Por monseñor Demetrio Fernández
TARAZONA, martes, 28 agosto 2007 (ZENIT.org).- Publicamos el artículo que ha escrito monseñor Demetrio Fernández, obispo de Tarazona, sobre el libro «Jesús de Nazaret» de Benedicto XVI que este martes se ha publicado en España. * * *
Por fin, aparece en español el libro escrito por el Papa sobre Jesús. Cuestiones de tipo técnico en la traducción han retrasado su aparición en la lengua de Cervantes, aunque muchos han podido leerlo en otras lenguas cercanas, desde el 16 abril de este año en que salió a la luz pública, coincidiendo con el 80 cumpleaños de J. Ratzinger y el segundo aniversario de su elección pontifica.
He tenido la posibilidad de leerlo este verano para presentarlo en un curso de formación permanente, y me ha encantado.
Me sitúo, como lo hace el autor, en la perspectiva del teólogo. Es decir, no se trata de un acto de magisterio pontificio, sino de una disertación de quien ha dedicado muchas horas en su vida a buscar el «rostro del Señor». El hecho de que no sea un acto pontificio, no quiere decir que deje de ser el acto de un creyente. Y de un creyente enamorado de su Señor. La fe no es un estorbo para la teología, sino el clima más propicio para penetrar en el misterio con la razón, que busca entender lo que la fe le presenta.
Me ha llamado especialmente la atención su actitud ante el método histórico-crítico, cuyas aportaciones han sido muy importantes, pero que tiene sus propios límites, que el Papa pretende superar. Han corrido ríos de tinta desde la búsqueda de la historia de Jesús en la «old quest» de los siglos XVIII y XIX, pasando por la «new quest» de Barth y Bultmann en el siglo XX, hasta la «third quest» de hace unos 15 años. La ruptura entre la fe y la historia, consolidada por Bultmann, ha producido una situación dramática para la fe en nuestros días y ha llevado a la proliferación de fábulas noveladas sobre Jesús con grandes éxitos editoriales. Se ha creado un clima de nuevo gnosticismo, que disuelve el misterio con relatos que no se ajustan a la historia real.
Por eso, importa -y mucho- la historia de Jesús. Al creyente –y al historiador- le importa la auténtica historia, no la que inventan las novelas de nuestro tiempo. El Papa habla de esa historia, tomando los mejores resultados de la exégesis actual. Jesús es Dios, Jesús vive la conciencia de ser el Hijo único del Padre. En el centro de su evangelio está el Padre y está el mismo Jesús que nos lo revela. La fe del cristiano en Jesús como su Señor no es una invención de la primera comunidad, sino que radica en la conciencia misma de Jesús, que los apóstoles nos han transmitido y ampliado.
«A Dios nadie lo ha visto nunca. El Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, nos lo ha revelado» (Jn 1,18). Jesús ha llevado a cabo esta revelación desde el seno del Padre, como quien ve al Padre. Esa Palabra del Padre se ha hecho carne, se ha hecho palabra humana, se ha hecho inteligible para los hombres. Los evangelios nos presentan el verdadero rostro de Jesús, no son una novela ni un relato fingido. El libro de J. Ratzinger - Benedicto XVI nos ayudará a conocerlo, porque está escrito por un teólogo que entiende mucho del tema y va presentando de manera sencilla lo que es fruto de muchas horas de investigación, y está escrito por un enamorado que ha encontrado el rostro de Dios y ayudará a nuestros contemporáneos a encontrarlo en Jesús de Nazaret.
+ Demetrio Fernández, obispo de Tarazona
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