viernes, 5 de octubre de 2007

Predicador del Papa: A Dios no se le alcanza más que con el «salto» de la fe

Comentario del padre Cantalamessa a la liturgia del próximo domingo


ROMA, viernes, 5 octubre 2007 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario del padre Raniero Cantalamessa, ofmcap., predicador de la Casa Pontificia, a la liturgia del próximo domingo, XXVII del tiempo ordinario.

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XXVII Domingo del tiempo ordinario [C]
Habacuc 1, 2-3; 2,2-4; 2 Timoteo 1, 6-8.13-14; Lucas 17, 5-10

Aumenta nuestra fe

El Evangelio de hoy se abre con la petición de los apóstoles a Jesús: «¡Auméntanos la fe!». En lugar de satisfacer su deseo, Jesús parece querer agudizarlo. Dice: «Si tuvierais fe como un grano de mostaza...». La fe es, sin duda, el tema dominante de este domingo. En la primera lectura se oye la célebre afirmación de Habacuc, retomada por san Pablo en la Carta a los Romanos: «El justo vivirá por su fe». También la aclamación al Evangelio está en sintonía con este tema: «Lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe» (1 Juan 5,4).

La fe tiene distintos matices de significado. Esta vez desearía reflexionar sobre la fe en su acepción más común y elemental: creer o no en Dios. No la fe según la cual se decide si uno es católico o protestante, cristiano o musulmán, sino la fe según la cual se decide si uno es creyente o no creyente, creyente o ateo. Un texto de la Escritura dice: «El que se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensa a los que le buscan» (Hebreos 11,6). Éste es el primer escalón de la fe, sin el cual no hay otros.

Para hablar de la fe a un nivel tan universal no podemos basarnos sólo en la Biblia, porque ésta tendría valor sólo para nosotros, los cristianos, y, en parte, para los judíos, no para los demás. Por fortuna, Dios ha escrito dos «libros»: uno es la Biblia, el otro la creación. Uno está formado por letras y palabras, el otro por cosas. No todos conocen, o pueden leer, el libro de la Escritura, pero todos, desde cualquier latitud y cultura, pueden leer el libro que es la creación. De noche tal vez mejor, incluso, que de día. «Los cielos cuentan la gloria de Dios, la obra de sus manos anuncia el firmamento... Por toda la tierra se extiende su eco, y hasta el confín del mundo su mensaje» (Salmo 19). Pablo afirma: «Lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras» (Romanos 1, 20).

Urge disipar el difundido equívoco según el cual la ciencia ya ha liquidado el problema y ha explicado exhaustivamente el mundo, sin necesidad de recurrir a la idea de un ser fuera de él llamado Dios. En cierto sentido, actualmente la ciencia nos acerca más a la fe en un creador que en el pasado. Tomemos la famosa teoría que explica el origen del universo con el «Big Bang» o la gran explosión inicial. En una millonésima de millonésima de segundo, se pasa de una situación en la que no existe aún nada, ni espacio ni tiempo, a una situación en la que comenzó el tiempo, existe el espacio y, en una partícula infinitesimal de materia, existe ya, en potencia, todo el sucesivo universo de miles de millones de galaxias, como lo conocemos hoy.

Hay quien dice: «No tiene sentido plantearse la cuestión de qué había antes de aquel instante, porque no existe un "antes" cuando aún no existe el tiempo». Pero yo digo: ¡cómo no plantearse ese interrogante! «Remontarse a la historia del cosmos --se afirma también-- es como hojear las páginas de un inmenso libro, partiendo del final. Llegados al principio se percibe que es como si faltara la primera página». Creo que precisamente, sobre esta primera página que falta, la revelación bíblica tiene algo que decir. No se puede pedir a la ciencia que se pronuncie sobre este «antes» que está fuera del tiempo, pero ella no debería tampoco cerrar el círculo, dando a entender que todo está resuelto.

No se pretende «demostrar» la existencia de Dios, en el sentido que damos comúnmente a esta palabra. Aquí abajo vemos como en un espejo y en un enigma, dice san Pablo. Cuando un rayo de sol entra en una habitación, lo que se ve no es la luz misma, sino la danza del polvo que recibe y revela la luz. Así es Dios: no le vemos directamente, sino como en un reflejo, en la danza de las cosas. Esto explica por qué a Dios no se le alcanza más que dando el «salto» de la fe.

Benedicto XVI agradece el documento sobre los niños muertos sin el bautismo

En el que se confirma su esperanza de salvación


CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 5 octubre 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha dado las gracias a los teólogos y teólogas que han redactado un documento en el que se afirma la esperanza de salvación para los niños fallecidos sin haber recibido el bautismo.«La esperanza de la salvación para los niños que mueren sin Bautismo» fue publicado por la Comisión Teológica Internacional en la primavera pasada con gran impacto en la opinión pública.

Al recibir este viernes a los miembros de esta Comisión reunidos en asamblea plenaria, el Papa explicó mencionó los puntos fundamentales en los que se basa el documento: «la voluntad savífica universal de Dios», «la universalidad de la mediación única de Cristo», «el primado de la gracia divina» y «la sacramentalidad de la Iglesia».

«Confío en que este documento --confesó-- constituya un punto de referencia útil para los pastores de la Iglesia y para los teólogos, y también una ayuda y un manantial de consuelo para los fieles que han sufrido en sus familias la muerte inesperada de un niño antes de que recibiera el baño de regeneración».

«Vuestras reflexiones pueden ser también la oportunidad para profundizar e investigar ulteriormente en el argumento», siguió diciendo.

«Es necesario, de hecho, penetrar cada vez más a fondo en la comprensión de las diferentes manifestaciones del amor de Dios a todos los hombres, que se nos ha revelado en Cristo, especialmente a los más pequeños y a los más pobres», concluyó.

La función de la Comisión Teológica Internacional es ayudar a la Santa Sede y especialmente a la Congregación para la Doctrina de la Fe a examinar cuestiones doctrinales de mayor importancia.

Presidente de la Comisión es el cardenal William Joseph Levada..

