martes, 26 de agosto de 2008

Mozambique: Joven sin piernas gateaba 4 kilómetros para ir a misa

VALENCIA, martes, 26 agosto 2008 (ZENIT.org).- Un grupo de religiosas de la congregación Hermanitas de los Ancianos Desamparados que partió el pasado año desde Valencia para fundar un asilo en Chissano (Mozambique) atiende en la actualidad a una joven que carece de piernas y que gateaba cuatro kilómetros todos los domingos para asistir a misa en la ciudad africana.

Las religiosas han promovido ya la compra por parte de un benefactor de la congregación de una silla de ruedas para la joven, llamada Olivia, de 25 años de edad, quien la estrenó recientemente, el día de su bautizo, según han explicado a la agencia de noticias de la archidiócesis de Valencia AVAN fuentes de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

Antes de disponer de la silla de ruedas, "la arena del camino le quemaba las palmas de las manos en la época más calurosa del año", pero aun así acudía gateando a la eucaristía, "dando un testimonio de superación y de fe heroico".

Las religiosas, al poco tiempo de desplazarse hasta Chissano, coincidieron con Olivia en un camino de la localidad africana tras "ver a lo lejos que algo se movía serpeando" y comprobar, "para nuestra sorpresa, que era una joven", han recordado. "Pudimos entablar conversación con ella a través de una señora que pasaba por allí y que nos traducía al portugués lo que ella nos relataba" en dialecto changana.

En la atención de la joven discapacitada también colabora el párroco de Chissano, quien atiende pastoralmente "un territorio muy extenso y con infinidad de feligreses con graves necesidades por estar discapacitados y no tener recursos económicos o apoyos familiares", han señalado las mismas fuentes. Para preparar a Olivia para recibir el sacramento del Bautismo, el sacerdote envió de forma periódica a un catequista hasta el domicilio de la mozambiqueña. En la ceremonia, un benefactor de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados ejerció como padrino y, después, dispuso su casa para organizar un convite.

Por otra parte, las Hermanitas de los Ancianos Desamparados celebrarán mañana, martes, en todos sus 210 conventos y asilos de todo el mundo la festividad de su fundadora, Santa Teresa de Jesús Jornet (Lleida,1843-Llíria,1897), que abrió en la capital valenciana el primer centro de la congregación en 1873. Con ese motivo el obispo de Ibiza, monseñor Vicente Juan Segura, presidirá mañana una misa a las 11 horas en la casa generalicia de las Hermanitas, en Valencia.

Igualmente, está previsto que el obispo auxiliar de Valencia monseñor Enrique Benavent presida mañana a las 10 horas una misa en el asilo que las Hermanitas de los Ancianos Desamparados regentan en la localidad valenciana de Sagunto.

Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados también celebrarán mañana misas en honor de la fundadora en los 210 asilos y residencias que regentan en todo el mundo. En el último año se ha creado una nueva casa para ancianos en Guatemala, según han informado las mismas fuentes.

Santa Teresa de Jesús Jornet nació en Lleida en el año 1843. Junto con el sacerdote Saturnino López Novoa fundó en el año 1872 la congregación religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados que abrió su primer centro en Valencia, donde está también su Casa Generalicia. Fue canonizada por el papa Pablo VI el 27 de enero de 1973.

En la actualidad, Santa Teresa de Jesús Jornet es titular de seis parroquias en todo el mundo, dos de ellas españolas, en Lérida y Valencia, y las otras cuatro en Argentina, Puerto Rico, Perú y Ecuador.

La congregación religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados atiende, en la actualidad, a más de 26.600 ancianos sin recursos en 210 asilos y residencias en Europa, América Latina y África.

El ombudsman de México a favor del más fundamental de los derechos, la vida

Entrevista con José Luis Soberanes, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos


MÉXICO, martes 26 de agosto de 2008 (ZENIT.org).- La defensa de la vida es el derecho humano fundamental, asegura el defensor del pueblo (ombudsman) de México, aunque esto le haya costado una campaña de ataques contra su persona.

Con esta convicción, José Luis Soberanes Fernández, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), impugnó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación una ley aprobada en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) que contempla el aborto hasta las doce semanas.

Nacido en 1950, licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y doctor en Derecho por la Universidad de Valencia (España), Soberanes fue de 1990 a 1998 director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

El prestigio internacional adquirido en su carrera como investigador sobre temas jurídicos y derechos humanos fue decisivo para ser elegido en 1999 presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, cargo en el que fue reelegido en un segundo período en 2005.

Cuando faltan pocos días para que los ministros de la Corte de Justicia de la Nación tomen la decisión sobre la constitucionalidad de esa ley favorable al aborto, el doctor Soberanes ha compartido con Zenit los motivos jurídicos que fundamentan la defensa de la vida.

