1.2 Espiritualidad Bíblica (2da. de 2 sesiones) 2. La Escritura nos da la victoria sobre nuestras Tentaciones: En el capítulo 6 de la Carta a los Efesios (Ef 6, 17) encontramos un texto muy poderoso que nos hace ver la tremenda utilidad de la palabra de Dios, ya que ésta nos sirve como una verdadera espada para combatir las tentaciones: "Tomad también el YELMO DE LA SALVACION, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios". Recordemos que estamos en una verdadera guerra espiritual. La palabra de Dios nos sirve para defendernos de las insidias del demonio y de nuestras propias tentaciones. Por ello quien no tiene trato con la palabra normalmente es vencido y experimenta las consecuencias de la derrota. Algunos podrían pensar que la Biblia, el libro en sí mismo, es la que nos libra, como si fuera un amuleto y no, lo que nos sirve como espada son los argumentos, las enseñanzas, los estatutos contenido en la Sagrada Escritura, lo que forzosamente implica el conocerla, el estudiarla el irla asimilando. Sólo sabiendo cómo nos ataca el demonio y qué argumentos podemos usar contra él es como podemos salir victoriosos de sus engaños. 3. La Escritura como fuente de crecimiento Espiritual: Una de las cosas más tristes en nuestro cristianismo es la falta de crecimiento espiritual del pueblo de Dios. Y esto es porque el Pueblo no estudia la Palabra de Dios. La gente por lo general sólo viene a misa y sale de ella prácticamente igual que como entró pues, por la falta de contacto con la Sagrada Escritura poco entiende de lo que se leyó o de la misma homilía y eso hace que haya un gran atraso en el pueblo de Dios. Necesitamos, como dice San Pedro (1 Pe 2, 2), nutrirnos con la leche espiritual de la palabra, pues ésta es la que nos hace crecer. La Sagrada Escritura es una de las fuentes más importantes para la vida espiritual del cristiano; si no se estudia con asiduidad difícilmente habrá crecimiento. Si verdaderamente queremos que la palabra de Dios viva en nosotros, es necesario: Búsqueda de la Santidad: En la primera Carta de Pedro (1 Pe 2, 1) nos invita que buscar la santidad y dejar de lado todo lo que es contrario a esta: "Por tanto, desechando toda malicia y todo engaño, e hipocresías, envidias y toda difamación". En la medida en que nosotros nos vamos apartando del mal y buscamos la santidad, el espíritu de sabiduría e inteligencia crece en nosotros y nos ayuda a progresar grandemente en la comprensión de la palabra de Dios y de su voluntad resultando una vida moral conforme al proyecto divino. Estudio Asiduo: El profeta Jeremías (Jer 15, 16) dice: "Cuando se presentaban tus palabras, yo las comía; Tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón, Porque se me llamaba por tu nombre, ¡Oh Señor!, Dios de los ejércitos". Es decir, la palabra de Dios se presenta realmente como un alimento; el no nutrirse de ella, es atentar contra la vida espiritual; sin ella se puede caer con gran facilidad en la anemia del alma que produce grandes problemas en la vida. 4. La Escritura fuente de poder Espiritual: Es la palabra de Dios la que infunde en nosotros un gran poder espiritual. Es algo misterioso pero es real. Sobre todo un extraordinario poder para predicar. Tal vez tú creas que no puedes convencer a nadie de seguir a Jesús, pero eso es porque no tienes el poder que viene de la Palabra de Dios. Es la Palabra predicada con el poder del Espíritu la que atrae a los demás hacia Cristo. Fíjate lo que dice la Sagrada Escritura en la Carta de San Pablo a los Hebreos (Heb 4, 12): "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón" . Es por ello que la Biblia, es un libro sumamente poderoso para provocar la conversión. Por otro lado contiene las verdades fundamentales de nuestra salvación que hacen posible que nosotros llevemos a los demás a conocer a Dios y su proyecto salvífico. Lo que la Escritura nos revela sobre la salvación y la nueva vida cristiana, nada ni nadie nos lo puede dar ni revelar. Sólo un ejemplo de esto son los primero versículos de la Carta a los Efesios (Ef 1, 3-20). 