ROMA, miércoles, 4 junio 2008 (ZENIT.org).- La visibilidad de la religión en el espacio público europeo estuvo en el centro del segundo encuentro de la serie de seminarios de diálogo dedicados a "Islam, cristianismo y Europa", organizados por la Comisión de los Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE), la Conferencia de las Iglesias Europeas (KEK) y la Fundación Adenauer.
El encuentro tuvo lugar el pasado 29 de mayo en el Parlamento Europeo sobre el tema "La visibilidad de la religión en el espacio público europeo: la cuestión de los lugares de culto y el uso de símbolos religiosos".
Un centenar de participantes, elegidos y funcionarios de instituciones europeas o miembros de organizaciones y comunidades religiosas, asistieron al seminario y participaron en el debate.
Con la presencia acrecentada de ciudadanos y residentes de confesión musulmana en nombre de países europeos, subraya un comunicado de la COMECE, "la cuestión del uso de símbolos religiosos ha dado lugar a un debate social en varios países".
Más recientemente, la edificación de lugares de culto musulmanes se ha convertido en un asunto público y ha suscitado resistencias en numerosas ciudades a lo largo de Europa.
"Aunque los países europeos estén dotados de regímenes jurídicos que garantizan la libertad religosa, y por tanto la libertad de culto, esto plantea la cuestión de la visibilidad de la religión en el espacio público europeo", reconoce la COMECE.
El diputado europeo László Surján de Hungría ha puesto en guardia contra el retorno "a las catacumbas" de los cristianos y de otros creyentes del viejo continente, a ejemplo de lo que vivieron los cristianos de la Europa del Este durante los 40 años de dictadura comunista.
Chantal Saint-Blancat, profesora de Sociología en la Universidad de Padua, ha subrayado por su parte que la edificación de nuevos lugares de culto es un problema para el espacio urbano, que nos es ya familiar, y que esto suscita debates, incluso tensiones, entre musulmanes por un lado, vecinos y autoridades locales por otro.
Estima sin embargo, prosigue el comunicado de la COMECE, que de estas tensiones pueden emerger oportunidades: "El reconocimiento mutuo de las comunidades, la ocasión para los musulmanes de comprender el contexto secularizado europeo, y la posibilidad de transformar el espacio urbano en ‘escenario de experimentación del pluralismo' para nuestras sociedades multiculturales".
La reverenda Berit Schelde Christensen, de la Iglesia Evangélica Luterana de Dinamarca, recordó que las religiones contribuyen a la cohesión de la sociedad y que la construcción de lugares de culto es importante para acoger la búsqueda de sentido de los ciudadanos.
"Hay que reconocer la búsqueda espiritual de cada ser humano", afirmó, lamentando que el lenguaje religioso no sea ya comprendido por nuestros contemporáneos debido a una fuerte secularización de la sociedad.
Al mismo tiempo hizo un llamamiento a los creyentes ciudadanos de Europa a reflexionar sobre la manera de utilizar el principio de trascendencia para participar positivamente en el bien común.
Traducido del francés por Nieves San Martín
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