La Comisión se compone de teólogos de diversas escuelas y naciones, eminentes por ciencia y fidelidad al Magisterio de la Iglesia. Los miembros —en número no superior a 30— son nombrados por el Santo Padre «ad quinquennium» a propuesta del Cardenal Prefecto de la Congregación y tras consulta con las Conferencias Episcopales.

El secretario de exteriores del Papa ilustra la laicidad en México

Visita del arzobispo Dominique Mamberti en los quince años de relaciones Iglesia-Estado


MÉXICO, viernes, 5 octubre 2007 (ZENIT.org-El Observador).- El secretario de asuntos exteriores de Benedicto XVI ha ilustrado en una visita a México que el Estado laico no es el que reprime a las religiones, sino que el garantiza la libertad religiosa de todos sus creyentes


«Cuando un Estado promueve la libertad religiosa, y simultáneamente, se mantiene al margen de imponer cualquier forma de religiosidad o de irreligiosidad en su sociedad, se constituye como auténtico Estado laico», aclara el arzobispo Dominique Mamberti.

El secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, nacido en Marruecos, pero incardinado después como sacerdote en Francia, hizo un análisis de lo quince años de las relaciones entre el Estado mexicano y las Iglesias.

En su visita al segundo país con el mayor número de católicos del mundo, monseñor Mamberti fue recibido el 3 de octubre por el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.

«Hace quince años se dio un parteaguas en las relaciones entre el Estado mexicano y la Santa Sede, resultado de un importante proceso de diálogo, así corno de la torna de conciencia sobre el papel central y fundante que posee la dimensión religiosa en la vida de la nación mexicana», dijo Mamberti en una intervención ante el cuerpo diplomático y representantes de la vida política, económica y religiosa de México el secretario del Vaticano para la Relaciones con los Estados.

Según sus palabras, este hecho significó, como dijeron los obispos mexicanos, el inicio de «una nueva etapa de la historia de la Iglesia en México», que abrió cauces para superar la desconfianza entre México y la Santa Sede y «tender puentes para el diálogo y la colaboración, respetando la autonomía de cada una de las instituciones implicadas».

De acuerdo con el mensaje emitido por monseñor Mamberti, «los frutos de esta colaboración han sido positivos».

«Podemos mencionar, por ejemplo, la participación de autoridades de ambas partes en conferencias y foros de discusión organizados en México o en el Vaticano, el respaldo mutuo en la discusión de ternas de interés común ante foros internacionales, la búsqueda de mayores garantías de los derechos humanos, de los derechos de los migrantes, en particular de aquellos que cruzan la frontera hacia E.U., la cooperación en la construcción de una sociedad mexicana más justa y equitativa», enumeró el purpurado.

«México se ha caracterizado por ser un país de tradiciones y convicciones religiosas», constató.

La Iglesia reconoce y promueve el derecho a la libertad religiosa y está en contra de «toda forma de discriminación de los derechos fundamentales de la persona», como señala expresamente la constitución «Gaudium et Spes», recordó monseñor Mamberti

Y más adelante señaló que «para evitar el peligro de discriminación, es oportuno realizar de forma permanente una revisión sobre las características de un Estado laico garante de todos los derechos humanos».

«Esto pasa, necesariamente por distinguir entre laicismo y laicidad del Estado, y así evitar malas interpretaciones o reduccionismos que comprometen, por ejemplo, el ejercicio de la libertad religiosa», aseguró el secretario de El Vaticano para las Relaciones con los Estados.

«En efecto, recordó, después de un período como el que caracterizó el siglo XX, plagado de gestos autoritarios e intolerantes de parte de diversos gobiernos, partidos y grupos, es necesario que todos entendamos la urgencia de reencontramos en un nuevo escenario en el que no existan fáciles reduccionismos sino que prevalezca la apertura y el respeto del derecho a la libertad de conciencia, sobre todo, en materia religiosa».

«Este respeto, como todos sabemos, no consiste en mantener una mera cordialidad intelectual entre los interlocutores, sino que radica principalmente en la afirmación positiva de que la dimensión religiosa de la existencia pueda y deba manifestarse en todo ámbito de la vida privada y pública, con el único límite del derecho de terceros», expresó monseñor Mamberti.

«Cuando un Estado promueve la libertad religiosa, y simultáneamente, se mantiene al margen de imponer cualquier forma de religiosidad o de irreligiosidad en su sociedad, se constituye como auténtico Estado laico», mencionó monseñor Mamberti en el marco de la conmemoración del XV aniversario de los cambios constitucionales que, en México, dieron paso a la reanudación de las relaciones diplomáticas entre este país y la Santa Sede.

«Para lograr esto --subrayó monseñor Mamberti-- es necesario que no sólo la Jerarquía eclesiástica, sino también los fieles laicos, las universidades católicas y de inspiración cristiana, las agrupaciones sociales formadas por católicos, los comunicadores y los políticos cristianos, participen en el debate público sobre esta cuestión social».

Finalmente, monseñor Dominique Mamberti expresó su seguridad de que se avecinan nuevos tiempos para México. «Tiempos, dijo, de inmensas oportunidades. Quiera Dios que una de esas oportunidades sea precisamente la que nos ofrezca la providencia para construir en México y en América Latina un espacio en el que todos podamos vivir la fe con libertad».

El cardenal Bertone visitará Cuba

En enero próximo, décimo aniversario del viaje de Juan Pablo II


CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 5 octubre 2007 (ZENIT.org).- El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, visitará Cuba del 21 al 26 de enero, con motivo del décimo aniversario del histórico viaje de Juan Pablo II a la isla.


El programa del viaje del brazo derecho del Papa en la guía de la Santa Sede aún no ha sido establecido, precisaron las mismas fuentes, citadas por varias agencias de noticias internacionales.

El cardenal Bertone visitó Cuba en octubre del 2005, cuando era arzobispo de Génova.

En esa ocasión se entrevistó con Fidel Castro, quien le pidió que transmitiera al Papa Benedicto XVI, elegido meses antes, la invitación para visitar la isla caribeña.

jueves, 4 de octubre de 2007

Para Caritas, la familia es el factor clave para salvaguardar los derechos de la infancia

Intervino ante el Comité de Derechos del Niño


CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 4 octubre 2007 (ZENIT.org).- ¿Están haciendo los gobiernos todo lo posible para asegurar que sean respetados el derecho de los niños a la educación, la vivienda y la asistencia sanitaria? Caritas planteó esta pregunta al Comité de Derechos del Niño, durante el Día de Debate General, el pasado 21 de septiembre.

