia y te va a partir por la mitad". Daniel les dijo que se lo llevaran, mandó traer al otro y le dijo: "Raza de Canaán y no de Judá, la belleza te sedujo y la pasión te pervirtió el corazón. Lo mismo hacían ustedes con las mujeres de Israel, y ellas, por miedo, se entregaban a ustedes. Pero una mujer de Judá no ha podido soportar la maldad de ustedes. Ahora dime, ¿bajo que árbol los sorprendiste abrazados?" Él contestó: "Debajo de una encina". Replicó Daniel: "También a ti tu mentira te costará la vida. El ángel del Señor aguarda ya con la espada en la mano, para partirte por la mitad. Así acabará con ustedes".

Entonces toda la asamblea levantó la voz y bendijo a Dios, que salva a los que esperan en él. Se alzaron contra los dos viejos, a quienes, con palabras de ellos mismos, Daniel había convencido de falso testimonio, y les aplicaron la pena que ellos mismos habían maquinado contra su prójimo. Para cumplir con la ley de Moisés, los mataron, y aquel día se salvó una vida inocente.

 

+ Meditatio

Esta historia de Susana, nos deja ver lo que significa el haber tomado la decisión de no pecar llegando, incluso, a preferir la muerte que serle infiel al Señor. Al ir llegando al final de nuestra cuaresma, qué bueno sería que cada uno de nosotros haya progresado lo suficiente en su proceso de conversión que lo lleve a tomar la decisión de no pecar más. Si bien es cierto que esto no depende exclusivamente de nuestras fuerzas, pues siempre el pecado será mas fuerte y astuto que nosotros, pero con la gracia de Dios: sí es posible. Una de las razones por las que no se avanza en el camino de la gracia es el hecho de no haber tomado la resolución concreta y decirle a Dios: "Con tu gracia no volveré a pecar NUNCA MAS". Esta decisión es la más importante de nuestra vida, pues es la que nos separa de la felicidad del Reino. Ciertamente que el decir "no pecaré mas", implica el dejar muchas o algunas cosas que nos atraen e incluso nos fascinan; pero si en verdad queremos ser santos y vivir la plenitud del amor de Dios, no queda otro camino. ¡Decídete!

+ Oratio

Señor, tal vez alguna vez he dicho que renuncio al pecado, tal vez varias veces he recitado oraciones en donde incluye la encomienda de no pecar más y de huir de las ocasiones de pecado; pero hoy, Dios mío, lo hago con total conciencia y de corazón: "Renuncio al pecado en mi vida. Renuncio definitivamente, como Susana, preferiría morir que pecar nuevamente contra ti".

Sostenme con tu gracia y tu misericordia para lograr matener en buen cumplimiento esta decisión que hoy hago; sé muy bien que por mi propia fuerza no podré, así que me confío a la acción de tu Espíritu Santo y a la intercesión de mi madre María. Amén.

+ Operatio

Hoy buscaré las promesas bautismales y las renovaré en lo personal, en oración delante de Dios.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro