viernes, 29 de febrero de 2008

La Palabra de hoy Viernes 29 de Febrero del 200 8



Lectio Divina
Viernes 29 de Febrero del 2008
Ciclo "A": Lecturas - Año Par  |   III Semana del Tiempo de Cuaresma
Feria    |  Color: Morado
Liturgia de las Horas: T. II  |  III Semana del Salterio Lecturas: Marcos 12, 28-34 ; Salmo 80

Primera Lectura

Oseas 14, 2-10

Esto dice el Señor Dios:
"Israel, conviértete al Señor, Dios tuyo,
pues tu maldad te ha hecho sucumbir.
Arrepiéntanse y acérquense al Señor para decirle:
''Perdona todas nuestras maldades,
acepta nuestro arrepentimiento sincero,
que solemnemente te prometemos.

Ya no nos salvará Asiria,
ya no confiaremos en nuestro ejército,
ni volveremos a llamar "dios nuestro"
a las obras de nuestras manos,
pues sólo en ti encuentra piedad el huérfano''.

Yo curaré sus infidelidades, dice el Señor,
los amaré aunque no lo merezcan,
porque mi cólera se ha apartado de ellos.
Seré para Israel como rocío;
mi pueblo florecerá como el lirio,
hundirá profundamente sus raíces, como el álamo,
y sus renuevos se propagarán;
su esplendor será como el del olivo
y tendrá la fragancia de los cedros del Líbano.

Volverán a vivir bajo mi sombra,
cultivarán los trigales y las viñas,
que serán tan famosas como las del Líbano.
Ya nada tendrá que ver Efraín con los ídolos.

Yo te he castigado, pero yo también te voy a restaurar,
pues soy como un ciprés, siempre verde,
y gracias a mí, tú das frutos.

Quien sea sabio, que comprenda estas cosas
y quien sea prudente, que las conozca.
Los mandamientos del Señor son rectos
y los justos los cumplen;
los pecadores, en cambio, tropiezan en ellos y fracasan".

 

+ Meditatio

Una da las cosas que más impresionan en este pasaje es la ternura de Dios para el pecador. Quizás algo que todavía debamos cambiar en nuestro corazón es nuestro concepto de Dios y de su amor infinito. Muchos de nosotros nos pareceríamos al hijo pródigo de la parábola contada por Jesús, el cual mientras caminaba de regreso al Padre todavía iba preparando su "excusa" o su defensa. El final de la parábola nos muestra que no necesitamos defensa ni excusa con Dios, pues Dios es un Padre tierno y amoroso que nos ama INCONDICIONALMENTE. Nos ama por lo que somos; SUS HIJOS y no por lo que hayamos o no hecho.

Aprovechemos los momentos cuaresmales para recibir el amor y el perdón incondicional de Dios, a través del Sacramento de la Reconciliación y déjate abrazar por él.

+ Oratio

Señor, me asombra tu amor y tu misericordia; gracias por perdonar todas mi maldades, por aceptar mi arrepentimiento sincero y porque cada vez, a pesar de que caigo y no cumplo mi palabra, tú has aceptado nuevamente mi promesa de volverme a ti. Cura, Dios mío, mis infidelidades, gracias por amarme aunque no lo que merezco; sé para mí como el rocío matinal, hazme florecer con la belleza y la dulzura de una nueva vida en Ti, una vida en donde permanezca bajo tu sombra, en donde pueda olvidarme de los ídolos por lo que tantas veces te he abandonado; restáurame, Señor, pues solo es por ti que yo puedo dar frutos. Dame la sabiduría necesaria para entender la justicia de tus mandamientos y la vida que de ellos procede, que no tropiece yo, Señor, y me extravíe de tu mano.

+ Operatio

En este día repasaré los mandamientos del Señor y confrontaré mi vida con ellos. Haré énfasis en los mandamientos que más he incumplido o pasado por alto y me haré consciente de cómo han afectado mi persona y la de los que me rodean.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

 



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