El evento, organizado sobre el tema «Recursos para los derechos del niño – Responsabilidad de los Estados», reunió a unos 120 representantes de organismos de la ONU, organizaciones no gubernamentales, instituciones para los derechos humanos, gobiernos y la sociedad civil, en Ginebra.

El objetivo del encentro era profundizar en el debate sobre las modalidades en que los gobiernos pueden asignar y utilizar, de la mejor manera posible, los recursos disponibles para salvaguardar los derechos económicos, sociales y culturales de la infancia.

«El desarrollo del niño, en general, comienza en el hogar. Para un buen desarrollo, es necesario que las familias cuenten con los medios suficientes, un estándar de vida apropiado y acceso a los servicios, así como compromiso social. La pobreza en la infancia no es solo la carencia de recursos económicos, porque cuando carecen de los contactos sociales necesarios, se excluyen de sus barrios y comunidades. Son más vulnerables y los niños corren mayores riesgos», explica la señora Opromolla.

«Para su buen desarrollo, el niño necesita sentirse igual a quienes le rodean. Por ese motivo, es tan importante que los gobiernos inviertan en políticas centradas no sólo en la pobreza de la infancia, sino también de apoyo a la familia, con el fin de asegurar ingresos suficientes al núcleo familiar y su participación social», añade.

Sin embargo, cuando se habla de los gastos de los gobiernos, existe una tendencia mundial inquietante. Los gastos militares mundiales, que ahora ascienden a 120 mil millones de dólares estadounidenses al año, reducen los gastos al sector social. Según la Oficina Internacional para la Paz (International Peace Bureau), los gastos militares mundiales superan 10 veces lo necesario para realizar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Al final, mucho depende de la voluntad política. Las decisiones de las instituciones internacionales para los derechos humanos son claras. Es inadmisible que los gobiernos utilicen la falta de recursos como una excusa para no actuar en la protección y promoción de los derechos del niño.

La señora Opromolla dice: «No estábamos diciendo nada nuevo, solo recordando a los gobiernos y la ONU que todavía es necesario afrontar estos problemas. Aunque al final pensé que, por parte de los miembros del Comité de Derechos del Niño, había un interés genuino y un compromiso respecto a las sugerencias que nosotros propusimos».

La Iglesia en México dispuesta a colaborar en la maduración de un Estado laico

Intervención del vicepresidente de la Conferencia Episcopal


MÉXICO, jueves, 4 octubre 2007 (ZENIT.org-El Observador).- Durante el encuentro en el que se conmemora el XV aniversario de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede, el vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y arzobispo de Morelia, monseñor Alberto Suárez Inda, se ha pronunciado por una normalización y enriquecimiento mutuo entre la Iglesia y el Estado.

En el año de 1992, México normalizó su relación con la Santa Sede, tras un largo período de distanciamiento, al tiempo que se hicieron una serie de reformas constitucionales que dieron personalidad jurídica a las iglesias y reconocieron la función de los así llamados «ministros de culto», pues hasta entonces, estaba tácitamente prohibido para los sacerdotes cualquier actuación pública.

En ese contexto, monseñor Suárez Inda dijo que «celebrar el XV Aniversario del restablecimiento de las relaciones entre la Santa Sede y el Estado Mexicano, así como las reformas constitucionales de 1992, no puede sino alegrarnos ya que el acto de 'reconocer' a alguien en la vida cotidiana, y particularmente, de reconocer a 'alguien' en el orden jurídico, significa nada más y nada menos, que estar dispuestos a vivir en la verdad».

Más adelante subrayó que «para comprender el significado de lo que hoy celebramos, conviene considerar que el reconocimiento de la Iglesia católica por parte del Estado Mexicano implica dos dimensiones profundamente interrelacionadas: Por una parte, implica restablecer relaciones con la Iglesia bajo su carácter de institución con personalidad jurídica internacional» y, por la otra que «el 'reconocimiento' del Estado a la Iglesia implica descubrir la importancia de la dimensión religiosa de todo ser humano, y en especial, la dimensión religiosa del pueblo mexicano».

«Un ordenamiento jurídico que evita o elude el reconocimiento positivo de este aspecto esencial de la existencia, apuntó el prelado mexicano, no sólo es incompleto sino que distorsiona la verdad sobre el hombre al que el Derecho y el Estado están llamados a servir».

En otra parte de su alocución, el vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano enfatizó que «la religiosidad de los mexicanos no es una moda o una invención reciente, sino es una verdadera dimensión constitutiva de nuestra identidad personal e histórica».

«Las reformas constitucionales de 1992 han abierto un camino precisamente en esta dirección. Particularmente, en el artículo 24 constitucional, se afirma que la Constitución garantiza la libertad de culto y de creencia de todo ciudadano mexicano», dijo monseñor Suárez Inda.

«Sin embargo --matizó-- el camino mencionado necesita ampliarse y continuarse tal y como el Papa Benedicto XVI lo ha expresado al actual embajador de México ante la Santa Sede al momento de aceptar sus cartas credenciales».

En tres puntos, monseñor Suárez Inda definió lo que el Papa Benedicto XVI considera como plena libertad religiosas: libertad para vivir la fe en público y en privado; libertad para que los creyentes de otras religiones puedan vivir con coherencia sus opciones de conciencia respetando a los otros y libertad para que la Iglesia pueda cumplir cabalmente su misión evangelizadora anunciando a Cristo a todos los hombres.

«La Iglesia católica en México no busca privilegios --dijo el arzobispo de Morelia--; eso no sólo es anacrónico, sino que es contrario al Evangelio y a la verdad del hombre revelada en Cristo. La Iglesia, simple y llanamente, anhela una más plena libertad para todos».

Finalizó recordando que «reconocer que este anhelo es justo, que este anhelo es libertario, que este anhelo en el fondo responde a la esencia de lo humano, es una manera de colaborar al fortalecimiento y maduración de un auténtico Estado laico. Y seguir trabajando en ello será una manera de aceptar que vale la pena vivir en la verdad».

