martes, 26 de febrero de 2008

La Palabra de hoy Martes 26 de Febrero del 2008



Lectio Divina
Martes 26 de Febrero del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   III Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  III Semana del Salterio Lecturas: Mateo 18, 21-35 ; Salmo 24

Primera Lectura

Daniel 3, 25. 34-43

En aquel tiempo, Azarías oró al Señor, diciendo:
"Señor, Dios nuestro, no nos abandones nunca;
por el honor de tu nombre no rompas tu alianza;
no apartes de nosotros tu misericordia,
por Abraham, tu amigo,
por Isaac, tu siervo,
por Jacob, tu santo,
a quienes prometiste multiplicar su descendencia,
como las estrellas del cielo y las arenas de la playa.

Pero ahora, Señor, nos vemos empequeñecidos
frente a los demás pueblos
y estamos humillados por toda la tierra,
a causa de nuestros pecados.
Ahora no tenemos príncipe ni jefe ni profeta;
ni holocausto ni sacrificio ni ofrenda ni incienso;
ni lugar donde ofrecerte las primicias y alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón adolorido
y nuestro espíritu humillado,
como un sacrificio de carneros y toros,
como un millar de corderos cebados.
Que ése sea hoy nuestro sacrificio
y que sea perfecto en tu presencia,
porque los que en ti confían no quedan defraudados.

Ahora te seguiremos de todo corazón;
te respetamos y queremos encontrarte;
no nos dejes defraudados.
Trátanos según tu clemencia
y tu abundante misericordia.
Sálvanos con tus prodigios
y da gloria a tu nombre".

 

+ Meditatio

Para que podamos decir que se ha iniciado un proceso serio de conversión, es necesario que además del arrepentimiento, parte fundamental de esta, se pongan las bases para iniciar una nueva vida, una vida vivida en el Espíritu. En este pasaje vemos no sólo el arrepentimiento de Israel, sino el hecho de que ahora quieren "seguir, respetar y encontrar" al Señor. Pensemos en cuántas veces nos hemos confesado, sólo para salir del paso, sólo porque la ley lo manda, sólo para cumplir. En estas ocasiones hemos "expresado" nuestro pecado, pero: ¿Cuántas veces nos hemos arrepentido profundamente de manera que ya al ir ante el sacerdote nos hayamos propuesto cambiar? Y cambiar significa modificar lo que nos lleva al pecado y no sólo propósitos que la mayoría de las veces quedan en eso: "buenos propósitos".

Haz de esta Cuaresma una verdadera experiencia de conversión.

+ Oratio

Señor, me acerco a ti con un corazón abierto, con sencillez y humildad, y con esta actitud reconozco delante de tu presencia que mucho tiempo de mi vida he permanecido lejos del camino que hiciste para mí. Reconozco que los males que me han ocurrido son en buena medida porque he estado alejado de tu plan amoroso. Hoy te pido que, más que cualquier sacrificio, recibas mi corazón adolorido y mi espíritu humillado y arrepentido; confío en ti Señor y sé que no quedaré defraudado.<br><br>

Ahora te prometo, Dios mío, seguirte de todo corazón, respetarte y poner todo lo que esté de mi parte para encontrarte en cada situación de mi vida. Trátame según tu clemencia y abundante misericordia, sálvame con tus prodigios y da así gloria a tu Nombre que es bendito por los siglos de los siglos. Amén.

+ Operatio

Hoy haré un examen de conciencia profundo y honesto, y programaré mi siguiente confesión para antes de que termine este mes.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 

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