sábado, 8 de diciembre de 2007

Asociación de comunicación desaconseja que los niños vean «La brújula dorada»

Si bien la película camufla muchas de las alusiones a la Iglesia del libro


MADRID, jueves, 6 diciembre 2007 (ZENIT.org).- La asociación católica para la comunicación en España, SIGNIS, considera sensato el que los padres católicos prefieran que sus hijos no vean la película «La brújula dorada».

Así se desprende de un comunicado emitido por la Junta directiva de la institución, tras consultar a los obispos de la Comisión de Medios de Comunicación de la Conferencia Episcopal Española, según comunicó Juan Orellana, su presidente.

Ante las reacciones suscitadas por el filme en diversos ámbitos por su presunto «anticatolicismo», SIGNIS España ha hecho un análisis centrado exclusivamente en la película, y no en la novela original de Philip Pullman, conocido por su promoción militante del ateísmo.

Según los comunicadores católicos, «el elemento más importante que puede interpretarse como alusión soterrada a la Iglesia católica es el "Magisterium", una institución tiránica que lleva siglos ejerciendo su poder, especialmente sobre los niños --almas inocentes-- y contra los avances científicos».

«Hay otros elementos cuya interpretación simbólica anticatólica es claramente posible, si bien es cierto que --sin ser ingenuos-- pueden no ser leídos en esa clave», sigue diciendo SIGNIS.

En particular, el comunicado se refiere, por ejemplo, «a la indumentaria de los miembros del Magisterio con algún atributo que parece episcopal; al hecho de que uno de los malvados se llame Fra, como si se tratara del apelativo que precede al nombre de muchos religiosos; a un par de pinturas que aparecen en los edificios del Magisterio y que evocan representaciones iconográficas cristianas o al palacio del Magisterio que se podría ver como alegoría al Vaticano».

Según SIGNIS, «aunque nadie duda de la militancia antirreligiosa de ciertas novelas de Philip Pullman, en la película casi todas estas alusiones camufladas a la Iglesia pasarán desapercibidas para la mayoría del público que no haya tenido noticia de la polémica que ha precedido el estreno del film».

«Como filosofía de fondo --aclara-- la película propone un mundo donde nada ni nadie tenga autoridad --aunque en el film se habla a veces de la "verdad"--, un mundo en el que la última palabra cosmológica parece tenerla el materialismo».

Por este motivo, a los comunicadores católicos les «parece muy sensato que padres católicos prefieran que sus hijos no vean este film, por las razones arriba expuestas».

«También creemos --reconocen-- que la encriptación de las analogías anticatólicas hace que su supuesta eficacia quede suficientemente mermada e incognoscible para el público juvenil».

SIGNIS hace su recomendación a los padres de familia ante la constatación de que el film puede invitar a la lectura de las novelas de Pullman.

Puede leerse el comunicado de SIGNIS en la sección de documentos de la agencia Veritas (www.agenciaveritas.com)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Don Juan Orellana, gran crítico cinematográfico