Papa Benedicto XVI hará a Austria del 7 al 9 de septiembre, el Arzobispo de Viena, Cardenal Christoph Schönborn, expresó que espera declaraciones fuertes y contundentes sobre la realidad de Europa y la responsabilidad de Austria en el viejo continente.
“Será cautivante lo que él nos tenga que decir. No serán palabras vacías sobre cosas sin mayor importancia”, afirmó el Purpurado a la revista News; e indicó que en el Hofburg de Viena, Benedicto XVI seguramente le recordará al país “su lugar y responsabilidad en Europa”.
Recordó que ya como Cardenal, el Papa Benedicto “nunca se mostró temeroso para dar diagnósticos precisos y agudos, como los que haría un médico”. “Y no lo hace de modo altisonante como lo haría un mercader, sino con precisión clara y con la dedicación de un médico que quiere realmente ayudar y mostrar los caminos hacia la curación”, explicó.
En la entrevista titulada “El Papa nos hace bien”, el Cardenal vienés afirmó que el Pontífice “tiene el don poco frecuente de hablar tanto con la razón como con la emoción”, expresando la “dimensión racional junto a la existencial de la vida iluminada desde la Fe”. Afirmó que “esta ha sido siempre la fascinación del Papa Ratzinger que cautivaba a los cientos de estudiantes que participaban de sus clases en Tübingen o Ratisbona”.
El joven Joseph Ratzinger, recordó el Cardenal Schönborn, fue considerado como una de las figuras jóvenes mas esperanzadoras del Concilio Vaticano II; cuya línea abiertamente ecuménica siempre ha defendido, pero ya en 1964, antes de concluido el evento, comenzó a advertir del peligro de una reinterpretación del mismo.
En ese sentido, explicó que en la polémica post-conciliar Ratzinger recordó siempre que el Concilio no se trataba de una ruptura o de un quiebre, sino de una “renovación en la continuidad”. Añadió que la “fama de inquisidor” que han querido poner al hoy Papa se debe a los 24 años en los que sirvió como Prefecto en la Congregación para la Doctrina de la Fe, en los cuales debió descartar toda posible o real desviación de la Doctrina de la Fe.
Asimismo, señaló que en el discurso de Ratisbona, el documento sobre los evangélicos y el permiso para el “antiguo usus” de 1962, no percibe al Papa Benedicto XVI como un provocador, sino mas bien lo ve como alguien que no experimenta temor, pues “dice las cosas, tal como las ve, y quiere suscitar la reflexión”. Es él quien ha logrado que se hable nuevamente sobre la liturgia, afirmó.
Por ello, el Purpurado consideró “pereza mental” el afirmar que se ha retrocedido hasta antes del Concilio Vaticano II, ya que el “antiguo usus” nunca se prohibió. En ese sentido, preguntó “¿cuál es la causa para tanta alarma?”, pues el que uno generosamente permita celebrar con el rito antiguo a quien lo desee, no es razón para alarmarse ni agitarse.
El Cardenal Schönborn dijo que tras la visita papal también espera una renovación en la valentía para expresar la fe en público, pues en Austria hay cierta inclinación a tratar la religión como un asunto privado.
Una visita pontificia es algo totalmente abierto y en público, lo cual “incomodará a algunos, a algunos les será indiferente, mientras que otros se alegrarán mucho al respecto, lo que muestra algo importante, que uno se atreva más a presentar y discutir el tema de la propia fe de forma consciente y abierta. Como todo en la vida, también la fe necesita alimento, cultura y cuidado. Para eso el Papa Benedicto posee un don increíble, el de presentar los asuntos de la fe de manera simple, clara y amena. Eso nos va a hacer mucho bien”, señaló.
“Quien crea que de la visita papal se debe esperar un cambio en la estructura fundamental de la Iglesia, pues está en la dirección equivocada. La estructura fundamental de la Iglesia, la que el propio Cristo le dio, quedó claramente fijada y determinada desde finales del siglo I y ha permanecido por todos estos siglos, y es innegociable”, afirmó.
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