Fueron elegidos por sorteo
SYDNEY, viernes, 18 julio 2008 (ZENIT.org).- Creyendo que eran objeto de una broma recibieron en sus correos electrónicos la confirmación de que serían parte de la escolta del barco que llevaría al Papa Benedicto XVI a presidir su primera actividad oficial en la XXIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Jorge Juárez y Ane Marie Kampp se inscribieron en un sorteo en la página oficial de la JMJ (www.wyd2008.org), sin saber que ese click los llevaría a una aventura inolvidable que podrían compartir con un peregrino más, informa la Conferencia Episcopal de Chile.
Jorge, vive en La Serena y asegura que prestaba servicios a la iglesia desde hace años, pero que sin duda lo vivido en esta jornada le hará profundizar en su fe y que más que nunca se siente comprometido con su patria, y así lo demuestra agitando a cada momento su bandera. "Siento la responsabilidad de comunicar un mensaje de esperanza, eso es lo que Benedicto te transmite".
Él invitó a Verónica Basaure de Santiago, amiga que conoció en el envío que se realizó el 21 de junio en Chile, desde esa ocasión se han contactado permanente y compartieron, en Sydney, el día que aseguran ha sido el más importante de sus vidas.
"Yo me sentía un poco sola antes de todo esto --relata Verónica--, cuando iniciamos el proyecto junto a los chicos de mi comunidad de San Agustín nos empezamos a unir y comprometer, ahora sé que fue lo mejor que pude hacer, tengo la certeza de que no estoy sola, que Dios me acompaña y me ha permitido vivir todo esto, no sé como describirlo, sólo quiero agradecerlo mucho".
Ane Marie, es una de las mamás que acompaña a la delegación chilena y está convencida de que la familia es el lugar privilegiado para compartir la fe en Cristo; "Yo siempre he vivido mi fe, fui al encuentro en Colonia y también fue potente, y ahora todo esto, estar cerca del Papa en este lugar hermoso... y mi hijo lo vio a cinco metros de distancia, espero que en él, así como en la familia completa cuando lleguemos, esto se pueda transmitir y nos permita acercarnos más, para ser más cristianos, mejores personas a imagen de Cristo".
Vanessa Soto fue la elegida de Ane Marie, ella es comunicadora parroquial en Quillota y desde hace meses ha destacado por su entusiasmo en los preparativos del viaje. Señaló: "Yo tengo fe, pero hoy la renové, esta experiencia de venir en el barco escolta, de ver a tantos jóvenes en la bahía, de sentir que Cristo está en todo el mundo, me compromete, me alimenta, me impulsa a ir a nuevos espacios a decir que soy cristiana, estoy muy feliz".
La delegación chilena se sintió "absolutamente representada por estos compatriotas, ya que ellos en la proa de la embarcación hicieron flamear nuestra bandera, la que una y otra vez fue aplaudida al aparecer por las pantallas gigantes".
Para su grupo, sin duda, el mejor de los orgullos. Isabel Zubicueta, aseguró: "Es una felicidad muy grande que ellos hayan tenido esa oportunidad, los acompañamos y oramos mucho para que esa experiencia tenga muchos frutos".
Otro de los integrantes, Juan Carlos Astudillo, señaló: "Estamos felices por ellos y también por nosotros ya que también tuvimos la oportunidad de estar muy cerca del Papa, fue increíble. Cada día, cada actividad, ha marcado nuestras vidas".
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