Benedicto XVI se unirá a la Jornada Mundial del Rechazo de la Miseria

CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 4 octubre 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI se unirá a la Jornada Mundial del Rechazo de la Miseria en el vigésimo año de su institución.

Esta Jornada fue creada por iniciativa del padre Joseph Wresinski (1917- 1988), fundador del movimiento «ATD Cuarto Mundo», el 17 de octubre de 1987, cuando colocó en el atrio del Trocadero, en París, una lápida «por las víctimas de la miseria». La iniciativa fue asumida por las Naciones Unidas en 1992.

El miércoles 17 de octubre, durante la audiencia general, el Papa dirigirá un mensaje de participación en la Jornada.

La celebración oficial de la Jornada tendrá lugar el ese día a las 18,00 horas, en el atrio de la Basílica de San Juan de Letrán, catedral de Roma, en torno a la lápida que reproduce la que se encuentra en el Trocadero de París.

La lápida lleva la inscripción: «Allí donde hay hombres condenados a vivir en la miseria, se violan los derechos humanos. Unirse para hacerlos respetar es un deber sagrado».

Esta frase original del Trocadero fue completada en la lápida romana con las palabras de Juan Pablo II: «Nunca más discriminaciones, exclusiones, opresiones, desprecio de los pobres y de los últimos

En este contexto, el domingo 14 de octubre, el arzobispo Dominique Mamberti, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, celebrará la eucaristía a las 18.00 horas en la Basílica de San Juan de Letrán.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Benedicto XVI presenta a los jóvenes el ejemplo de san Francisco de Asís

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 3 octubre 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI presentó este miércoles a los jóvenes el ejemplo de fidelidad al Evangelio de san Francisco de Asís.

Antes de despedirse de los 40 mil peregrinos que participaron en la audiencia general, el Papa saludó a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados para recordarles que este jueves la Iglesia celebrará la memoria litúrgica del patrono de Italia, mundialmente conocido también por su profunda sensibilidad por la naturaleza y por su promoción del diálogo.

«Que el luminoso ejemplo de san Francisco de Asís, de quien celebraremos mañana la memoria os impulse, queridos jóvenes, a vivir siempre con plena fidelidad el Evangelio», dijo el Papa.

Dirigiéndose a los enfermos les alentó a «afrontar el sufrimiento con valentía, buscando en Cristo crucificado serenidad y consuelo».

Y después, viendo a los recién casados presentes en la plaza de San Pedro, algunos de ellos con los vestidos de boda, les invitó a vivir «un amor cada vez más profundo a Dios y entre vosotros para que podáis experimentar la alegría que surge de vuestro don recíproco abierto a la vida».

Francisco de Asís, fallecido el 3 de octubre de 1226, es el fundador de la Orden Franciscana y las Hermanas Clarisas. Es uno de los primeros casos conocidos en la historia de estigmatizaciones visibles y externas. Fue canonizado en 1228.

Del fraude a un hombre de negocios surgió el Rosario Mundial

Entrevista con Guillermo Estévez Alverde


MÉXICO, D.F., miércoles, 3 octubre 2007 (ZENIT.org).- Los masivos encuentros de oración planetarios con motivo de la Jornada Mundial del Rosario nacieron de la experiencia espiritual de un hombre de negocios que había sido traicionado.

Lo confiesa Guillermo Estévez Alverde, mexicano, promotor de la primera celebración de este evento desde sus inicios, en 1996, en declaraciones concedidas a Zenit.

Decenas (o centenares) de millones de personas, en grupos pequeños o masivos, de todas las condiciones sociales y de prácticamente todos los países del planeta, con frecuencia en lugares públicos, quedarán unidos el primer fin de semana de octubre por la Jornada Mundial del Rosario.

Se trata de una iniciativa surgida de laicos mexicanos que congregará en lugares privados y sobre todo públicos a decenas (o centenares) de millones de personas.

«A mis 40 años nunca había rezado el Rosario --cuenta el señor Estévez Alverde--. Me dedicaba a los negocios y era muy exitoso. A raíz de un fraude que me hicieron, tuve que salir de donde vivía y sufrí por dejar a mis hijos por 9 meses, mientras se arreglaba mi problema judicial».

«Ahí me acerque a la iglesia, y cambié mi dios dinero, por el Dios verdadero --confiesa--. Empecé a rezar el rosario porque oí que la Virgen pedía que se rezara y se promoviera su rezo».

«Empecé a rezar diario el rosario por mi socio, quien me había cometido un fraude, y por el abogado mío, que me había traicionado», sigue relatando.

«De una angustia que me pesaba, empecé a encontrar paz, al punto que le hablé a quien me hizo el fraude, para perdonarlo, al igual que al abogado», explica.

«Perdí la ambición por el dinero, y empecé a buscar con mis amigos el que se quitaran las preocupaciones y vivieran mas felices estando mas cerca de la Virgen, que por medio del Rosario, me sentía muy unido a ella».

«Pasado el tiempo formé grupos de oración en la casa, todos los martes en la tarde. Participaban mi mujer, y mis hijos, los que querían… Nunca fue forzado, era una invitación. Se juntaban todos los martes hasta 60 ó 80 amigos».

«Ya a muchos ni los conocía pero eran todos bienvenidos, y el tema era rezar el rosario. Cada quien hacía sus peticiones en voz alta, y eso nos ayudó a conocer lo interior de cada quien».

«Cuando llegábamos a 80, les pedía a los que llevaban mas tiempo que ya no vinieran a la casa, pero que hicieran grupos nuevos en sus casas. De esta forma nos fuimos partiendo y aumentando en número».

En aquel año, Juan Pablo II estaba a punto de cumplir sus 50 años de ordenación sacerdotal y un sacerdote amigo me dijo «hay que hacer algo grande para el Papa como regalo».

De ahí surgió la idea de hacer el Rosario más grande del mundo, y fue para el 20 de octubre de 1996.

La oración del Rosario, explica Estévez Alverde, no es «antigua», como algunos podrían pensar.

«Yo la veo más actual que nunca. A mi me dio paz, y me acercó a Dios. Y me ha hecho vivir muy feliz».