--¿Cuál es el papel que desempeña la CNDH a propósito de la legislación que permite el aborto bajo ciertas condiciones en el Distrito Federal?

--Doctor Soberanes: Sustancialmente la CNDH promovió una acción de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema mexicana, en contra de la reforma legal que despenalizó el aborto hasta las doce semanas en el Distrito Federal.

--A la luz de los principios del Derecho, ¿cuáles son las principales líneas jurídicas que soportan la acción de inconstitucionalidad en contra de dicha ley?

--Doctor Soberanes: Han sido básicamente dos las líneas de argumentación. Por una parte, se aduce una violación al derecho a la vida. La Constitución mexicana protege a la vida humana desde que comienza hasta que termina, pues no distingue al respecto. De acuerdo a la genética, en el momento en que un espermatozoide fecunda un óvulo existen células con ADN único y distinto a las células que le dieron origen. En cuanto hay una forma de vida distinta a la que la engendró, existe un nuevo ser humano, y a partir de ese momento goza de la relevancia constitucional referida. Permitir que se mate al producto de la concepción al despenalizar esa conducta, de acuerdo a lo dicho, es contrario a la Constitución.

Por otra parte, se hicieron valer argumentos técnico jurídicos. Por ejemplo, se aduce que si no existe diferencia entre un embrión de 11 semanas y uno de 12, no existe razón para darles un trato desigual, bajo la premisa de que hay que tratar igual a los iguales. Otro ejemplo. La reforma define que aborto es la interrupción del embarazo después de las 12 semanas de gestación. Interpretando textualmente esa definición -como debe ser en materia penal- hay que concluir que cualquier cesárea es aborto por ser una interrupción del embarazó después de las 12 semanas, lo cual es irrazonable.

--¿Qué argumentos y principios de convicción le han llevado a encabezar una lucha de esta naturaleza, incluso a contracorriente de una tendencia mundial que plantea la despenalización del aborto?

--Doctor Soberanes: La defensa de los derechos humanos, que es mi responsabilidad. Tener la convicción de que la vida es un derecho fundamental hace que me preocupe la expedición de una ley que autoriza a matar a un ser humano.

--¿Qué llamamient hace en estos momentos el ombudsman de México a todas aquellas organizaciones y profesionales en diversas disciplinas que enarbolan el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo como argumento central de un presunto derecho al aborto?

--Doctor Soberanes: La defensa de la vida no se trata de convicciones religiosas, sino de una cuestión de derechos humanos. Si un embrión es un ser humano de acuerdo a la genética, con un ADN distinto al de sus progenitores, las leyes no pueden autorizar su muerte por el simple hecho de que se afecte el plan de vida de la madre, como argumenta la iniciativa de la que surgió esta reforma. Se trata de derechos humanos exclusivamente.

--¿Le ha representado algún costo político a usted en lo personal el hecho de asumir la defensa de la vida?

--Doctor Soberanes: Desde luego. He sido objeto de toda serie de ataques intolerantes. Muchas de las personas que consideran que las mujeres tienen un derecho a abortar no admiten que otra persona piense diferente. Dicen que actué por "prejuicios" y convicciones religiosas y no están dispuestas a dialogar. Publiqué un par de artículos en un periódico para exponer los argumentos que se adujeron en la acción de inconstitucionalidad. Todas razones jurídicas. Salvo alguna excepción, todas las respuestas que recibí fueron ataques personales; nadie refutó mis argumentos.

--Cuál es el riesgo para el país en caso de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación declare constitucional la ley que permite la práctica del aborto en el Distrito Federal hasta las doce semanas de gestación?

--Doctor Soberanes: Sería muy grave que la Suprema Corte reconociera la constitucionalidad de esta reforma. Implicaría que la Constitución mexicana permite matar. Si la afectación del plan de vida de una mujer da opción de terminar con un ser humano, después se podrá matar a todo el que estorbe.

--Los ministros de la Corte de Justicia de la Nación están a sólo unos días de tomar la decisión sobre la constitucionalidad o no de la ley aprobada en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) sobre el aborto. ¿Qué llamamiento les hace el ombudsman nacional?

--Doctor Soberanes: Que actúen conforme a la Constitución y a los derechos fundamentales y no con base en las presiones políticas.

Por Jesús Colina

Campaña sin precedentes de la Iglesia en México por televisión a favor de la vida

Cuando comienza el debate sobre el aborto en la Suprema Corte de Justicia


MÉXICO, martes 26 de agosto de 2008 (ZENIT.org-El Observador).- En un hecho sin precedentes en la historia de México, los obispos agrupados en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) acudieron a partir de este lunes a la televisión abierta para difundir un mensaje en el que fijan la postura no negociable de la Iglesia católica a favor de la vida del concebido.

