.- El clero de las diócesis de la provincia eclesiástica de Acapulco (México), concluyó esta semana una reunión de reflexión y encuentro con un emotivo mensaje a través del cual se comprometen a renovar su celo evangelizador.
Los 244 sacerdotes reunidos en Acapulco señalan en el comunicado que "en un ambiente de oración y de reflexión hemos dedicado el tiempo al estudio del Documento de Aparecida". "Hemos, también, reconocido una serie de desafíos que vienen de nuestra realidad en la que el Señor nos está interpelando".
Los sacerdotes señalan en el mensaje a los fieles que "nos proponemos vivir como auténticos discípulos y misioneros de Jesucristo, a quien hemos conocido de manera muy viva y definitiva. A Él lo reconocemos en nuestro caminar diario y en nuestro ministerio. Lo encontramos en la Palabra de Dios que escuchamos y acogemos con grande gozo; lo encontramos en la Eucaristía que a diario celebramos con nuestras comunidades y lo encontramos, también, en los rostros de los pobres, de los indígenas, de los niños de la calle, de los adictos al alcohol y a las drogas, de las mujeres maltratadas, de los migrantes, de los presos en los reclusorios, de los enfermos y de todos aquéllos que viven en una situación de exclusión y de abandono".
Los sacerdotes reconocen que "nos sentimos muy pequeños y frágiles ante los inmensos desafíos que el Señor nos pone en nuestras manos", y "humildemente pedimos perdón por nuestras faltas, sobre todo las que han provocado escándalos entre los sencillos al hacer acepción de personas y al no tratarlas con respeto que se merecen".
Pero señalan que "la Gracia de experimentar la grandeza de nuestro ministerio", "nos anima, nos llena de gozo y nos alienta a una mayor entrega a ustedes, Pueblo de Dios".
Por ello "queremos, de una manera decidida e intensa, anunciarles el Evangelio que los haga discípulos y misioneros de Jesucristo, de manera que en las comunidades cristianas, ustedes vayan aprendiendo con nosotros a orar, a escuchar la Palabra de Dios, a vivir fraternamente y a trabajar por una sociedad más justa y fraterna".
Los sacerdotes se proponen también "atender de una mejor manera a las familias", así como "la atención más cercana a las sectores más vulnerables" de la sociedad.
"Sabemos del cariño y del apoyo que hemos tenido siempre de parte de ustedes. Deseamos corresponderles con nuestro trato fraterno y con todo nuestro ministerio. Les pedimos su constante oración por nosotros para que nos mantengamos en el camino de la fidelidad", concluye la carta.
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