El promotor el Rosario repasa entre sus mensajes de correo electrónico y encuentra testimonios o adhesiones de grupos procedentes de Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda, Congo, China, Vietnam, Rusia, República Checa….

De hecho, reconoce, una de la cosas más difíciles es en ocasiones comprender el idioma de grupos de oración que adhieren a la iniciativa y que escriben con alfabetos de países remotos nunca antes vistos.

Cadenas de televisión, como EWTN, y numerosísimas cadenas de Radio han venido transmitiendo el evento sede en directo.

«Un caso muy bonito, es un correo de alguien de una aldea de pescadores al sur de Alaska diciendo que son una aldea de pescadores, donde muchos son familiares. Había diferencias en muchos de ellos, y estaban en pleito constante», explica.

«Les llegó la invitación a unirse, y comentan que después del Rosario, y de formar grupos de oración seguidos, se han limado las asperezas, y viven mas en armonía.
Estoy seguro de que eso fue porque al rezar juntos, y hacer peticiones publicas, haces una hermandad con los que están junto a ti».

Al final de su testimonio Estévez Alverde repite siempre un mismo eslogan: «La Familia que reza unida, permanece unida». Y añade: «El pueblo que reza unido, permanece unido».

El promotor invita a todas las comunidades cristianas a sumarse a la iniciativa y para contar con más información y comunicar adhesiones les propone visitar la página web http://www.churchforum.org/rosario/ o enviar un mensaje a rosario@churchforum.org

Veneran corazón incorrupto de primer obispo mexicano santo en Ciudad Juárez

.- Las reliquias de San Rafael Guízar y Valencia, primer Obispo mexicano canonizado, son veneradas en doce parroquias y la capilla que lleva su nombre en la Diócesis de Ciudad de Juárez del 2 al 13 de octubre.

El P. Roberto Luna Valenzuela explicó que entre las reliquias está el corazón del santo obispo, que “se mantiene incorrupto debido a su condición de santidad” y “se exhibe en un relicario de plata protegido por una urna de cristal”, luego de informar que las reliquias se exhiben permanentemente en Veracruz, y que para esta gira diocesana serán entregados por el Arzobispo de Jalapa, Mons. Hipólito Reyes Larios.

El corazón del santo llegará el 2 de octubre a la parroquia Corpus Christi y luego recorrerá algunas parroquias como Cristo Rey, San Juan Apóstol y Evangelista, Santa Rosa, Santo Tomás Apóstol, Mater Dolorosa, San José de Lomas, el Seminario Conciliar, la capilla que lleva el nombre del santo, entre otras.

“Se tiene contemplado realizar una pequeña procesión para que el Obispo de Ciudad Juárez, Mons. Renato Ascencio León, traslade las reliquias de la parroquia Santo Tomás Apóstol a la capilla que fue puesta bajo la protección del santo mexicano”, precisó el P. Luna.

Las reliquias “traerán ánimo a los católicos juarenses para responder al llamado de santidad que Dios hace a todos sus hijos”, aseguró el presbítero.

Para conocer más del santo, puede ingresar a: http://www.rafaelguizar.org/principal.html

Un estudio demuestra que Juan Pablo II no pidió la eutanasia

El doctor Puccetti contradice punto por punto un artículo de «MicroMega»


ROMA, martes, 2 octubre 2007 (ZENIT.org).- Un estudio publicado por un médico de gran prestigio en Italia demuestra que Juan Pablo II no pidió la eutanasia.

El documento ha sido publicado en la agencia Zenit por el doctor Renzo Puccetti, especialista en Medicina Interna y secretario del Comisión «Ciencia y Vida» de Pisa-Livorno (Cf. Juan Pablo II no pidió la eutanasia. Hablan las pruebas).

Contradice punto por punto al artículo publicado por la doctora italiana Lina Pavanelli, médica anestesista, en la revista italiana «MicroMega» (5/07) con el título «La dulce muerte de Karol Wojtyla», que ha tenido impacto entre órganos informativos de varios continentes.

El estudio de la doctora Pavanelli ha sido atribuido por el cardenal Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, a una campaña de opinión pública a favor de la eutanasia.

En su estudio, el doctor Puccetti desmonta la acusación más grave de Pavanelli para quien en sus últimos dos meses de vida Juan Pablo II no fue suficientemente alimentado, provocando de este modo una fragilidad que le provocó la muerte.

La autora, que nunca atendió a Juan Pablo II y que fundamenta su estudio en documentos encontrados por Internet o publicados, considera que si los médicos no alimentaron suficientemente al Papa de manera artificial la única razón plausible es una hipotética petición del Santo Padre para que le dejaran morir.

La conclusión del estudio de la doctora es categórica: la Iglesia predica la defensa de la vida contra la eutanasia, pero sus pastores, comenzando por Juan Pablo II, actúan hipócritamente, pidiendo la eutanasia.

Documentos en la mano, el doctor Puccetti demuestra que dos meses antes de morir Juan Pablo II se alimentó naturalmente, motivo por el cual no tuvo necesidad de una sonda nasogástrica.

El estudio constata que los médicos introdujeron al Papa esta sonda el lunes santo, es decir desde el 21 de marzo, cuando la consideraron necesaria, y recuerda que se le retiró --como es lógico-- en los breves momentos en los que saludó a los fieles desde su ventana, algo que no acarreaba consecuencias significativas.

Cuando su aparición pública fue más larga, en el Vía Crucis del Viernes Santo, las cámaras de televisión le enfocaron de espaldas, precisamente para no mostrar la sonda.

Por último, el doctor Puccetti muestra cómo la doctora manipula el término «eutanasia», entendiéndolo como la omisión de toda terapia que pueda ayudar a salvar o promover la vida. Según esta visión, lo contrario de la eutanasia sería necesariamente el «encarnizamiento terapéutico», algo que no comparte la Iglesia.

Abortistas interrumpen Eucaristía en Catedral de Managua e intentan comulgar

Sacerdote procedió de acuerdo a normas eclesiales y les negó la Comunión


P. Bismarck Conde niega la comunión a una de las abortistas (foto La Prensa)

.- Con lemas a favor del aborto, varias feministas ingresaron a la Catedral de Managua durante la celebración de la Misa dominical e intentaron comulgar. Como se les negó la comunión, de acuerdo a las normas eclesiales vigentes, las abortistas reaccionaron violentamente y obligaron al sacerdote celebrante a finalizar la Misa.