La presencia en el mensaje de un minuto de duración y que se ha trasmitido en los canales de televisión abierta, en horarios preferenciales, correspondió al obispo de Texcoco y presidente de la CEM, monseñor Carlos Aguiar Retes.

El mensaje televisado se da, justamente, cuando inicia el debate interno de los once magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para revisar la moción de inconstitucionalidad de la reforma a la ley del aborto en el Distrito Federal que despenaliza la "interrupción del embarazo" hasta los 12 meses de gestación.

Los magistrados de la SCJN --en sesión pública y retrasmitida a través del Canal Judicial-- han hecho este lunes la primera etapa de su trabajo discutiendo los considerandos previos sobre la ponencia presentada por el magistrado Salvador Aguirre Anguiano en cuyas más de 600 páginas expone las razones por las cuales él sí considera que la reforma que despenaliza el aborto en el Distrito Federal contraviene las disposiciones y el articulado de la Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos.

Se prevé que el debate pueda prolongarse durante esta semana y una vez emitida la opinión de la SCJN, es decir, que haya o no mayoría para declarar inconstitucional la reforma del Distrito Federal o bien, la encuentren los magistrados conforme a lo dispuesto por la Constitución, su fallo será inatacable.

Por este motivo y dada la trascendencia del debate que está llevándose a cabo en México, la Iglesia católica del segundo país con mayor número de católicos del mundo (aproximadamente 90 millones de personas), ha decidido salir a la plaza pública y presentar la declaración que reproducimos a continuación:

* * *

Queridos amigas y amigos:

Los obispos católicos deseamos compartir un mensaje a todos aquellos preocupados por el presente y el futuro de México.

Muchas son las dificultades por las que atraviesa nuestro país.

Muchos también son los retos que tienen tanto gobernantes como actores, que participan en la construcción de una sociedad justa.
De entre los desafíos que enfrentamos los mexicanos, uno destaca:

El respeto a la vida humana desde la concepción y hasta la muerte natural.
Sin el don de la vida, toda oportunidad se extingue.
Sin el don de la vida, no es posible ejercer otro derecho.
La dignidad humana no depende de la cultura, raza, sexo, convicciones políticas, creencias religiosas, desarrollo de las capacidades intelectuales o edad de la persona.

Todo ser humano posee la misma dignidad y merece el mismo respeto en sus derechos fundamentales.
Ninguna situación, por excepcional que sea, justifica que alguien lastime la dignidad de las personas, en especial de las más vulnerables, las marginadas o indefensas.
La defensa valerosa de un recién concebido, debe estar acompañada de la defensa, igualmente decidida, de la dignidad de la mujer que vive un embarazo inesperado.
Todos, como sociedad, debemos trabajar para que ninguna mujer se sienta condenada, rechazada, sola o abandonada al encontrarse en esa situación.
Es un deber humano atender, solidariamente, a la mujer que lleva un hijo en su vientre.
De este acompañamiento depende, en buena medida, que el aborto no sea la opción a escoger.
Hoy, más que nunca, garantizar el derecho a la vida y de manera igual para todos, es un deber de cuyo cumplimiento depende el futuro de la humanidad.
En efecto, cuando en una sociedad se debate la despenalización del aborto, lo que en el fondo se discute es el futuro de una nación.
Reconocer y respetar el derecho a la vida, se encuentra en la base de la auténtica democracia y del verdadero Estado de Derecho.
Los obispos confiamos en las instituciones de la República.
La misión que hoy tiene la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al analizar las leyes que despenalizan el aborto en el Distrito Federal, es histórica.
Reconocemos que la apertura de la Corte, al escuchar la opinión de los ciudadanos, es un paso importante que merece nuestra admiración.
Como ciudadanos, confiamos en que los señores ministros cumplirán su labor con responsabilidad.
Esperamos que su decisión esté orientada por la justicia, el derecho, la verdad y el bien común.
El bien común es el que nos motiva a encontrar siempre soluciones incluyentes.
El derecho de una persona, no debe prevalecer sobre el derecho de otra.
La defensa y promoción de la vida, es responsabilidad de todos.
En consecuencia, corresponde ahora trabajar decididamente por una cultura de la vida que a nadie excluya.

Queridos amigos y amigas:
El derecho a la vida y su respeto absoluto, debe ser la base de nuestra democracia.
¡Muchas gracias!

+ Carlos Aguiar Retes
Obispo de Texcoco y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano

Por Jaime Septién