Lectio Divina Lunes 17 de Marzo del 2008 | Ciclo "A": Lecturas - Año Par | VI Semana del Tiempo de Cuaresma Feria | Color: Morado Liturgia de las Horas: T. II | II Semana del Salterio Lecturas: Juan 12, 1-11 ; Salmo 26 | Lectio Divina Isaías 42, 1-7 Miren a mi siervo, a quien sostengo; a mi elegido, en quien tengo mis complacencias. En él he puesto mi espíritu, para que haga brillar la justicia sobre las naciones. No gritará ni clamará, no hará oír su voz en las plazas, no romperá la caña resquebrajada, ni apagará la mecha que aún humea. Proclamará la justicia con firmeza, no titubeará ni se doblegará, hasta haber establecido el derecho sobre la tierra y hasta que las islas escuchen su enseñanza.
Esto dice el Señor Dios, el que creó el cielo y lo extendió, el que dio firmeza a la tierra, con lo que en ella brota; el que dio el aliento a la gente que habita la tierra y la respiración a cuanto se mueve en ella: "Yo, el Señor, fiel a mi designio de salvación, te llamé, te tomé de la mano; te he formado y te he constituido alianza de un pueblo, luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas". + Meditatio El profeta Isaías nos invita durante esta semana a voltear nuestros ojos hacia el elegido de Dios, hacia su Mesías y Salvador. A ver en él la imagen de un hombre desecho por el pecado de la humanidad, a un hombre que ofreció su vida por la salvación de todos y cada uno de nosotros. Para el hombre de hoy, tan acostumbrado a tener su mirada fija en las cosas del mundo, tan preocupado por todos los problemas que lo circundan, esta semana de reposo, puede ser una buena oportunidad para que su mirada se vuelva a fijar en Jesús, en aquél que nos dio la vida muriendo por cada uno de nosotros. Ciertamente las cosas del mundo son importantes, pero es aún más importante que nuestra vida esté centrada en Cristo, ya que esto es lo que hace que todas las demás cosas tomen su justo valor. No dejes que esta semana sea una semana más, vuelve tu vista a Jesús, ora y lee su Palabra. Ojalá y lo puedas hacer con toda tu familia. + Oratio Hoy alzo la mirada a ti Señor, déjame descubrirte durante todo este día, déjame encontrarte en cada paso que doy, déjame ver como aún caminas entre nosotros, escondiéndote; sin embargo, te pido que me dejes verte, en el atribulado, en el herido, el oprimido, déjame ver al verdadero Jesús; quiero descubrir tu sonrisa, tu caminar, tu mirada y tus palabras resonando en este mundo que parece tan apartado de ti, y a pesar de ello tu siempre estás más cercano. Abre mis ojos, Señor, que quiero descubrirte, mirarte y amarte. + Operatio Hoy estaré muy atento a descubrir a Jesús en las personas que me rodean, y cada vez que logre descubrirlo le demostraré tácitamente lo mucho que le amo. Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. Como María, todo por Jesús y para Jesús. Pbro. Ernesto María Caro | |
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