La decisión del Padre Bismarck Conde, que presidía la Eucaristía al momento de la agresión, molestó a las mujeres, algunas de las cuales pertenecen a la organización abortista autodenominada “Católicas por el Derecho a Decidir”, quienes no abandonaron la nave central de la Iglesia y empezaron a reclamar la Eucaristía.

Según informó el diario La Prensa, quienes participaban en la Misa, “empezaron a pedir al mismo tiempo y en igual tono de voz la salida de las feministas, mientras el Padre Conde orientaba guardar la calma y no caer en la provocación”.

“La policía, en ese momento, no se encontraba en el interior del templo, porque algunos agentes se dedicaron a cuidar los alrededores de la Catedral, donde otro grupo de mujeres estaba con mantas que presentaban mensajes alusivos al aborto terapéutico”, informó el periódico nicaragüense.

Los feligreses presentes en la Catedral, visiblemente consternados por la inadmisible actitud de las abortistas, les “gritaban frases como ‘asesinas’, ‘asesinas de niños’, ‘Dios las va a castigar por lo que hacen’”, mientras eran retiradas a empujones por la policía y se unían luego a otro grupo que esperaba en las afueras de la Catedral.

Repudio general

Para el vocero de la Arquidiócesis de Managua, Padre Rolando Álvarez, el incidente es “un mensaje negativo para la población, en especial para la niñez del país” ya que la actitudes de las feministas “solo muestran elementos nocivos, cuando en la sociedad debe prevalecer una conducta cívica”.

“Los hechos caen por su propio peso, nuestra gente es lo suficientemente recta para detectar e identificar aquellas situaciones de desorden, el mismo contenido negativo hace que la sociedad lo rechace, el pueblo es el que termina dictaminando el contenido de este tipo de situaciones, no necesitaríamos nosotros condenar un acto de esta naturaleza porque la gente sabe lo bueno y lo malo”, precisó el sacerdote.

Una de las asistentes a la Misa, María Emilia Paredes, declaró a La Prensa que las feministas “estaban profanando la casa del Señor, una protesta tiene que ser afuera, porque debemos respetar, como cristianos que somos, como católicos, decimos que (ellas) todavía no conocen al Señor. Si lo conocieran no hubieran dicho eso, ellas provocaron lo que sucedió desde el momento en que andan una consigna en sus camisas”.

Para Ofelia Palacios, era un sacrilegio que las abortistas entraran al templo con camisetas que decían “Sí al aborto”. “Se quieren hacer famosas, pero ellas deberían de protestar en otros sitios”, indicó.

El Código Penal vigente establece que por ofender algún culto lícitamente establecido o que se establezca en la república, impida o perturbe el ejercicio de las funciones o ceremonias religiosas, será castigado con arresto desde cinco hasta cuarenta y cinco días.

Si el hecho fuere acompañado de amenazas, violencia, ultrajes o demostraciones de desprecio, el arresto será por tiempo de cuarenta y cinco a noventa días.

Confianza en Dios eterno permite encontrar el camino de la vida, recuerda el Papa


.- El Papa Benedicto XVI regresó esta mañana definitivamente al palacio apostólico Vaticano y en su habitual Audiencia General de los miércoles recordó que "Dios es eterno, nació de una mujer y permanece con nosotros todos los días. Vivimos con esta confianza y en ella encontramos el camino de nuestra vida".

Ante unas 40 mil personas reunidas en la Plaza de San Pedro, el Santo Padre dedicó su catequesis semanal a San Cirilo de Alejandría (373 c.a.- 444).

"Cirilo nos enseña sobre todo -dijo Benedicto XVI- que la fe cristiana es ante todo encuentro con Jesús, una persona que da a la vida un nuevo horizonte. De Jesucristo, Verbo de Dios encarnado, San Cirilo fue un incansable y firme testigo, subrayando sobre todo su unidad: Uno sólo es el Hijo, uno sólo el Señor Jesucristo, tanto antes como después de la encarnación. Nosotros creemos que Aquel que existía antes de los tiempos, nació según la carne de una mujer y según sus promesas, estará siempre con nosotros".

El Papa explicó que Cirilo, conocido en la Iglesia antigua como "custodio de la exactitud, es decir de la verdadera fe", quiso demostrar siempre "la continuidad de la teología propia con la tradición de la Iglesia como garante de la continuidad con los apóstoles y con Cristo mismo".

Elegido obispo de Alejandría en 412, gobernó durante treinta años esa sede y combatió la predicación de Nestorio, obispo de Constantinopla, que separando en Cristo la naturaleza humana de la divina llamaba a María "Madre de Cristo" y no "Madre de Dios".

Según la cristología antioquena de Nestorio, "para salvaguardar la importancia de la humanidad de Cristo se acababa por afirmar la división de la divinidad y así ya no era verdadera la unión entre Dios y hombre en Cristo".

Cirilo rebatió inmediatamente esta tesis reafirmando "el deber de los pastores de preservar la fe del Pueblo de Dios". Este criterio suyo, explicó el Papa, "es siempre válido" ya que "la fe del Pueblo de Dios es expresión de la tradición de la Iglesia". Por eso, Cirilo recuerda a Nestorio que "se debe presentar al pueblo la enseñanza de la fe de forma irreprensible y recordar que quien escandaliza a uno sólo de los más pequeños que cree en Cristo sufrirá un castigo intolerable".

El santo definió su fe cristológica cuando afirma: "Son diversas las naturalezas que se han unido en una verdadera unidad, pero de ambas resultó un sólo Cristo e Hijo, no porque a causa de la unidad se haya eliminado la diferencia de las naturalezas humana y divina, sino porque humanidad y divinidad reunidas de forma indecible han producido al único Señor, Cristo, el Hijo de Dios".

Silenciados los trastornos post-aborto en la psiquis de la mujer

Alertan dos especialistas


ROMA, martes, 2 octubre 2007 (ZENIT.org).- Dada la extrema frecuencia del aborto «legal» --26 millones al año en el mundo--, es sorprendente que «todavía hoy no se tomen adecuadamente en consideración los efectos que la "interrupción voluntaria del embarazo" [IVE] determina en la psiquis de la mujer».

