viernes, 21 de diciembre de 2007

«Lectio divina» en Internet

Iniciativa de los carmelitas bajo la dirección del biblista Carlos Mesters


ROMA, viernes, 21 diciembre 2007 (ZENIT.org).- Coincidiendo con el tiempo de Adviento de 2007, la Orden del Carmen ha lanzado la «lectio divina» completa, para los tres años litúrgicos, en red, en tres idiomas, informa a Zenit Anthony Cilia, carmelita y webmaster del sitio oficial de la Orden.

«Conscientes del hecho que ‘el Carmelo es una riqueza para toda la comunidad cristiana', como afirmó Juan Pablo II --informa el padre Cilia--, la "Lectio divina on-line" nació fundamentalmente para responder a la pregunta: ¿cómo podemos comunicar nosotros los carmelitas nuestro carisma, y evangelizar al mismo tiempo a los pueblos, a través de Internet?».

Ya desde 1997, por medio del sitio web de la Orden (www.ocarm.org), se ha ido comunicando una amplia variedad de información y documentación acerca de la Familia Carmelita pero, con el pasar de los años, añade el webmaster de los carmelitas, «sentimos la necesidad de compartir con nuestros usuarios algo que fuera más actual, es decir, alguna experiencia de nuestra vida cotidiana».

En septiembre de 2001, la Orden celebró su capítulo general y durante el mismo fue elegido consejero general el padre Carlos Mesters, «biblista carmelita de fama internacional», indica el padre Cilia.

Aprovechando este hecho, el webmaster del sitio de la Orden, le propuso y dialogó con él sobre la posibilidad de ofrecer a los usuarios la «Lectio divina on-line», o sea, el método de oración cotidiana recomendado por la Regla Carmelita.

Establecieron empezar la experiencia tomando los textos evangélicos del domingo, con el fin de ayudar a todos aquellos que deseaban vivir la Palabra de Dios más intensamente.

La iniciativa, además del padre Carlos Mesters, cuenta con la colaboración de otros muchos religiosos y religiosas carmelitas: Tiberio Scorrano, María Teresa della Croce, María Anastasia di Gerusalemme, Charlò Camilleri, Cosimo Pagliara, Marianerina de Simone, Bruno Secondin, Alexander Vella, Roberto Toni, y de los traductores padres Manuel Anguiano y Anthony Scerri.

El proyecto fue acogido con entusiasmo y durante los tres primeros años, la Lectio fue presentada cada dos semanas, y, en los tres años siguientes, los textos restantes de los domingos, incluidas las solemnidades. Con el Año Litúrgico C (2006-2007), fue completada la Lectio sobre todos los textos evangélicos de los domingos para los tres años litúrgicos.

Además de las frecuentes exhortaciones de Benedicto XVI a todos los cristianos a ampliar su conocimiento de Cristo a través de la práctica de la «Lectio divina», en los mensajes recibidos por el sitio web, muchos de los usuarios se muestran «contentos con este método de oración» y, explica el padre Cilia, «nos pidieron continuar en nuestro empeño, incluso después de haber completado los textos evangélicos de los domingos».

«Impulsados por estos signos de los tiempos, por la sed de la Palabra de Dios y por el empuje del nuevo prior general, desde este Adviento hemos comenzado la "Lectio divina on-line" cotidiana sobre el evangelio del día», añade.

El webmaster comenta que «es difícil decir hasta dónde llega y cuántas personas hacen uso de nuestra "Lectio", ya que la Palabra de Dios navega velozmente por Internet, sin barreras y en silencio».

Los contadores electrónicos dicen que cada semana unos cuatro mil usuarios de todo el mundo visitan el sitio para orar o para descargar la «Lectio» en sus lenguas: Inglés (www.ocarm.org/lectio/lecteng2.php), español (www.ocarm.org/lectio/lectesp2.php), italiano (www.ocarm.org/lectio/lectita2.php), y utilizarla después personalmente o en grupo.

Además, asegura el padre Anthony Cilia, «los textos de nuestra "Lectio" han sido divulgados, no solamente a través de nuestro sitio y de otros muchos links en sitios religiosos, sino también en la prensa».

La Casa Editorial Carmelita está considerando la propuesta de publicar todos los textos en las tres lenguas. Otras casas editoriales italianas han publicado una selección de textos, mientras que otros están en vías de ser publicados.

De este modo, concluye, «también aquellas personas que no tienen acceso a Internet, o prefieren asimilar la Palabra de Dios de otro modo, pueden aprovecharse de esta riqueza que ofrece el Carmelo».

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