5. La Escritura fuente de luz para guiar al Cristiano: Cuando estamos jugando a encontrar algo (estando a ciegas) vamos haciendo intentos por aproximarnos al objeto, y en ocasiones la gente nos trata de orientar diciendo: "caliente, caliente" (cuando estamos cerca) o "frío, frío" (cuando nos alejamos); esto nos puede servir de guía para saber si vamos bien, si vamos por el camino o nos aproximamos. Sin embargo, no es así como debemos andar por la vida, no podemos depender de la guía de otros, que como yo, se pueden equivocar; necesitamos pues de una guía segura que nos indique el camino a seguir. Si muchos cristianos se pierden y no llegan a la meta es porque no mantuvieron una relación estrecha con la Sagrada Escritura y se perdieron. La Biblia funciona como una verdadera brújula, como fuente de luz para guiar al cristiano en su camino por la vida. Es por eso que el Salmo 119 (Sal 119, 105) nos dice que: "Tu Palabra es luz y lámpara para nuestro camino". c) ACTITUD ANTE LA PALABRA DE DIOS Cuando estudiamos la Sagrada Escritura el Espíritu Santo viene en nuestro auxilio, nos va guiando y revelando el camino que Dios tiene señalado para nosotros. Es verdad, Dios nos habla y nos guía a la verdad perfecta. Por esto debemos cuidar nuestras actitudes ante la Palabra de Dios: Leerla llenos de fe: Debemos de creer y confiar en lo que ella que nos enseña, no obstante que no podamos entender lo que nos propone. (Jn 6, 68-69) Honrarla: Recordar siempre que es PALABA DE DIOS; La Sagrada Escritura. debe tener en nuestra vida un lugar de honor. Desde el lugar en donde la ponemos y el trato que le damos. Veamos lo que nos dice Job (Job 23, 12b) y el Salmo 138 (Sal 138, 2a). Amarla: De ahí esforzarnos por conocerla; recordemos que "nadie ama lo que no conoce". Amarla como se aman las cosas preciosas y que son dignas de ser amadas. Veamos lo que nos dicen al respecto diferentes Salmos (Sal 119, 97; Sal 19, 8-9). Obedecerla: Si realmente aceptamos que es Palabra de Dios no podemos pensar en menos que obedecerla a "pie juntillas". Recordemos que el discípulo está obligado a cumplir con la voluntad del Maestro; eso nos lo confirman San Juan y San Pablo (1 Jn 2, 5; Rm 6, 16). Defenderla: Recordemos que la palabra no siempre irá con los criterios de este mundo y que por ello tiene muchos enemigos. No podremos aceptar lo que digan los demás contra ella; es Palabra de Dios, muy a pesar de ellos. Predicarla: Si sólo la leemos pero no la usamos para llevar el mensaje de Jesús a los demás, la Palabra queda infecunda y la obra de salvación no se propaga. Es nuestra obligación hablar de ella. Este es el consejo que le da San Pablo en su segunda carta a su apóstol Timoteo. (2 Tim 4, 2). Estudiarla: Finalmente como ya lo hemos dicho tanto, es necesario aprenderla. Deberemos ser como San Pablo que aconsejaba ser a Timoteo; Ver lo que dice: (2 Tim 2, 15). Trabajo para casa CONFRONTADO POR LA ESCRITURA PARA LA ORACIÓN PERSONAL En oración, medita estas citas (Mt 4,1 -11; 2 Tim 2, 15) y llega a tus propias conclusiones, dejando que el Espíritu Santo grave en tu corazón la enseñanza bíblica y lo mueva a vivir conforme a la palabra escuchada y leída (la cita de Timoteo aparece al final de la tarea). Después de leer (Mt 4,1 -11): - En ese pasaje ya hemos visto cómo Jesús pudo derrotar a Satanás con la Sagrada Escritura. ¿Tú te sientes ya listo para con tu Biblia derrotar las próximas tentaciones del demonio?
Después de leer (2 Tim 2, 15): - ¿Qué necesitas hacer para mejorar y conocerla mejor?
- ¿Qué compromiso estás dispuesto a hacer?
- En este momento de tu vida, ¿podrías decir que tu fe en Cristo ha aumentado desde que empezaste a leer la Sagrada Escritura?
- ¿Podrías decir que ha aumentado tu amor hacia ella?
- ¿Cómo la estás honrando?
Compromisos: - Define tiempo diario para la lectura y meditación de la Palabra, recuerda que mientras no tengas contacto asiduo con ella no podrás ver avances en tu vida espiritual.
- En esta semana hazte el propósito de ayudar a un hermano a mejorar su vida instruyéndolo y hablándole de la Palabra de Dios; ejercita tu quehacer profético.
CUESTIONARIO - ¿Cuál es el elemento central de la vida espiritual?
- ¿Cuál es el centro de lo espiritual y qué lo hace ser superior a todo?
- ¿Si lo espiritual emana del Espíritu de Dios, de donde surge lo temporal?
- ¿Cuál es la ÚNICA fuente de la vida espiritual?
- ¿Cuáles son los rasgos de la vida espiritual según la Biblia?
- ¿Cuáles son las bondades que ofrece el estudio asiduo de la Biblia?
- ¿Qué sucede con aquellos que NO tienen trato con la Palabra de Dios?
- ¿Es la Biblia un sacramental?; ¿De dónde surge su fuerza de espada?
- ¿Qué es necesario para que la palabra de Dios viva en nosotros y sea verdadera fuente de crecimiento espiritual?
- ¿En qué citas San Pablo nos da testimonio del poder espiritual de la Palabra de Dios?
- ¿Por qué muchos cristianos se pierden en el camino por la vida?
- ¿Cuales deben ser nuestras actitudes ante la Palabra de Dios?
2 Tim 2,15 Procura cuidadosamente presentarte ante Dios como hombre probado, como obrero que no tiene por qué avergonzarse, como fiel distribuidor de la Palabra de la verdad. Recuerda seguir con la lectura que te recomendamos de nuestra biblioteca, en la sesión pasada (Espiritualidad Bíblica de Albert Nolan op). |
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