Es la alerta de dos especialistas, el profesor Tonino Cantelmi –psiquiatra y psicoterapeuta- y Cristina Carace –psicóloga clínica--, en una intervención enviada a Zenit acerca del síndrome post-aborto.

Autores de publicaciones sobre la materia y responsables del Centro para el Tratamiento del Síndrome Post-aborto –con sede en Roma--, los dos advierten de que cada vez se está evidenciando más –científicamente— la repercusión aborto en la aparición de trastornos psicológicos.

Los efectos psicológicos del aborto «son extremadamente variables y no parecen estar determinados por la educación recibida o por el credo religioso», apuntan.

«La reacción psicológica al aborto espontáneo y al aborto voluntario es distinta»; está relacionada --aclaran— con las características de cada uno de estos sucesos: «el aborto espontáneo es un evento imprevisto e involuntario, mientras que la IVE [aborto provocado interrumpiendo el desarrollo del embrión o del feto y extrayéndolo del útero materno] contempla la responsabilidad consciente de la madre».

Decisión irreversible en plena vulnerabilidad de madre e hijo
«El embarazo es un momento extremadamente delicado en la vida de una mujer», caracterizado «por una vivencia psíquica y emocional muy particular, pues desde el momento de la concepción se verifican en la mujer una serie de cambios no sólo físicos, sino sobre todo psicológicos», recuerdan Cantelmi y Carace.

Y es que «convertirse en madre presupone una adecuación de la propia identidad en el paso del papel de hija al de madre», un proceso que «comienza con la concepción» y que tienen muchos momentos de «gratificación y entusiasmo», pero «inevitablemente también de sentimientos de angustia».

En conjunto, en la futura madre ello indica «mayor necesidad de seguridad y de afecto para poder trabajar la ansiedad que acompaña este proceso transformador que lleva a la mujer a abandonar una condición conocida para afrontar otra completamente nueva», apuntan los especialistas.

También de lo anterior se deduce el impacto y la crisis que puede representar en la vida de una mujer descubrir que se espera un niño «cuando esto sucede en condiciones poco favorables», añaden psiquiatra y psicóloga.

«El vínculo madre-feto comienza inmediatamente después de la concepción también en las mujeres que proyectan abortar --recalcan--, en cuanto que los procesos psicológicos sustantivos a esta relación precoz son inconscientes y van más allá del control consciente de la madre».

Así, «una mujer, frente a la elección de llevar a término o no el embarazo, vive sentimientos ambivalentes y extremadamente dolorosos que la dejan muy vulnerable a cualquier influencia, tanto interna como externa», subrayan.

«La fragilidad psicológica en la que se encuentra, de hecho, la lleva a tener menos confianza en aquello que piensa y en la capacidad de lograr tomar la decisión adecuada; por esto se verifican, con demasiada frecuencia --constatan--, situaciones en las que padres, compañeros, amigos, personal sanitario u otras figuras significativas pueden tener una grandísima influencia en la decisión final».

Así que, «pensando que abortar puede ayudarle a sentirse mejor» o puede contribuir «a volver a poner las cosas en su sitio», la mujer «se puede encontrar con que toma una decisión que no se corresponde a una elección consciente y que sucesivamente puede provocar graves sentimientos de arrepentimiento», explican.

El «día después» del aborto voluntario
Ambos especialistas concuerdan en que, inmediatamente después del aborto, la mujer puede experimentar una reducción de los niveles de ansiedad, pues decae el elemento ansiógeno constituido por un embarazo indeseado; pero sucesivamente «muchísimas mujeres viven una ansiedad mayor, presentando trastorno de estrés post-traumático, depresión y mayor riesgo de suicidio y abuso de sustancias».

«Estos trastornos se deben a un profundo sufrimiento que atenaza a la mujer que ha abortado voluntariamente y pueden manifestarse también bastante tiempo después del aborto, para luego durar a veces varios años», confirman.

El rasgo traumático del aborto voluntario procede del hecho --puntualizan-- de que «cuando la mujer descubre que espera un niño no lo considera sólo un "embrión" o un "montón de células", sino el propio hijo, un ser humano pequeño e indefenso que está creciendo dentro de su propio cuerpo, de forma que abortar significa permitir que se mate de manera voluntaria el propio niño».

Un porcentaje considerable de mujeres que han abortado desarrolla el trastorno de estrés postraumático, cuyos síntomas son «recuerdos desagradables, recurrentes e intrusivos de la IVE que se manifiestan en imágenes, pensamientos o percepciones; sueños desagradables y recurrentes del suceso; sensación de revivir la experiencia del aborto a través de ilusiones, alucinaciones y episodios disociativos en los que a través del "flashback" resurge el recuerdo; malestar psicológico intenso a la exposición de factores desencadenantes internos o externos que simbolizan o se asemejan a algún aspecto del evento traumático, como el contacto con recién nacidos, mujeres embarazadas, volver al lugar donde se practicó la IVE o someterse a una exploración ginecológica; evitación persistente de todo estímulo que pueda asociarse con el aborto», enumeran los especialistas.

Ya se empiezan a definir estos trastornos como «síndrome post-aborto» --subrayan--, que muy frecuentemente además «evoluciona en una vivencia de dolor y temor que determina cambios en el comportamiento sexual, depresión, incremento o inicio de consumo de alcohol u otras drogas, cambios del comportamiento en la alimentación, trastornos somáticos, aislamiento social, trastornos de ansiedad, pérdida de autoestima, ideación suicida e intentos de suicidio».

«Todos estos trastornos pueden manifestarse también varios meses después de la intervención, en el aniversario de la IVE o en el del hipotético nacimiento del niño», sin olvidar que las mujeres que han abortado anteriormente «pueden seguir teniendo sentimientos de culpa o depresión ligados a tal aborto, incluso durante los embarazos sucesivos», advierten el profesor Cantelmi y la psicóloga Carace.

Sacerdote curado milagrosamente por intercesión de Beata Teresa de Calcuta


.- El sacerdote indio de 56 años, P. V.M. Thomas, afirma haber sido curado milagrosamente por intercesión de la Beata Teresa de Calcuta de unos cálculos y cólicos renales. Si el hecho resulta ser un milagro, éste podría utilizarse para la canonización de la religiosa.

El presbítero indio, que vive en el pueblo de Guwahati en la zona norte de la India, cuenta su caso en una carta que ya está en el expediente de canonización de la Madre Teresa.

El milagro

En febrero de 2007, el P. Thomas comenzó a sufrir de dolores en el estómago. Le diagnosticaron cálculos y cólicos renales que requerían un tratamiento. Una vez aplicado no resultó y los médicos le dijeron en julio que necesitaba someterse a una cirugía.

El 27 de agosto los dolores eran insoportables y fue a ver a los médicos nuevamente. Ingresó al Hospital de Guwahati el 4 de septiembre y fue programado para cirugía para el 6 de ese mismo mes; tras los exámenes que confirmaron la presencia de los cálculos.

El 5 de septiembre, día que la Iglesia ha establecido para recordar a la Madre Teresa, el P. Thomas pidió permiso al personal del hospital para celebrar Misa. Al principio le negaron el permiso pero luego lo dejaron salir media hora.

Se dirigió entonces a Shishu Bhavan, un hogar para niños abandonados fundado por la Madre Teresa. El sacerdote pidió entonces la intercesión de la Beata para una operación exitosa y una rápida recuperación. Luego escribiría: “todo esto lo deseaba muy fuertemente dados mis estrechos vínculos con la Madre Teresa entre 1979 y 1997”. Tras celebrar la Misa, el sacerdote volvió al hospital. Se sentía bien y pudo dormir tranquilamente.

En la tarde del 6 de septiembre, una placa de rayos X mostraba que no habían cálculos. La placa fue tomada nuevamente y volvió a salir negativo. Un posterior ultrasonido, realizado por quienes hicieron las pruebas del 4 de septiembre, también dio resultado negativo.

De acuerdo a las notas del P. Thomas, los cirujanos del hospital concluyeron que “la desaparición de los cálculos estaba más allá de cualquier explicación médica”. Uno de ellos confirmaría luego que “los cálculos no estaban más en la uretra y además no había pasado a la orina, entonces la operación se canceló”. En su resumen del caso, el cirujano diría después de que “en verdad parecía un milagro que una piedra, que no podía haberse disuelto con medicina, simplemente se esfumara en ese día en particular”.

El P. Thomas cree que fue curado en la Misa que celebrara en Shishu Bhavan.

Santa Sede: En su renovación, la ONU debe recordar la dignidad humana

Intervención del secretario vaticano para las relaciones con los Estados


NUEVA YORK, martes, 2 octubre 2007 (ZENIT.org).- Los Estados necesitan renovar su búsqueda de los objetivos por los que se fundó la ONU, advierte la Santa Sede.

Altavoz de esta exhortación ha sido, el lunes, el arzobispo Dominique Mamberti, secretario vaticano para las relaciones con los Estados, durante su intervención en la 62ª sesión de la asamblea general de las Naciones Unidas.

Aludiendo a los cambios en marcha en la sede de la ONU, el prelado apuntó: «Tal renovación material parece un recordatorio apropiado para los Estados de la necesidad renovarse constantemente en la búsqueda de los grandes objetivos que inspiraron la creación de la Organización de las Naciones Unidas».

Repasando algunos de los principales desafíos mundiales, el arzobispo Mamberti advirtió a la asamblea de la pérdida de respeto de la dignidad humana.

«El respeto de la dignidad humana es la base ética más profunda en la búsqueda de la paz y en la construcción de relaciones internacionales que se correspondan a las verdaderas necesidades y esperanzas de todos los pueblos de la tierra», subrayó.

El hecho de olvidar o aceptar parcial o selectivamente tal principio, marca el origen de «conflictos, degradación ambiental e injusticias sociales y económicas», apuntó el prelado.

Observando que los ataques terroristas del comienzo de este siglo han redundado en ciertas «visiones pesimistas de la humanidad», monseñor Mamberti afirmó que hay quien responde «relativizando más los valores esenciales ligados a la dignidad humana –especialmente los derechos universales a la vida y a la libertad religiosa».

«Actualmente --lamentó— el derecho a la libertad religiosa sigue recibiendo caso omiso e incluso sufre su violación en determinados lugares. Tal violación se ha convertido en pretexto de otras formas de discriminación».

Dirigió su recuerdo a lugares del mundo llenos de conflictos, tales como Darfur (en Sudán), Birmania y Oriente Medio, y finalmente hizo hincapié en los derechos humanos.

«Nos estamos acercando al 60º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero muchos nunca han oído hablar de ellos ni se han beneficiado de sus principios --alertó--. Estos derechos no se basan en la mera voluntad de seres humanos, ni en la realidad del Estado, ni en poderes públicos, sino que están cimentados en los requerimientos objetivos de la naturaleza otorgada al hombre».

«La parte más importante de nuestro trabajo en este contexto es asegurar que el derecho a la vida se repite en todo lugar --exhortó--. Este derecho fundamental debe protegerse desde la concepción hasta la muerte natural».

«Así que debemos trabajar para frenar y revertir la cultura de la muerte que han abrazado algunas estructuras sociales y legales que intentan hacer aceptable la supresión de la vida camuflando este acto como servicio médico o social», recalcó.

«En este sentido, la abolición de la pena de muerte debería contemplarse también como consecuencia del pleno respeto del derecho a la vida», puntualizó el secretario vaticano para las relaciones con los Estados.

Constató, por otro lado, resultados positivos en el trabajo por la igualdad de hombres y mujeres, e hizo un llamamiento para continuar avanzando en la defensa de los derechos de niños y personas desplazadas.

«Debemos seguir asegurando que la paz y la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos se combinan y refuerzan unos a otros, a fin de mostrar a la comunidad internacional que la renovación de esta sede no es sólo física, sino también una renovación de los ideales e intenciones e la organización», invitó el prelado.

«Una renovación que alcance los lugares más profundos de esta organización es algo de lo que se enorgullecerán con razón todas las naciones del mundo», concluyó.